viernes, 26 de junio de 2009

Farrah Fawcett nos ha dejado


Decía Evan C. Kim a Clint Eastwood en Harry el sucio en la lista negra: "Te lo aseguro, Harry, los famosos mueren de tres en tres". Se podría decir que esta frase está a la orden del día, pues acaban de fallecer, de forma consecutiva, Michael Jackson y Farrah Fawcett.

¿Qué decir de Michael que nadie sepa ya? Prácticamente nada. De todos modos, no es por desconsideración al rey de Pop, pero ya que este sitio está relacionado con cine y televisión, creo que lo adecuado es centrarnos en la ex-ángel de Charlie.

Nacida en Texas en 1947, esta hija de un magnate del petróleo y una ama de casa rápidamente demostró aptitudes atléticas, las cuales fueron fomentadas por parte de sus progenitores. Comenzó en el mundo de la televisión con la publicidad, gracias a su exhuberante físico, en concreto en anuncios de champú, para los que se prestaba su larga y abundante cabellera.

Pero su fama llegó con la serie Los ángeles de Charlie, donde interpretó a la archifamosa Jill Munroe. Inesperadamente, a pesar de la notoriedad adquirida, decidió abandonar la conocida serie tras la primera temporada, siendo sustituida por Cheryl Ladd. Como tenía contrato firmado, fue demandada por la productora de Aaron Spelling y perdió, por lo que fue obligada a participar en media docena de capítulos posteriores.

Farrah intentó el salto al cine sin éxito. Destacaremos en su filmografía Saturno 3 de Stanley Donen, donde compartió cartel con nada más y nada menos que Kirk Douglas. Otros filmes de menor calado en los que participó, aunque interesantes por distintos motivos fueron: La fuga de Logan de Michael Anderson, Extremities de Robert M. Young o El Dr. T y las mujeres de Robert Altman.

Su pareja más sonada fue Ryan O'Neal, que ha sido quien la ha estado acompañando en su etapa más dura, desde que en 2006 se le diagnosticara un cáncer colorrectal, hasta el 25 de este mes en la localidad de Santa Mónica.

Fue sobre todo un icono. Nunca triunfó en la gran pantalla y su rostro siempre se verá ligado a Los ángeles de Charlie. Descanse en paz.

miércoles, 24 de junio de 2009

Dexter (fin 3ª temporada)


ATENCIÓN PELIGRO SPOILER: La siguiente entrada desvela partes importantes de la trama; léelo bajo tu propia responsabilidad.

Hará unas tres semanas que la FOX emitió el último capítulo de la tercera temporada de la excelente serie Dexter (me habría gustado escribir antes pero últimamente mi tiempo es bastante limitado).

Antes de empezar a entrar en materia, me gustaría comentar el maltrato que la mencionada cadena ha deparado a Dexter: por un lado hubo un parón en plena temporada (el cual llegó sin avisos ni explicaciones de ningún tipo) y por otro, tampoco hubo una campaña debidamente hecha para informar de cuando continuaban emitiendo los últimos episodios, ni mucho menos para informar del cambio de hora en su emisión. No son formas, pero todavía es más grave dado que la FOX es una cadena de pago y, como tal, no debe permitirse que empiece a imitar la mala gestión de Antena 3 con respecto a las series norteamericanas (los que hayáis seguido 24 en dicha cadena me entenderéis).

Siempre hay excusas, como huelgas de guionistas, parones en Estados Unidos y cosas así, pero no es propio que no se detalle la información pertinente acerca de cómo va a seguir una serie. Con Prison Break, por ejemplo, están haciendo lo mismo, así que un servidor no entiende por qué en el Gobierno se llevan las manos a la cabeza cuando el usuario de a pie se descarga cosas por internet... A día de hoy es la única manera segura de poder continuar una serie.

Pero estábamos con Dexter. Tras una primera temporada genial, dudaba de que una segunda pudiera seguir en la misma línea... ¡Y resultó mejor!. Si bien en la primera la trama central iba ligada al hermano del protagonista, que resultó ser un psicópata todavía más implacable, en la segunda Dexter tuvo que enfrentarse a un inteligente sabueso del FBI que intentaba por todos los medios su captura. Pero Dexter supo echar la culpa a su gran enemigo en el cuerpo, el sargento Doakes, además de asesinar a su amante (su morbosa madrina de la terapia antidroga que seguía) sin corromper su código.

