sábado, 31 de octubre de 2009

Destino final 4


Valoración: Pasable

David R. Lewis retoma la dirección de la saga Destino final en la cuarta película de la serie, algo que, de entrada, me producía mucho más miedo que cualquiera de las tres entregas anteriores. La razón es que ya llevó a cabo la segunda parte, con un resultado bastante malo, lo que hizo que el director original, James Wong, dirigiese la tercera para tratar de reflotar la franquicia, cosa que, por cierto, consiguió.

Afortunadamente Lewis (realizador de la penosa Serpientes en el avión) no mete demasiado la pata y culmina un filme que, si bien nunca aterra, logra que el espectador pase unos noventa minutos de lo más entretenido, a pesar de emplear la misma fórmula de siempre: gracias a una premonición, un joven evita que varias personas mueran en un trágico accidente; la muerte no quedará conforme e irá persiguiéndolos uno a uno, para que vayan cayendo en el mismo orden en el que deberían haber fallecido la primera vez.

¿Dónde radica entonces el entretenimiento? En el 3D. Una trama de este tipo es muy proclive a la utilización de las tres dimensiones y hay que reconocer que la gran mayoría del público (al menos los que llenábamos anoche la sala de cine) disfrutamos del uso de esta tecnología como si estuviéramos en un gran parque de atracciones. Las rocambolescas muertes urdidas por el destino en su afán por cumplirse, son un medio excepcional para que uno crea que está dentro de una adrenalítica atracción, de forma que nos divertimos mucho, sí, pero no gracias al cine, sino a sensaciones nuevas.

Ellis nunca llega a la habilidad demostrada por James Wong en las películas anteriores, pero la cosa funciona ya que todos estamos más atentos a ver con qué nos sorprenden los efectos en tres dimensiones, que a la película en sí. Supongo que cuando estemos más habituados, volveremos a demandar más inteligencia en los guiones.

Destino final me recuerda mucho a Saw. Ambas partieron de una original idea, desarrollada en un buen guión. Obtuvieron gran éxito y la calidad dejó paso a las ansias de forrarse los bolsillos, repitiendo una y otra vez las mismas premisas. Así, lo que inicialmente aportó frescura y originalidad al género, terminó convirtiéndose en algo repetitivo y previsible, de forma que el espectador descubría nuevas y maquiavélicas maneras de matar a los protagonistas, aunque siempre con las mismas historias. ¿Se pasará Saw al 3D? Tiempo al tiempo.

Moon


Valoración: Buena

Duncan Jones debuta en el cine con Moon, ganadora del festival de Sitges de cine fantástico de este año. Muchas veces obtener este galardón no es sinónimo de calidad, pero en este caso, afortunadamente, los fans de la ciencia ficción podemos estar satisfechos ante un relato inteligente, con una trama al uso y una serie de elementos del género que parecían haber caído en el olvido, en favor de los tan de moda superefectos especiales.

Moon cuenta la claustrofóbica historia de un astronauta que, tras casi tres años de trabajo en solitario en la Luna, está a punto de regresar a la Tierra con su familia. Así pues toda la producción gira en torno a su protagonista, un excepcional Sam Rockwell que también ha ganado el premio en Sitges al mejor actor por su inmejorable trabajo.

Pasar varios años en soledad, con la única compañía de un ordenador, da mucho tiempo para la reflexión. El protagonista se pregunta por hechos de su pasado, al mismo tiempo que teme retomar su vida anterior, por el daño que su ausencia haya podido causar en su relación familiar. Todo eso le lleva a un planteamiento existencial sobre el sentido de la vida, bastante jugoso.

Pero el filme no es sólo un ejercicio intimista de autor; llegará un momento en que el relato se complicará para entrar de lleno en la ciencia ficción. Aparecerán las dudas, los temores, lo desconocido y, tras un importante giro del guión a mitad de metraje (el cual no quiero desvelar, a pesar de que su propio director lo hizo tan campante en rueda de prensa, antes del estreno de la película) la historia cambia, ofreciendo una serie de posibilidades muy bien aprovechadas.

