lunes, 21 de diciembre de 2009

Lo que el mundo del cine ha perdido en estos últimos dos meses


Iba a esperar hasta el final de 2009 para hablar de los últimos fallecidos en el mundo del cine, pero la noticia de la muerte de Brittany Murphy me ha cogido tan de sorpresa, que he decidido adelantarme unos días.

Que una joven de 32 años sufra un infarto, no deja indiferente a nadie. No voy a entrar en especulaciones de ningún tipo (para eso existe otro tipo de prensa) simplemente me quedaré en el hecho de que es una pérdida muy triste.

Sus películas más importantes fueron: Clueless: fuera de onda, 8 millas, Recién casados, Sin City o The dead girl. Parece una broma macabra que fuera esta última la película la que le sirvió para cosechar sus mejores críticas como intérprete.

También fue actriz de doblaje, tanto en el cine (Rompiendo el hielo) como en la televisión (El rey de la colina).


Siguiendo la cronología desde hoy hasta principios de noviembre, el siguiente en esta triste lista es Dan O'Bannon, un reconocido guionista hollywoodiense.

O'Bannon siempre ha estado relacionado con la ciencia ficción. Comenzó colaborando con John Carpenter en la cómica Aluniza como puedas. Evidentemente no alcanzó la fama por dicho libreto, pero sí que será recordado para siempre por su guión de Alien de Ridley Scott.

Otro de sus guiones más célebres fue el elaborado para Desafío total, de Paul Verhoeven, protagonizada por Arnold Schwarzenegger.

También participó en los efectos visuales de Star Wars (la primera de la saga, en 1977, junto a George Lucas) e incluso dirigió alguna película como El regreso de los muertos vivientes en 1985.


Este diciembre también nos ha dejado Jennifer Jones, esposa del gran productor estadounidense David O. Selznick. Jones no posee una vasta filmografía (cerca de treinta películas) pero intervino en films del calado de Jennie o Duelo al sol.

Otras películas célebres en las que participó fueron: El coloso en llamas, Adiós a las armas, Desde que te fuiste, Carrie, Estación termini, La colina del adiós o La canción de Bernardette, por la que ganó un Oscar.


Si os digo que el 30 de noviembre falleció Jacinto Molina Álvarez, posiblemente no os suene a nada. Sin embargo, si me refiero a él como Paul Naschy, la cosa cambia, ¿verdad?. Supongo que todos conocéis a este polifacético artista, que fue actor, guionista, director y levantador de pesos.

Tuvo otro sobrenombre, debido a su encarnación de numerosas figuras del cine de terror como el hombre lobo, el jorobado, el Conde Drácula o la momia: el Lon Chaney español.

En 2001, su majestad el Rey don Juan Carlos I, le entregó la medalla de oro de las Bellas Artes por su carrera.


Por último y no por ello menos importante (de hecho todo lo contrario) tenemos a toda una referencia del cine español: don José Luis Vázquez. Tal es así que el cine patrio se ha quedado huérfano con su pérdida.

¿Qué puedo decir de él que no se haya dicho? Se me ocurre que es uno de los mejores actores del mundo capaz de interpretar ese género tan nuestro como es la tragicomedia. Su capacidad para hacernos reír y llorar a la vez era encomiable, digna de un genio.

Son muchísimas las películas en las que ha participado (más de cien) así que, si me lo permitís, me quedaré con dos: El verdugo de Luis García Berlanga y La cabina de Antonio Mercero, posiblemente el corto de terror más famoso en nuestro país.

Fue un actor reconocido. Entre los premios recibidos destacaré el Ricardo Calvo, el del Espectador, el de la Crítica, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, el Premio Nacional de Teatro y el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert.

Todos ellos descansen en paz.

Avatar


Valoración: Muy buena

Doce años después de Titanic, el rey de la ciencia ficción, James Cameron, ha vuelto y lo ha hecho en su línea: innovando y maravillando.

