sábado, 14 de enero de 2012

Crítica de cine: "La hora más oscura", de Chris Gorak, con Emile Hirsch






Valoración: Regular

Timur Bekmanbetov producen la película de ciencia ficción "La hora más oscura", otra historia de invasiones predecible protagonizada por Emile Hirsch.

Puedes leer la crítica pinchando aquí

Una mala película no siempre es sinónimo de "pasarlo mal en el cine". Hay películas muy malas, como la reciente Drive, que insultan la inteligencia del espectador, al prometer cine independiente y original, para descubrir después un sinfín de elementos comerciales (sangre, topless, violencia...) y una infumable serie de plagios bochornosos.

Pero hay otro tipo de películas como esta La hora más oscura, que si bien no aguanta un análisis serio, salvo en sus efectos técnicos, es la típica cinta que se ve con facilidad, se digiere bien y al día siguiente se olvida. Vamos, un fast-food en toda regla, al más puro estilo blockbuster.

Si además te obsequian con ciertas secuencias, que invitan al cachondeo, te la puedes tomar con humor pensando que es una parodia y hasta es posible que pases un rato divertido.

Por ejemplo, no sé si habéis visto La red social, una de las dos mejores películas del año pasado (la otra fue Origen, aunque el Oscar fue para El discurso del Rey). La película es, a grosso modo, un pequeño biopic, con ciertas licencias, del creador de Facebook. Uno de los actores de dicha película, Max Minghella, también aparece aquí, en La hora más oscura. Y, ¿a que no sabéis a qué se dedica? Es un genio informático que ha ideado una red social muy sofisticada y completa.

Lo primero que uno piensa es "Max, tío, te estás encasillando". Pero cuando a los pocos minutos ves que lo estafan como a un pardillo y que le roban la idea, te dan ganas de gritar "¿es que no te acuerdas de tu anterior película?".

Después está el otro protagonista, Emile Hirsch, uno de esos actores excesivamente sobrevalorados, con suficiente expresividad para no meterlo en Museo de Cera (por aquello de la rigidez facial) pero poco más, porque un atento estudio sobre sus distintas interpretaciones, revelará que su registro no es demasiado variado que digamos.

El caso es que el tipo iba para figura, protagonizando una de Sean Penn (Hacia rutas salvajes) y habiendo participado anteriormente en ese tipo de películas que mucha gente dice que son buenas, porque tienen lo que se denomina "corte independiente" (algún día alguien tendrá que explicarme eso, porque es de risa) pero que en realidad son bastante flojas cinematográficamente hablando (claro, por eso son independientes, explicado) como Alpha Dog (no la salva ni Bruce Willis) o Los amos de Dogtown. Pero claro, luego llegó Speed Racer de los Wachowski (¡qué tiempos los de Matrix!) y la cotización del niño bajó hasta el lugar correcto, es decir, hasta películas como la que hoy abordamos.

El rol de Hirsch es absolutamente paródico. Es tronchante ver a un niño estadounidense dar órdenes a distro y siniestro, ya sea a los duros miembros de la resistencia moscovita o incluso a la tripulación de un submarino nuclear (ya que lo hacemos, lo hacemos a lo bestia). Por no hablar de su enfrentamiento cara a cara (ahí, con dos cojones) frente a un extraterrestre, con un arma que parece sacada de Los cazafantasmas (Ghostbusters), creada por el viejo chungo de turno (un electricista de barrio es más listo que todo el Kremlin).

El problema, claro, es que la película no es una parodia, sino que Chris Gorak y su debutante guionista Jon Spahits, pretenden hacer ciencia ficción en serio. De ahí que me atreva a afirmar (luego me pegarán por decir lo que pienso, como siempre, ¡viva la democracia!) que la película es bastante mala, pero indolora.

Después aparecen las licencias de turno. Vamos a ver, un servidor prefiere ver a la preciosa Rachael Taylor bien arregladita, pero eso de que el grupo protagonista quede encerrado en la oscura bodega de un local de marcha (uno no entiende muy bien cómo ven allí abajo, ya que los alienígenas se han cargado todo el sistema eléctrico) durante más de cuatro días y luego salgan de allí bien afeitaditos, con los cabellos perfectamente peinados (y mojados, por lo visto en Rusia no existe la evaporación, ahí radica la ciencia ficción, aunque la temperatura sea de 40º por culpa de unos marcianos locos) y, por supuesto, el rimel sin correr. Teniendo en cuenta que el encierro no vale para nada (no sé si llega a cubrir dos minutos de metraje) ¿por qué no hacer algo lógico y que sólo dure unas horas?

También hay coincidencias locas, de tipo cósmico o karma o lo que vosotros queráis. Los protagonistas acaban salvando la vida al tipo que les ha robado el proyecto de internet y conviven con él todos esos días. Digo yo que el guión podía haberse esmerado un poquito y establecer por ahí algún conflicto.

Pero, como ya he dicho, esta película no es para verla en serio, sino para reírse y disfrutar con unos efectos especiales de muy alta magnitud, además de un buen uso del 3D. Aunque resulta paradójico la seriedad con la que se han tomado la ambientación, la recreación de la atmósfera de soledad, tensión y destrucción y el choteo al que ha sido sometido el guión, con unos extraterrestres que simplemente vienen a la Tierra y se cargan al personal. Con esto de que los seres de otro mundo siempre son malos (excepto E.T. y algún otro), algún día llegará de verdad algún alien a nuestro planeta y, con todos los condicionantes cinematográficos al respecto, le pegaremos dos tiros sin preguntar, soltando después aquello de Yippie-Kai-Yay, hijo de puta.

Esta noche pretendo ver la nueva de Millennium. A ver si David Fincher (por cierto, director de la mencionada La red social, además de Zodiac, El club de la lucha, Seven... Un director de verdad, vamos) nos "alegra el día".

PD: Deberíais entrar en los últimos dos enlaces. Ya me lo agradeceréis.

Ficha técnica de la película:

A Summit Entertainment (in U.S.) release presented with New Regency Enterprises of a Jacobson Co./Bazelevs/New Regency production. Produced by Tom Jacobson, Timur Bekmambetov.

Executive producers, Arnon Milchan, Hutch Parker, Bob Harper, Monnie Wills.

Co-producers, Iva Stromilova, Lulu Zezza.

Directed by Chris Gorak.

Screenplay, Jon Spaihts, based on a story by Spaihts, Leslie Bohem, M.T. Ahern.

Sean - Emile Hirsch
Natalie - Olivia Thirlby
Ben - Max Minghella
Anne - Rachael Taylor
Skyler - Joel Kinnaman
Vika - Veronika Vernadskaya
Sergei - Dato Bakhtadze
Matvei - Gosha Kutsenko

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