No es que Jones haya aportado nada nuevo al género. De hecho, estamos ante un claro homenaje a películas como 2001 una odisea en el espacio y Blade Runner (pero eso, homenajes, no burdos y torpes plagios como los de Neill Blomkamp en Distrito 9). Sin embargo hay que reconocer que, a pesar de la lentitud obligada de la narración en algunos momentos, estamos ante un filme interesante, que despierta la mente del espectador (está bien que un guión nos haga pensar) y que deja un buen sabor de boca al terminar, algo encomiable en esta época de libretos facilones maquillados con presupuestos millonarios. Moon sólo costó cinco millones (lo que no influye en su lograda estética), volviendo a demostrar que es la inteligencia y no la pasta quien produce buenas películas.

martes, 20 de octubre de 2009

Infectados


valoración: Mala

Debut cinematográfico de Álex y David Pastor con una "road movie" de carácter post-apocalítpico que ni es de terror ni se parece a la saga Mad Max. ¿Dónde la encuadramos entonces? A ver, dejadme pensar... ¿Filme de pseudoacción con tintes de drama en el apenas pasa nada? Sí, me parece que es una definición más que aceptable.

Todo el que me conoce sabe que estoy encantado de que los realizadores españoles den el salto a Hollywood por dos motivos: es más fácil encontrar financiación para proyectos y no hay problema en abordar películas distintas a las que se filman en nuestro país. Pero de ahí a decir que un largometarje es bueno, simplemente porque está rodado por dos compatriotas, media un abismo.

El argumento no es original: un virus está acabando con la humanidad y un reducido número de supervivientes trata de sobrevivir. ¿Estoy diciendo que no se pueden repetir argumentos? En modo alguno, pero tocas un tema ya visto, debes esmerarte sobremanera en el guión, para diferenciarte en la manera de contarlo. Desgraciadamente este hecho no se produce, ya que éste está plagado de diálogos superficiales, con muy pocas situaciones dignas de mención y, como he dicho al principio, muy poco que contar. No se sabe cuando, cómo o por qué comenzó la epidemia; tampoco se profundiza demasiado en cómo los cuatro protagonistas han logrado escapar (a tenor de lo poco que se esmeran en medidas anti-contagio debió de ser un auténtico milagro).

Tal y como está narrada la historia, su fuerte debería haber estado en las situaciones conflictivas, pero apenas si se profundiza en ellas. Sólo uno de sus personajes, el encarnado por Chris Pine, se esmera un poquito en este sentido, pero su repetitiva interpretación de adolescente inadaptado (clavada a lo que hizo cuando encarnó a James T. Kirk en Star Trek) hace que termine por resultar insoportable.

En resumen, una película que no es de terror a pesar de la premisa inicial, que tampoco funciona como thriller ni como drama ni mucho menos como filme de acción. Por lo tanto, completamente prescindible.

sábado, 17 de octubre de 2009

La cruda realidad


Valoración: Interesante

El realizador de las mediocres Una rubia muy legal, La madre del novio y 21 Black Jack, Robert Luketic, dirige esta desternillante comedia romántica que aborda, una vez más, el asunto de la guerra de los sexos, sólo que lo hace desde una perspectiva un tanto ambigua, ya que estamos ante una de las pocas películas de este género que puede presumir de terminar gustando tanto a hombres como a mujeres.

Bajo un pequeño contexto de crítica hacia la "telebasura" y con un pequeño guiño a Cuando Harry encontró a Sally, el divertido guión narra el encuentro entre dos personalidades absolutamente distintas: un presentador de televisión que representa todo lo políticamente incorrecto pero totalmente experimentado en relaciones de pareja, frente a una inteligente y exigente productora televisiva, una maníaca del control que a pesar de su extraordinaria belleza, no consigue encontrar al hombre de sus sueños.

Tal y como está montado el argumento de Nicole Eastman, la historia es bastante previsible. Este es el gran defecto del filme, ya que, conforme avanza el metraje, van apareciendo los tópicos. Llegados a este punto hay que agradecer a Luketic el haber sabido conferir al relato el ritmo adecuado, constante y lleno de humor, de forma que, a pesar de la previsibilidad, la película resulta altamente divertida.