¿Qué se podía esperar en esta tercera parte? Algunos personajes cambiaron (la razón se entiende de lo escrito en rojo) lo que daba juego para más asuntos personales, pero también secundarios. El problema, a mi modo de ver, estribaba en que Dexter volviera a tener un enemigo carismático.

Problema resuelto. Los hábiles guionistas de la serie decidieron dar entrada a Jimmy Smits (La ley de Los Angeles, La venganza de los Sith) un intérprete ya curtido, que encarnó a la perfección a un durísimo fiscal que perseguía de forma implacable al mundo criminal.

El problema no consistía en que este temible fiscal persiguiera a Dexter, sino más bien lo contrario: por casualidad, Miguel Prado (así se llama el personaje en cuestión) pilla a Dexter cuando acaba de cargarse a Freebo, el supuesto asesino del hermano de Prado. El problema, claro, es que al hermano de Miguel lo había matado el propio Dexter, ya que el sujeto en cuestión no era tan simpático y legal como creía su familia.

¿Cual fue la reacción de Miguel Prado? Total agradecimiento a Dexter por haber llevado a cabo su venganza. Pero el asunto no quedó ahí. Dexter trató de hacer creer a Prado que había sido un único crimen, pero el fiscal, muy inteligente, dedujo otro asesinato del protagonista. Al final Dexter tuvo que contarle su secreto y Prado se mostró ansioso por limpiar las calles de asesinos.

Parecía que Dexter por fin había encontrado a un amigo, un ser que entendía y compartía su oscuro secreto. Sin embargo Miguel no se regía por el mismo código que le enseñó su padre y tardó poco en matar a una abogada defensora que sólo era culpabe de hacer bien su trabajo.

A partir de aquí Dexter y Prado se convirtieron en enemigos y, finalmente, Dexter acabó con él como siempre, de una forma sutil e inteligente. Pululaba por la serie otro psicópata (cada vez hay más, así que a ver qué sucede en la cuarta temporada) y Dexter se las arregló para primero matarlo y segundo culparle de la muerte de Miguel Prado. Todo un artista, ¿verdad?

La temporada termina con la boda entre Dexter y su novia Rita (curiosamente en la vida real, el actor está casado con Jennifer Carpenter, que es su hermana en la serie) de forma que queda más o menos terminada, no como ocurrió en la primera. Por mi parte lo prefiero: una cosa es que ten mantengan en vilo toda una temporada y otra que, al final, te dejen con las ganas hasta que la serie vuelva. Así se corre el riesgo de que se produzcan los terribles "cliffhanger" que no gustan a nadie.

Lo más importante de Dexter, a mi modo de ver, es que durante tres temporadas ha sabido mantener la calidad sin altibajos. El suspense está muy logrado y todo aquel que la sigue se engancha. Pero es que los personajes secundarios no son meras comparsas, sino que todos tienen algo que ver tanto en parte de la trama principal, como en varias subtramas que les confieren profundidad y personalidad (vamos, un diez para los guionistas).

Parece ser que habrá, como mínimo, dos temporadas más. Ojalá los guionistas sigan en esta línea de éxito, pues están convirtiendo Dexter en una serie de culto imprescindible, muy por encima de la sobrevalorada Héroes, a la que le ocurrió lo que a tantas: una primera temporada magnífica, que nunca volvió a repetirse.

lunes, 15 de junio de 2009

Noche en el museo 2

Valoración: Interesante

Tras La pantera rosa y Noche en el museo 1 y 2, tengo bastante claro que Shawn Levy es un director que sabe hacer reír. He de confesar que antes de ir a ver las tres películas mencionadas, tenía mis temores y, sin embargo, resultaron ser infundados porque en las tres ocasiones me he reído a modo.

Una secuela de un filme de humor suele ser difícil, entre otras cosas porque los argumentos en este tipo de películas son bastante planos. Pero Levy sabía qué debía hacer: continuar en la línea de la primera parte, aumentando la sorpresa y los gags. Definitivamente lo ha conseguido: la factura visual continua siendo impecable, los personajes histriónicos (tanto los antiguos como los nuevos) y las situaciones absolutamente hilarantes.