Avatar es, por encima de todo, una película de aventuras. Un planeta nuevo, con toda su fauna y flora, además de una raza inteligente dominante, da lugar a un original universo, repleto de colorido y belleza, que permite a Cameron demostrar todo su ingenio con un sinfín de elementos y sorpresas repartidos a lo largo de las dos horas y media largas que dura el metraje.

Llegados aquí es importante dedicar un breve inciso a la importante legión de envidiosos que posee Cameron. Lo tachan de poco original porque la trama es similar a aquellas películas que narran la extinción de los indios en norteamérica o las colonizaciones del siglo XVI. Y digo yo, ¿es que nadie puede retomar temas que ya hayan sido llevados a la gran pantalla? Si así fuera, ya no se podrían hacer más películas, porque en la historia del cine se ha rodado prácticamente de todo. Además, muchos de estos críticos alaban a Peter Jackson por El señor de los anillos... ¿Habrán caído en la cuenta de que dicho universo fue obra de la imaginación de Tolkien?

Además, la originalidad tiene mucho que ver con la forma de contar una película y aquí es donde Cameron da toda una lección, al utilizar como nadie el medio audiovisual para introducir al espectador en este emocionante relato. El guión contiene varias subtramas importantes, todas ellas de interés humano. Vemos un pequeño estudio de los deseos, los buenos, los egoístas y los perversos, con personajes capaces de cambiar una idea preestablecida, algo complicado en la sociedad actual. También hay un fuerte mensaje ecológico, en forma de aviso a aquellas industrias que sólo ven la naturaleza como un medio para obtener beneficios, obviando el hecho de que es nuestra casa y que hay que cuidarla como es debido.

En cuanto a la ficción propiamente dicha, Cameron sigue deleitando a su público con fantásticas secuencias de acción, rodadas con todo tipo de planos, perfectas coreografías y unos efectos especiales que, al igual que en Terminator 2, marcarán un hito en el cine.

En lo que a personajes se refiere, Cameron es uno de los pocos directores de este género que ofrece siempre roles importantes a la mujer. ¿Quién no recuerda a la teniente Ripley de Aliens? ¿Y a Sarah Connor en Terminator 2? ¿Y qué me decís de la sufrida Helen Tasker de Mentiras arriesgadas? En Avatar dicho protagonismo se lo lleva la atractiva Zoe Saldana (Star Trek), una intrépida guerrera que hará todo lo posible por salvar a su pueblo y que, además, cambiará para siempre la vida de un marine inválido, interpretado por Sam Worthington (Terminator Salvation). Aunque el mejor de todo el elenco es el villano, un formidable Stephen Lang (Conspiración en la sombra) que no tiene ningún reparo en colonizar el nuevo mundo, independientemente del coste, encarnando al típico soldado a quien sólo le interesa completar sus misiones.

Completan el reparto rostros tan conocidos como Sigourney Weaver (Aliens), Michelle Rodriguez (Perdidos) o Giovanni Ribisi (60 segundos). Sin embargo lo verdaderamente destacable en este apartado, es que el concentrado y denso guión escrito por el propio Cameron permite que todos tengan su momento de protagonismo, siendo caracteres importantes para el film y no los personajes vacíos a los que nos tienen tan acostumbrados muchas películas de acción y aventuras en la actualidad.

A modo de resumen, Avatar es una impresionante aventura que avivará todos nuestros sentidos, una película de una gran belleza formal, de ritmo muy ágil y emocionante desarrollo, que llegará al fondo de todo aquel que sepa disfrutar del buen cine. Una auténtica gozada directa y conmovedora, con la que Cameron trata de resucitar un género tan venido a menos como el de la ciencia ficción. Impresionante.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Algo pasa en Hollywood


Valoración: Interesante

El realizador de películas tan insignes como El mejor, Sleepers o Rain Man, Barry Levinson, dirige esta comedia con intenciones satíricas sobre los entresijos del mundo de Hollywood, basada en las vivencias de Art Linson, productor de films como Heat o El club de la lucha.