Sería incorrecto no reconocer que los dos grandes responsables de que el filme funcione son sus dos protagonistas. La atractiva Katherine Heigl (Roswell, Anatomía de Grey) parece moverse como pez en el agua en un rol propio de la mismísima Julia Roberts (posiblemente la reina de la comedia romántica durante los 90). Por su parte, el duro protagonista de 300, Gerard Butler, parece haber sido cómico toda su vida, ya que se desenvuelve por estos lares con una naturalidad tan refrescante como gratificante. Y es que saber ser políticamente incorrecto con gracia, en una época como la actual, no tiene precio.

Para terminar, hay que agradecer a Luketic que por fin haya ofrecido, en una película, lo que se esperaba de ella. Si uno va al cine a ver una comedia, debe exigir que la risa esté garantizada y a fe que lo consigue.

lunes, 12 de octubre de 2009

Mis 10 actrices favoritas

Desde que posteé la lista con mis diez actores favoritos de cine, de todos los tiempos, sois muchos los que me habéis instado a que hiciese algo similar, pero con actrices. Lo he tenido más difícil, ya que si bien tenía clarísimo que fenómenos como Harrison Ford, Clint Eastwood, Bruce Willis y compañía no podían faltar dado el calado de los personajes interpretados (Indiana Jones, Harry el sucio, John McClane...) con las féminas no he terminado de encontrar esos grandes personajes que hayan dado para largas sagas.

Y es que, al igual que en mi lista de actores, la de actrices es absolutamente subjetiva, en el sentido de que no coloco a las que considero las mejores intérpretes de la historia (sería un trabajo ímprobo y, seguramente, injusto) sino a aquellas que han participado en películas inolvidables para mí. Aún así, seguro que me dejo a muchas en el tintero, pero claro, sólo son diez y, afortunadamente, en el mundo del celuloide hay muchas más. Comencemos.

1.-Sigourney Weaver:



Evidentemente la número uno tenía que ser la dura teniente Ripley, ¿quién si no? A estas alturas todos sabéis cuánto me gustaron las dos primeras partes de la saga Alien (las otras dos ni las contemplo) con mis admirados Ridley Scott y James Cameron como respectivos directores. La actriz logró una de sus tres nominaciones al Oscar por Aliens, el regreso y, francamente, lo merecía por su impecable interpretación sobre una mujer que ha vivido un auténtico horror en el pasado y que debe volver a enfrentarse a la misma pesadilla. Cómo va cambiando su carácter inicialmente temeroso y cobarde, hasta transformarse en toda una valiente, podría considerarse como una auténtica lección de método. Es genial ver a protagonistas del cine de acción que no sólo se limitan a dar golpes, sino que saben conferir la profundidad necesaria a sus personajes para que éstos no caigan en el olvido. Pero ya sabemos cómo se las gasta la Academia de Hollywood con el cine de acción, que optó por premiar a una chica discapacitada (Hijos de un dios menor) por lo que Sigourney, a pesar del éxito de esta saga, quedó sentenciada el resto de su carrera a no obtener dicho galardón (exactamente igual que lo que les ha sucedido a Bruce Willis y Tom Cruise). En una ocasión, Robin Williams se quejó de que los Oscar sólo premiaban a roles de locos, borrachos, enfermos o discapacitados. Fue protestar en público y ganar la estatuilla. ¿Debería también haber protestado Sigourney?


Las otras dos nominaciones llegaron el mismo año, en 1988, siendo una de los únicos diez actores en optar a dos estatuillas de interpretación en la misma edición. Las películas fueron Gorilas en la niebla como actriz principal y Armas de mujer como secundaria (Jodie Foster por Acusados y Geena Davis por El turista accidental, fueron las ganadoras). A pesar de que ninguno era rol de acción, la sombra de Alien resultó ser demasiado alargada y le volvieron a negar el premio que tanto merecía.


Weaver nació en Nueva York y, al igual que otras muchas artistas, su nombre verdadero no es Sigourney (en realidad es Susan Alexandra). Lo adoptó en 1963 tras leer la novela El gran Gatsby (era el nombre de uno de los personajes). Varios de sus papeles han sido aclamados por la crítica, como el que protagonizó, junto a Mel Gibson, en una película que me encanta: El año que vivimos peligrosamente. Otros dos en los que salió muy bien parada por parte de la prensa fueron Dave, presidente por un día y La tormenta de hielo.