Ben Stiller repite en el papel protagonista. También volveremos a disfrutar con las ocurrencias de Owen Wilson y la sobriedad del personaje interpretado por Robin Williams. Pero si hay que destacar a un actor por encima del resto, sería Hank Hazaria (famoso por poner voz a Los Simpson en la versión original). Su repertorio cómico es digno de mención, despertando auténticas carcajadas entre los asistentes, recordando en algún que otro momento al super-villano "Dr. Maligno" de Austin Powers.

Lo mejor de Noche en el museo 2 es que no engaña a nadie: sin ser una mala película (aunque ni mucho menos es una obra de arte) promete diversión a raudales y a fe que lo consigue.

Noche en el museo

Valoración: Pasable

Tras la divertidísima La pantera rosa, Shawn Levy vuelve a hacernos reír con esta divertida comedia en la que un hombre divorciado, sin trabajo y con un hijo que ya no cree en él, elige como última oportunidad para evitar el deshaucio un trabajito como vigilante nocturno de un museo.

Poco iba a imaginar nuestro protagonista, el sobrevalorado cómico Ben Sitller, que por la noche todo el museo cobra vida, algo que sirve a los guionistas para conformar una entretenida trama que provocará en todo momento la sonrisa del espectador, con lo que podríamos decir que el film cumple sus expectativas.

Junto a Stiller tenemos a su sempiterno compañero de fatigas, Owen Wilson y a un par de auténticos veteranos como el inolvidable Mickey Rooney o Dick Van Dyke. Los personajes femeninos están un tanto desaprovechados, con la estupenda Carla Gugino en un rol menor o Kim Raver de 24, actriz que ofrece más posibilidades de lo que parece en este film.

El caso es que entre los impecables efectos especiales y las hilarantes situaciones, la película es muy fácil de ver y a buen seguro que hará pasar un buen rato a cualquiera que decida su visionado.

viernes, 12 de junio de 2009

LIFE (fin 2ª temporada)


ATENCIÓN PELIGRO SPOILER: La siguiente entrada desvela partes importantes de la trama; léelo bajo tu propia responsabilidad.


La semana pasada terminó en AXN la segunda temporada de la entretenida serie Life. Para los que no la siguiérais, deciros que se trata de una de policías con un argumento central que, dentro de lo trillado que ya está, tiene algún punto original.


No es nuevo que un protagonista lleve aislado del mundo varios años y se encuentre con un llamemos futuro próximo en las narices. En España, sin ir más lejos, Toni Cantó vivió algo similar en 7 vidas (serie que en mi opinión perdió el sentido cuando dicho actor la abandonó). Las causas suelen ser accidentes que te dejan años en coma o viajes en el tiempo. Sin embargo, en Life tenemos a un policía condenado por un delito que no cometió, declarado por fin inocente más de diez años después.


Cuando nuestro héroe vuelve a las calles, recibe un auténtico dineral por todos los años pasados en presidio y, además, deja de ser agente para convertirse en detective, cumpliendo así su sueño. Pero claro, al hilo de lo que comentábamos en el párrafo anterior, el protagonista no sabe nada de móviles, GPS y toda una serie de avances descubiertos mientras estaba encerrado en prisión.


Mientras va resolviendo diferentes casos con su compañera, al final de cada capítulo va obteniendo pequeñas piezas para resolver su gran rompecabezas final: quién le metió en la cárcel, por qué y quién fue el verdadero asesino.


En la primera temporada resolvió el crimen, así que parecía que la NBC no concedería una segunda, pero ¡oh sorpresa!, Life la obtuvo, aunque no sin dificultades.


En esta segunda se desvela que hubo una serie de personas implicadas en lo que hemos definido como trama principal, así que nuestro detective debe seguir resolviendo el puzzle, aunque he de reconocer que se pierde un tanto el interés.


El protagonista es el británico Damian Lewis (El cazador de sueños, Hermanos de sangre) que interpreta de forma maravillosa este peculiar personaje que no para de comer fruta (alude a que en la cárcel nunca la probó) y que se rige por la filosofía zen, motivo por el cual suele lucirse con comentarios un tanto extravagantes.


Su partenaire es la atractiva Sarah Sahi (Aquellas juergas universitarias) que pone el contrapunto serio a las pequeñas locuras de su compañero.