Hablaba de las intenciones. Sí, ciertamente hay más comedia que sátira, lo que quizá decepcione a aquellos que esperaban un relato ácido y mordaz. Pero es que el guión es algo pobre, ya que sólo llega a profundizar en el papel del protagonista, un buen Robert de Niro, que parece recuperarse tras participaciones muy por debajo de sus posibilidades como El escondite o El enviado.

El argumento es un clásico: cine sobre cine, aunque queda bastante por debajo de la espléndida El crepúsculo de los dioses, posiblemente el mejor largometraje basado en dicha premisa. De ahí que su salvación provenga del magnífico reparto coral contratado, exceptuando la inexpresiva Kristen Stewart de Crepúsculo, por supuesto. Al ya mencionado de Niro se unen nombres de la talla de Sean Penn, Robin Wright Penn, Catherine Keener, John Turturro... Y dejo al mejor para el final: un divertidísimo Bruce Willis que se ríe de sí mismo en un rol autoparódico, interpretando con muchísima gracia a una estrella de cine con un ego más grande que el edificio Nakatomi Plaza, que está a punto de cargarse toda una producción simplemente porque no quiere afeitarse. Por lo visto la anécdota está basada en algún problema con Alec Baldwin surgido en el rodaje real de El desafío, película producida, curiosamente, por Art Linson.

A pesar de que el relato, indefectiblemente, deja una sensación final de lo que pudo ser y no fue, hay que reconocer que entre el dinámico montaje, el estresante ritmo narrativo y ese fenómeno llamado Bruce Willis, Algo pasa en Hollywood es una película bastante amena y entretenida, considerada film menor teniendo en cuenta el curriculum de Levinson, pero más que aceptable para pasar un buen rato.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Hermandad de sangre


Valoración: Floja

Stewart Hendler (Whisper) dirige este remake de una película que en 1983 dirigió Mark Rosman, titulada Siete mujeres atrapadas. Aunque realmente, su mayor parecido reside en el título original, porque el argumento es una copia absurda y barata de Sé lo que hicisteis el último verano de Jim Gillespie.

Hermandad de sangre podría definirse como otra estúpida película de terror para adolescentes, ya que tiene todos sus elementos: cuerpos de escándalo semidesnudos, fiestas locas llenas de alcohol, drogas y música estridente, personajes tan planos como esquemáticos, diálogos ofensivos, golpes de efecto tan trillados que ya son más que previsibles, escenarios tan tópicos como solitarias duchas o lúgubres sótanos, ciertos toques de humor y, cómo no, el asesino de turno de rostro tapado y arma particular.

En el elenco elegido tenemos a Leah Pipes (Her best move) como fría y manipuladora líder del grupo, Margo Harshman (Rise: cazadora de sangre) una chica cuyos únicos intereses en la vida son alcohol y sexo desmedidos, Jamie Chung (Samurai girl) simplemente como belleza exótica y tonta, Briana Evigan (Huida a ninguna parte) encargada de soltar los clásicos sermones repletos de moralina y Rumer Willis, quien no ha heredado absolutamente ningún gen de sus padres (Bruce Willis y Demi Moore). Eso en cuanto al grupito protagonista. Del resto sólo haré mención a Carrie Fisher, ya que uno no entiende muy bien qué pinta la otrora carismática Princesa Leia en este desaguisado.

A pesar del uso y abuso de tópicos, la justita calidad de sus intérpretes y las incoherencias del mediocre guión, he de reconocer que, incomprensiblemente, el film no aburre. Por un lado la duración del metraje no es excesiva (poquito más de hora y media). Por otro, posee algún que otro momento de tensión, ciertas escapadas humorísticas y una simplicidad en la realización que se agradece, ya que otro director con el mismo poco talento que Hendler, podría haber intentado complicar la trama, de manera que se hubiera vuelto lenta e insufrible.