Sigourney Weaver es una actriz polifacética donde las haya: acción, terror, comedia, drama... Ha probado todos los estilos y siempre ha obtenido la misma calificación: sobresaliente. Como muestra y a modo de resumen final, incluyo una pequeña lista con las películas en las que más me ha gustado: Los cazafantasmas, La muerte y la doncella, Copycat, Mi mapa del mundo, Héroes fuera de órbita, Las seductoras... Creo que participa en Avatar, lo nuevo de James Cameron, todavía no estrenado en España. Parece que el bueno de James no la ha olvidado. Esperaré impaciente.

2.- Michelle Pfeiffer:

Esta californiana de 51 años tiene un encanto especial. Sí, habéis leído bien, 51 años, ¿a que no se le notan? Muchos dicen que tiene un pacto con el diablo o algo así dado su magnífico aspecto actual (hay mucha envidia por el mundo, ya sabéis).

Michelle Pfeiffer no es sólo un rostro bonito insertado en una bella figura. Estamos ante una gran actriz que, como otras muchas, no ha sido reconocida debidamente por la Academia de Hollywood, que se limitó a concederle tres nominaciones por las siguientes películas: Las amistades peligrosas de Stephen Frears, Los fabulosos Baker Boys de Steven Kloves y Por encima de todo de Jonathan Kaplan, compartiendo cartel en esta última con Dennis Haysbert (más conocido como el presidente David Palmer de 24).

Pfeiffer es una actriz polifacética, que ha cultivado todos los géneros. Destacaremos sus filmes más importantes por género: En comedia Dulce libertad de Alan Alda (con Michael Caine), Casada con todos de Jonathan Demme, Un día inolvidable de Michael Hoffmann (con George Clooney)

En thriller y acción: El precio del poder de Brian de Palma (con Al Pacino), La casa Rusia de Fred Schepisi (con Sean Connery y Roy Scheider) Conexión tequila de Robert Towne (con Mel Gibson y Kurt Russell) y Batman vuelve de Tim Burton

En drama: Frankie y Johnny de Garry Marshall (con Al Pacino), La edad de la inocencia de Martin Scorsese (con Daniel Day Lewis y Winona Ryder), Íntimo y personal de Jon Avnet (con Robert Redford), Heredarás la tierra de Jocelyn Moorhouse (con Jessica Lange), Historia de lo nuestro de Rob Reiner (con Bruce Willis), Yo soy Sam de Jessie Nelson (con Sean Penn) y La flor del mal de Peter Kosminsky (con Robin Wright Penn, Alison Lohman y Rennée Zellweger)

Y en filmes de corte fantástico y terror: Lady Halcón de Richard Donner, Las brujas de Eastwick de George Miller (junto a un reparto estelar: Jack Nicholson, Susan Sarandon y Cher), Stardust de Matthew Vaughn (con Robert de Niro), Lobo de Mike Nichols (con Jack Nicholson) y Lo que la verdad esconde de Robert Zemeckis (con Harrison Ford)

3.- Jane Fonda:
El mejor piropo que le podemos hacer es que es digna sucesora de su padre, el mítico Henry Fonda, quien en mi humilde opinión es el mejor actor de todos los tiempos. Los Fonda son una familia prolífica para esto del cine, ya que a su hermano Peter y a su sobrina Bridget tampoco les ha ido nada mal.

Debutante en 1960 con Me casaré contigo de Joshua Logan (Anthony Perkins era el novio, ¡menudo miedo!), sus primeros papeles explotaron su espectacular físico. El máximo exponente de este tipo de filmes es Barbarella de Roger Vadim, quien terminó por ser el primero de sus tres maridos en la vida real (actualmente está divorciada).

Pero pronto su talento se impuso, a la par que sus convicciones ideológicas, llegando a granjearse enemistades por su carácter ecológico y pacifista. A pesar de ello, en Hollywood reconocieron su trayectoria con dos Oscar por Klute de Alan J. Pakula (con Donald Sutherland y Roy Scheider) y El regreso de Hal Ashby (con Jon Voight), además de cinco nominaciones por Danzad, danzad malditos de Sydney Pollack, Julia de Fred Zinnemann (película que supuso el debut cinematográfico de Meryl Streep), El síndrome de China de James Bridges (con Jack Lemmon y Michael Douglas), En el estanque dorado de Mark Rydell (junto a su padre Henry y Katharine Hepburn) y A la mañana siguiente de Sidney Lumet (con Raúl Julia y Jeff Bridges).