Al final de esta segunda temporada, el detective Crews (así se llama el protagonista) debe acabar con un malvado ruso, al que mata de un certero golpe de cárate en la nuez. Acto seguido mira a todos los secuaces del villano muerto y, ni corto ni perezoso, esbozando una sonrisa, les comenta: "Ya sois libres. Vuestras familias ya no están amenazadas. Podéis marcharos" y de esa manera tan sorprendente sale airoso de una situación en la que parecía no tener salida.


Ése es Charlie Crews y, gracias a él y su modus operandi, la serie se ha mantenido un segundo año en antena. ¿Habrá tercera temporada? Sinceramente lo dudo, pero bueno, nunca se sabe.

HOUSE (fin 5ª temporada)


ATENCIÓN PELIGRO SPOILER: La siguiente entrada desvela partes importantes de la trama; léelo bajo tu propia responsabilidad.


El martes terminó en FOX la quinta temporada de la aclamada serie de televisión House, con un final de lo más sorprendente: Cuando todos creíamos que el eminente Gregory House estaba teniendo un affaire con su directora (la doctora Lisa Cuddy), resulta que todo estaba en su cabeza y era víctima de una alucinación a lo grande.


La quinta temporada ha deparado muchas sorpresas. Por un lado muere uno de los protagonistas principales (el doctor Lawrence Kutner), por otro por fin Cameron y Chase se comprometen en matrimonio y por último, House comprende al fin el problema que tiene con la bicodina, causante de todas sus alucinaciones de final de temporada, por lo que decide ingresar de forma voluntaria en un sanatorio mental, ante la preocupada mirada de su mejor amigo, el doctor Wilson.


House, una vez más, no ha defraudado. Hugh Laurie sigue manteniendo a sus adeptos e incondicionales con su mordaz, irónico y brillante humor. Sus peleas con Cuddy, su equipo, los pacientes y los familiares de éstos continuan haciendo las delicias de sus seguidores, entre los que me incluyo. Además, cuando parece que ya no pueden surgir nuevos problemas médicos a los que este Sherlock Holmes de la medicina pueda encontrar respuesta, los guionistas de la serie nos deleitan con un impresionante despliegue de imaginación.


Como suele ser habitual, la trama queda absolutamente abierta, de tal manera que deberemos esperar ansiosos al comienzo de la sexta temporada. ¿Algunas novedades? Os puedo adelantar alguna cosilla como que Lin-Manuel Miranda (ganador del último premio Tony) interpretará al compañero de habitación de House en el psiquiátrico, aunque no se convertirá en habitual dentro de la serie.


Parece ser que el 21 de septiembre se estrenará la nueva temporada en Estados Unidos. Veremos cuánto tarda la FOX en emitirla en nuestro país.

jueves, 11 de junio de 2009

David Carradine nos ha dejado


El día 4 de Junio, David Carradine, el famoso protagonista de Kung-fu, fue hallado muerto a sus 72 años en su habitación del hotel Park Nai Lert de Bangkok, en extrañas circunstancias. Parece ser que fue un accidente por asfixia autoinfligida debida a los peculiares gustos privados del actor, pero prefiero no entrar en eso y limitarme a rendirle un pequeño homenaje en forma de recuerdo, con un breve resumen de lo que fue su carrera artística. Me hubiera gustado haberlo escrito la semana pasada, pero últimamente llevo tal ajetreo que tengo un tanto descuidados tanto a mis lectores como a los creadores de los blogs que sigo. Prometo intentar aplicarme un poco más, de verdad.

Carradine nunca fue considerado un gran actor. La fama le llegó por pura suerte: un papel que inicialmente estaba destinado al mítico Bruce Lee, para una serie de televisión, terminó cayendo en sus manos a pesar de su desconocimiento supino del mundo de las artes marciales. Evidentemente nos referimos al monje shaolín chino-americano Kwai Chang Caine de la ya mencionada Kung-fu (la excusa para dejar fuera a Lee es que sus rasgos eran demasiado asiáticos y claro, el personaje tenía que tener algo de estadounidense).