El cine "slasher" (término con el que se designa al subgénero de terror adolescente de psicópatas) funciona, así lo dicen sus números en taquilla. Por lo tanto, mientras haya un sector importante de público que demande sangre, sexo y pop (ya ni se exige rock and roll, no sé dónde vamos a llegar) seguiremos padeciendo películas de este tipo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Qué les pasa a los hombres


Valoración: Floja

Ken Kwapis, responsable de las series de televisión Freaks and Geeks y The office, dirige esta comedia romántica basada en el libro He's Just Not That Into You: The No-Excuses Truth to Understanding Guys, escrito por Liz Tuccillo y Greg Behrendt.

Adaptar al cine un libro de consejos sobre las relaciones entre hombres y mujeres no es tarea fácil, ya que hay que dar una dimensión ficticia para que haya una historia que seguir. Los guionistas Abby Kohn y Marc Silverstein (escritores del libreto de la flojita Nunca me han besado) han resuelto este trámite utilizando al personaje interpretado por Justin Long (La jungla 4.0) que se pasa toda la película aconsejando a Ginnifer Goodwin (En la cuerda floja) acerca de cómo interpretar las señales y cómo reaccionar cuando conoce a diferentes chicos. Hasta ahí la adaptación, porque el resto del guión se compone de una serie de historietas menores, muy poco interesantes, cuyo único fin es rellenar un excesivo metraje que supera las dos horas.

El mayor atractivo de la película reside en su interesante reparto coral. Además de los ya mencionados, cuenta con la espectacular Scarlett Johanson, la atractiva Jennifer Aniston, la impecable Jennifer Connelly, la siempre solvente Drew Barrymore... ¿No os parecen demasiadas mujeres para una película titulada Qué les pasa a los hombres? Porque los roles que interpretan Ben Affleck y el prolífico Bradley Cooper (en lo que llevamos de año también ha participado en Resacón en las Vegas, New York I love you y Expediente 39) son bastante secundarios en un relato que trivializa las relaciones entre hombres y mujeres, estudiado desde el lado de éstas. Eso sí: un estudio poco profundo, escasamente realista y nada didáctico.

Por lo tanto, un film que, de entrada, no cumple las expectativas (se supone que una comedia debe hacer reír), consta de un desarrollo tan forzado como previsible y está protagonizado por unos personajes muy poco trabajados, por lo que probablemente deje insatisfecho a la mayoría del público, independientemente de edad o sexo. Visto así, debería titularse ¿qué les pasa a los productores de cine de hoy en día?.

Zhao


Valoración: Floja

Susi Gozalvo debuta en la gran pantalla con Zhao, un film menor influenciado en exceso por el carácter documental que le ha imprimido su directora (lo mismo que en sus dos cortos Lacorbatadelorenzo.com y César y yo). Así las cosas, Gozalvo presume de crear cine de autor, con este film supuestamente independiente, aunque no es ni una cosa ni otra.

Se pronuncia con mucha ligereza el término cine de autor con directores noveles, cuando éste sólo puede ser llevado a cabo por realizadores que han marcado una pauta cinematográfica, gracias a una forma de trabajar original. Luego está lo del cine independiente, por definición, contrario al cine comercial. ¿Acaso no es comercial la presencia de Miguel Ángel Silvestre? Un intérprete de lo más vulgar convertido en sex symbol tras su papel de "El Duque" en la serie de televisión Sin tetas no hay paraíso, paseándose de contínuo en ropa interior por la película es, claramente, un reclamo comercial. Teniendo en cuenta que todo el relato ofrece una visión feminista de las cosas, utilizar el recurso de Silvestre para aumentar la audiencia es tan ridículo como tramposo.