Como actriz todo terreno le pegó a todo. Del resto de su vasta filmografía me gustaría destacar los siguientes títulos: El pájaro azul, Agnes de Dios, Gringo viejo, Roba sin mirar a quién (de la que Jim Carrey hizo un particular remake), Cómo eliminar a su jefe y, por último, las tres películas en las que intervino junto a Robert Redford, La jauría humana, Descalzos en el parque y El jinete eléctrico.

Como deportista que era (fue una gran difusora del aeróbic), hizo lo que otros atletas de élite: se retiró de su carrera profesional para retomarla años más tarde. Tras Cartas a Iris (coprotagonizada por Robert de Niro) en 1990, no volvió a participar en ninguna película hasta la mediocre comedia de 2005 La madre del novio, donde le hacía la vida imposible a Jennifer López. Después se rumoreó que había comprado los derechos de Mujeres al borde de un ataque de nervios de Almodóvar, de la cual pretendía hacer una versión junto a Julia Roberts y cierto número de estrellas relevantes. Al final el proyecto ha quedado en una posible serie de televisión en la que Fonda no tendrá nada que ver.

4.- Halle Berry:
Llegamos a la que muchos consideran "la Diosa de ébano" (con el permiso de Naomi Campbell, naturalmente). Como otras muchas, su exhuberante físico le abrió las puertas del cine. Gracias a su segunda posición en 1986 en el concurso de Miss Estados Unidos y su plaza de finalista en el de Miss Mundo, logró una serie de contratos cinematográficos y como modelo, que le abrieron las puertas al mundo de la fama, debutando en la gran pantalla en 1991 con Fiebre salvaje de Spike Lee, donde encarnaba a una drogadicta. Ese mismo año llegaría su primera gran película, El último boy scout, de Tony Scott, interpretando a una bailarina de strip-tease que debía ser protegida por Bruce Willis. Años más tarde volvería a coincidir con el héroe de La jungla de cristal en un filme menor, Seduciendo a un extraño.

Halle Berry ha sido la única actriz afroamericana en recibir un Oscar hasta la fecha. Fue en 2002 por Monster's Ball en una noche de relevancia para su raza, ya que Denzell Washington se alzó con el galardón en la categoría masculina.

A pesar de que siempre ha intentado adquirir relevancia por roles dramáticos, su mayor éxito en el cine ha llegado en sus películas de acción: Decisión crítica, la saga X-Men, Operación Swordfish, Catwoman y algo en lo que siempre eché de menos a Jane Fonda: de chica Bond, en la mejor de las cuatro películas que protagonizó Pierce Brosnan, Muere otro día.

Del resto de filmografía cabe destacar Boomerang, el príncipe de las mujeres (tras intervenir en esta película con Eddie Murphy la MTV la proclamó actriz más deseada del año), Los picapiedra, Corazones rasgados (interpretando el durísimo rol de una drogadicta que se deshace de su bebé arrojándolo a la basura), Bulworth (de Warren Beatty) y Cosas que perdimos en el fuego.

5.- Cate Blanchett:
Esta australiana tiene algo en común con Sigourney Weaver: también fue nominada para los Oscar como mejor actriz y como actriz de reparto en el mismo año y se fue de vacío. Me refiero al 2008, como consecuencia de su intervención en Elizabeth: la edad de oro y I'm not there respectivamente. También fue nominada otras dos veces por Elizabeth y Diario de un escándalo. La diferencia con Weaver es que sí obtuvo el Oscar. Éste le fue concedido en 2005 como actriz secundaria en El aviador.

Si por algo me encanta es por su porte, similar al de las grandes estrellas de antaño. Por un lado tiene la elegancia de Rita Hayworth y por otro el saber estar de Katharine Hepburn. Es capaz de asumir tanto papeles que exijan carácter como roles de tipo romántico. En definitiva, una intérprete de gran talento, como demostró en una de sus últimas películas, la infravalorada El curioso caso de Benjamin Button, película que debió repartirse junto a Gran Torino todas las estatuillas de la última edición de los Oscar (sin embargo, esa infame tomadura de pelo llamada Slumdog Millionaire fue, incomprensiblemente, la más premiada).

Blanchett ya era una actriz relevante cuando aceptó interpretar a Galadriel en la trilogía de El señor de los anillos, pero dada la gran cantidad de seguidores que posee J.R.R. Tolkien todavía adquirió más notoriedad, sobre todo porque supo dotar a su personaje del espíritu que el escritor confirió a su obra (cosa de la que Peter Jackson sólo puede presumir en la primera parte de la mencionada saga).

A modo de resumen destacaré, además de lo ya nombrado, parte de su filmografía, para demostrar que es una actriz de lo más polifacética: prisionera de los japoneses en Sumatra en la Segunda Guerra mundial en Camino al paraíso, amante y ludópata de época junto a Ralph Fiennes en Oscar y Lucinda, protagonizó la divertida comedia romántica La chica de mis sueños, padeció a un asesino en serie (Matt Damon) en El talento de Mr. Ripley, tuvo que luchar contra Angelina Jolie por su marido (John Cusack) en Fuera de control, ayudó a la resistencia francesa de la Segunda Guerra Mundial en Charlotte Gray , robó bancos junto a Bruce Willis en Bandits, fue una valiente periodista irlandesa que se enfrentó al narcotráfico dublinés en Veronica Guerin, casi muere de un disparo accidental haciendo turismo junto a Brad Pitt en Babel, trató de sobrevivir en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial junto a George Clooney en El buen alemán...

¿Pensabais que me iba a olvidar de su papel de villana en Indiana Jones? Eso es que me conocéis muy poco. Bordó su papel de oficial soviética en la cuarta entrega de las aventuras del mejor héroe de la historia del celuloide. Hablando de aventuras, tengo entendido que será Lady Marian en la nueva versión de Robin Hood que prepara Ridley Scott. Estoy impaciente por verla.

6.- Faye Dunaway:
Faye Dunaway es una actriz que me gusta desde niño. Lo que más me ha impresionado siempre es su capacidad para interpretar a personajes malvados. Todo el mundo considera que los papeles de malo son los más jugosos para que un actor demuestre sus dotes de interpretación y Faye lo hizo magistralmente en Duelo a muerte en OK Corral, Chinatown, Los tres mosqueteros, Queridísima mamá o Supergirl entre otras.

Debutó en 1967 en la película de Otto Preminger La noche deseada. Y ese mismo año protagonizó su papel más famoso, junto a Warren Beatty en la celebérrima Bonnie y Clyde de Arthur Penn.

Su particular década prodigiosa llegó en los setenta, protagonizando filmes de altura como la ya mencionada Chinatown de Roman Polansky con Jack Nicholson, El coloso en llamas de Irwin Allen con Paul Newman y Steve McQueen, Los tres días del Cóndor de Sydney Pollack con Robert Redford, Pequeño gran hombre de Arthur Penn con Dustin Hoffman, Campeón con Jon Voight o Un mundo implacable de Sidney Lumet con William Holden y Robert Duvall, por la que consiguió el Oscar.

Sin embargo, una de mis películas favoritas, El caso de Thomas Crown, fue anterior a esta larga racha de éxitos. Fue rodada en 1968 por Norman Jewison y protagonizada por un fabuloso Steve McQueen, que deparó una interpretación inolvidable de un ingenioso y astuto ladrón de guante blanco. Faye Dunaway era la encargada de atraparle, rol que cambió en el remake del gran John Mctiernan en 1999, donde interpretó a la psicóloga del protagonista (en esta ocasión Pierce Brosnan).

Otros títulos de su filmografía han sido El primer pecado mortal de Brian G. Hutton con Frank Sinatra, Culpable de inocencia con Donald Sutherland y Christopher Plummer, El borracho de Barbet Schroeder, El sueño de Arizona de Emir Kusturica con Johnny Depp y Jerry Lewis, Drunks de Peter Cohn, Albino Alligator de Kevin Spacey, Cámara sellada de James Foley con Gene Hackman o Juana de Arco de Luc Besson.

7.- Shirley MacLaine:
Muchos dicen que es la hermana mayor de Warren Beatty... Creo que más bien hay que decir que Warren es el hermano de Shirley MacLaine, ya que, en mi humilde opinión, a pesar de la notoriedad del señor Beatty, la verdadera artista de la familia es ella. Hablamos de una actriz que (a diferencia de su hermano) no ha basado su éxito en su físico, de ahí que lleve más de medio siglo en su profesión, sin que nadie piense que está acabada, todo un logro.