En lo que al argumento se refiere, la película se hunde. Un relato de estas características exige profundidad de diálogos y de personajes. Para empezar, Menh-Wai Trinh, es una presentadora de televisión (Redes) por lo que difícilmente puede conferir a su personaje el calado necesario que exige una historia de denuncia social como ésta. Por otro, un asunto como la adopción de niñas chinas en España, merecería un libreto que realmente supiera ahondar en sus sentimientos y miedos, en lugar de complicarse con una pequeña trama en clave de mini-thriller, sobre una serie de asesinatos en China, con el fin de seguir criticando al mundo.

El desarrollo es muy lento. Hay flash-backs insertados, pero en lugar de agilizar la acción todavía la ralentizan más, ya que lejos de ser explicaciones interesantes, se pierden en la melancolía de la protagonista.

Lo único destacable de toda la producción es el manejo de la cámara. Gozalvo combina en algunos momentos una rápida sucesión de tomas con juegos de imágenes, que resulta bastante interesante. Pero ni siquiera alguien del talento de Brian de Palma salvaría, únicamente con su virtuosismo en este menester, una película con un guión tan poco satisfactorio.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Paranormal Activity


Valoración: Muy mala

Internet es una gran herramienta que, utilizada de forma adecuada, puede hacer que uno se forre con una minúscula inversión de dinero, pasando del anonimato a la celebridad en cuestión de segundos. Ésa es la historia del éxito de Paranormal Activity, una colosal tomadura de pelo maquinada por Steven Spielberg. Cuenta la leyenda que el gran Spielberg pasó tanto miedo viendo esta cinta, que decidió comprar sus derechos para hacer un remake. Pero claro, cuando decidieron que un grupo reducido de gente viera la original en una sala, el pavor provocado entre los asistentes fue tal, que decidieron sacarla al cine sin modificación alguna.

Spielberg demostró ser un maestro del terror dirigiendo Tiburón y escribiendo Poltergeist, así que ¿en serio alguien cree que ha pasado un ápice de miedo viendo este soberano aburrimiento? Claro que no, pero Spielberg no sólo es el genio cinematográfico responsable de Indiana Jones, E.T. y tantas otras, sino también un negociante de fábula. Los trailers emitidos para aumentar la venta de entradas muestran, sobre todo, la reacción de un público aterrorizado y muy poco de la película (aún así, prácticamente desvelan el final). Y una de dos: o bien los españoles somos muy, pero que muy duros o bien los norteamericanos son unos bochornosos miedicas, porque esta tarde en la sala de cine en la que he estado, sólo se escuchaban bostezos.

Sobre la peliculita en sí poco hay que decir: un guión inexistente, que narra las tonterías y desvaríos de una pareja que compra una cámara de video para rodar mientras ambos duermen, ya que creen que un ente acosa a uno de los dos (la chica) desde la infancia. Ello deviene en casi hora y media soporífera, viendo lo que la cámara va grabando, es decir, un plagio de la nefasta El proyecto de la bruja de Blair, que también basó su éxito taquillero en la publicidad por internet.

Encima el director, el desconocido Oren Peli, tiene el morro de salir en múltiples entrevistas y decir que se ha visto desbordado por un éxito inesperado para él. Trata de explicarlo porque, según cuenta, el público tiene miedo al pensar que a uno le pueden suceder cosas extrañas cuando duerme, momento en que estamos absolutamente indefensos... Hace falta tener morro.

En resumidas cuentas: un film minimalista, patético en sus intentos de dar miedo, con un guión penoso, personajes tan lamentables como el agente de bolsa con más tiempo libre del mundo o el medium más inútil de la historia (nada que ver con la carismática Zelda Rubinstein de la antes citada Poltergeist) y con un final copiado descaradamente de las tediosas películas de miedo de origen japonés. Todo un insulto para el género del terror que servirá, únicamente, para que Spielberg y su Dreamworks se llenen los bolsillos con una inversión mínima.