MacLaine (no confundir con McClane, ya que éste es el mítico personaje de Bruce Willis en La jungla de cristal) es uno de los vivos ejemplos del maltrato de los Oscar hacia auténticos fueras de serie de la interpretación. Siempre recurro al caso de Kirk Douglas para lo mismo (es un auténtico bochorno que no haya ganado el premio en su longeva carrera). Shirley MacLaine a punto estuvo de ser su homónimo en mujeres. Afortunadamente, a la quinta fue la vencida al recibir el codiciado galardón por La fuerza del cariño de James L. Brooks junto con Jack Nicholson, Debra Winger y Jeff Daniels. Las cuatro veces anteriores en las que fue nominada se debieron a los siguientes filmes: Como un torrente de Vincente Minnelli con Frank Sinatra y Dean Martin, El apartamento (película considerada por muchos como la mejor de la historia del cine) de Billy Wilder con Jack Lemmon, Irma la dulce repitiendo con Wilder y Lemmon y Paso decisivo de Herbert Ross con Tom Skerrit y Anne Bancroft.

Son más de cincuenta años de películas, lo que daría para un mes de entradas en el blog. Así que, a modo de breve resumen, colocaré mis favoritas: Pero...¿Quién mató a Harry? de Alfred Hitchcock, La vuelta al mundo en 80 días de Michael Anderson con Cantinflas y David Niven, La casamentera de Joseph Anthony, La calumnia de William Wyler con Audrey Hepburn y James Garner, Cualquier día en cualquier esquina de Robert Wise con Robert Mitchum, Ella y sus maridos de J. Lee Thompson con Paul Newman, Robert Mitchum, Dean Martin y Gene Kelly, Noches en la ciudad de Bob Fosse con Ricardo Montalbán, Bienvenido Mr. Chance de Hal Ashby con Peter Sellers, Magnolias de acero de Herbert Ross con Julia Roberts y Sally Field, Vaya par de amigos de Randa Haines con Robert Duvall, Richard Harris y Sandra Bullock y En sus zapatos de Curtis Hanson con Cameron Diaz y Tony Collette.

Con Cate Blanchett posiblemente os haya engañado (me refiero a dejar para el final lo de Indiana Jones), pero imagino que con Shirley MacLaine no. Me refiero a que todos estaréis esperando el momento en que haga alusión a su participación con Clint Eastwood. Lo dejaba para el final: en Dos mulas y una mujer de Don Siegel demostró que también podía hacer western. Funcionó a las mil maravillas con Eastwood y la película resultó una hábil comedia sobre la guerra de sexos ambientada en el lejano oeste, deparando un filme inolvidable.

8.- Gwyneth Paltrow:
Ya que estamos hablando tanto de los Oscar, comenzaremos por ahí. Gwyneth Paltrow es uno de esos raros casos que, habiendo estado una sola vez nominada a dicho galardón, lo ha conseguido. Fue por la magnífica película de John Madden Shakespeare in love, junto a Joseph Fiennes (de rabiosa actualidad por la inquietante serie de televisión Flashforward), Judi Dench y un Ben Affleck que estuvo menos torpe de lo que en él es habitual.

Personalmente soy un gran admirador. Reúne dos talentos: el interpretativo y el físico. Es capaz de hacer drama, comedia y terror de forma convincente, a la vez que muestra su gran belleza en pantalla. O lo que es lo mismo: la musa con la que soñaría cualquier director.

Haciendo un resumen por géneros, me gustaría destacar los siguientes títulos de su filmografía:

-Películas de corte fantástico: Hook de Steven Spielberg con Dustin Hoffman y Robin Williams y Dos vidas en un instante de Peter Howitt.

-Thrillers: Malicia de Harold Becker con Alec Baldwin, Nicole Kidman y George C. Scott, Seven de David Fincher con Brad Pitt, Morgan Freeman y Kevin Spacey, El talento de Mr. Ripley de Anthony Minghella con Matt Damon, Jude Law y Cate Blanchett y Un crimen perfecto de Andrew Davis con Michael Douglas y Viggo Mortensen.

-Comedias: Mi desconocido amigo de Matt Reeves con David Schwimmer (más conocido como Ross Geller en Friends) y Austin Powers en miembro de oro de Jay Roach con Tom Cruise y Mike Myers.

Dramas: Grandes esperanzas de Alfonso Cuarón con Ethan Hawke y Robert de Niro y La verdad oculta de John Madden con Anthony Hopkins.

Dejo para el final el filme de acción, que no es otro que la espectacular Iron man de Jon Favreau, en la que Paltrow interpreta a la ayudante del protagonista, un Robert Downey Jr. absolutamente genial en el papel de héroe. Ciertamente es una película que sorprendió, ya que de un tiempo a esta parte, en los relatos de superhéroes sólo priman los efectos especiales. Aquí había un guión que amenizaba mucho el metraje, lo cual siempre es de agradecer.

9.- Audrey Hepburn:
Decir de Audrey Hepburn que ha sido uno de los mitos del Séptimo Arte, quizá sea quedarse corto. Fue pionera en lo que se denominó "look casual", o lo que es lo mismo: fue la primera "no diva" capaz de imponer estilos y modas, gracias a su espontaneidad y frescura.

La mayoría de los críticos coincide en que su papel más estelar fue el que protagonizó junto a George Peppard en Desayuno con diamantes de Blake Edwards, aunque el que más la marcó fue el de Historia de una monja de Fred Zinnemann ya que, a partir de ahí, se volcó en multitud de labores humanitarias. Fue nominada al Oscar por ambos filmes, además de por Sabrina de Billy Wilder, Sola en la oscuridad de Terence Young y Vacaciones en Roma de William Wyler (por esta última ganó la estatuilla).

Del resto de su filmografía, destacaré: Guerra y paz de King Vidor con Henry Fonda, Una cara con ángel de Stanley Donen con Fred Astaire, Los que no perdonan de John Huston con Burt Lancaster, La calumnia de William Wyler con Shirley MacLaine, La gran aventura de Robin y Marian de Richard Lester con Sean Connery y Para siempre de Steven Spielberg.

Terminaré con una mención especial hacia dos de mis películas favoritas protagonizadas por ella: el oscarizado musical My fair lady de George Cukor y Charada de Stanley Donen, un thriller con buenos toques de comedia, coprotagonizado por el carismático Cary Grant, que hará las delicias de todo aquel que lo vea.

10.- Rita Hayworth:
Quería que el último nombre del ránking fuera para una de las grandes divas del cine antiguo, para que al menos hubiera un exponente de aquel glamour. Posiblemente la que he escogido no sea la mejor actriz, ya que mujeres de la talla de Lana Tarner, Ava Gardner, Lauren Bacall o Katharine Hepburn (por poner algunos ejemplos) seguramente estarán por encima en este apartado. ¿Por qué entonces elegir a Rita Hayworth por encima de ellas? Porque para mí es precisamente eso, la mayor exponente del glamour de una época ya extinta, que es precisamente lo que quería destacar en este punto.

Hablar de Rita Hayworth es hablar de Gilda de Charles Vidor, una de las grandes películas del género de cine negro. Todo el mundo recuerda la famosa bofetada que le propinó Glenn Ford, pero muy pocos saben que quien peor parado salió en el rodaje fue el propio Ford, ya que en otra secuencia recibía un fuerte tortazo de la protagonista, lanzado con tal violencia que le rompió un diente, ahí es nada.

Dentro de su filmografía destacaré: La dama de Shanghai de Orson Welles, Los amores de Carmen de Charles Vidor, La dama de Trinidad de Vincent Sherman, Salomé de William Dieterle, La bella del Pacífico de Curtis Berndhart, Pal Joey de George Sidney, Fuego escondido
de Robert Parrish, Mesas separadas de Delbert Mann, El fabuloso mundo del circo de Henry Hathaway, El aventurero de Terence Young y La ira de Dios de Ralph Nelson.

Elegancia, poder de seducción con sólo insinuarlo (qué difícil en un cine, el actual, ávido de sexo), extraordinaria presencia en pantalla... Posiblemente la mejor definición de una diva. Todo un símbolo de una época que el buen cinéfilo, a buen seguro, recuerda con añoranza.