Curiosamente, participar en esta serie le hizo convertirse en un adepto de las mencionadas artes, llegando incluso a escribir un libro al respecto (¡qué cosas!). De hecho, tras la serie, su nombre fue ligado a películas de esta índole como El círculo de hierro de Richard Moore (1978) o Lone Wolf McQuade de Steve Carver (1983), donde se las vería con otro tipo duro: Chuck Norris.

Sus películas más representativas fueron: Boxcar Bertha de Martin Scorsese (1972), Esta tierra es mi tierra de Hal Ashby (1976), El huevo de la serpiente de Ingmar Bergman (1977), Forajidos de leyenda de Walter Hill (1980), Río abajo de José Luis Borau (1984) y, por último, su gran aparición en la serie de dos películas en las que Tarantino homenajeó a cine y cómic de artes marciales: Kill Bill.

Seguramente muchos lo recordarán también por otra serie de televisión, Norte y Sur, donde encarnaba al malvado y temible Justin LaMotte, papel por el que fue nominado a un globo de oro.

Como ya he dicho, nunca fue reconocido como actor de prestigio, pero indudablemente sabía hacer de villano como nadie. Descanse en paz.

martes, 9 de junio de 2009

Terminator Salvation

Valoración: Regular

James Cameron revolucionó el mundo de la ciencia ficción con el universo Terminator, de ahí que Terminator Salvation fuera uno de los estrenos más esperados del año. Iluso de mí, pensaba que iban a arreglar el desaguisado producido en la tercera parte de la saga... Todo lo contrario. En lugar de intentar hacer justicia al genial cineasta antes nombrado, los nuevos productores (desgraciadamente ya nada de esta serie tiene que ver con Cameron) se han limitado a exprimir al máximo la gallina de los huevos de oro, aprovechando la gran fama cosechada por Terminator 1 y 2.

Si Jonathan Mostow no tenía el suficiente caché como director para acometer un proyecto de la envergadura de Terminator 3 (como así quedó demostrado), ¿alguien puede decirme que méritos ha contraído McG para continuar la saga? Teniendo en cuenta que su mayor logro ha sido filmar la versión cinematográfica de Los Angeles de Charlie, a lo mejor lo han escogido para este proyecto por su rapero nombre. Con lo poco en serio que se lo han tomado, ¿por qué no?.

El guión daría para escribir un libro entero con la cantidad de incongruencias que aglutina, aunque resaltaré la más obvia: La historia está ambientada en un futuro alternativo en el que todavía no se han llevado a cabo los viajes en el tiempo (la edad del personaje que interpretó Michael Biehn en su día nos revela dicho dato), por lo tanto no tiene sentido que Skynet tenga tantos conocimientos acerca del protagonista y mucho menos que desperdicie tantas y tan claras oportunidades para acabar con él. Otro problema importante viene relacionado con el género. Todos sabemos que en la ciencia ficción las películas suelen tomarse sus licencias, pero en este caso se llega al absurdo de tal manera, que uno acaba indignado al pensar que Michael Ferris y John D. Brancato (escritores que ya destrozaron Terminator 3) nos toman por idiotas. Para terminar con este lastimoso libreto, no concibo cómo las mismas máquinas que en las ediciones anteriores eran auténticos exterminadores, aquí encuentran dificultad en el uno contra uno frente a humanos, por no hablar de un nuevo robot con alma, en un vano intento por imitar la profundidad que alcanzó el personaje de Schwarzenegger en Terminator 2.

Alguno preguntará: ¿en qué consiste entonces el argumento? Nada más y nada menos que en tardar 115 minutos en explicar el mundo apocalíptico que James Cameron nos relató de una manera sutil y genial en apenas cinco. Es la diferencia entre saber contar historias y no tener talento ni capacidad para ello.

En cuanto a los actores, destacar la impecable interpretación de Christian Bale, a quien tan bien se le dan los roles de tipo atormentado (lástima que no hubieran pensado en él para Anakin Skywalker en lugar del patético Hayden Christensen), la breve presencia de Michael Ironside (el carismático Ham Tyler de V) en un papel totalmente desaprovechado y, cómo no, el uso de una heroína (la poca imaginación ha llegado hasta aquí) algo que ha correspondido a la televisiva Moon Bloodgood (Day Break, Journeyman).

Si no fuera por la existencia de James Cameron, la película ganaría ya que, sin la carga que conlleva ser la continuación de dos obras maestras, diríamos sobre ella que resulta entretenida. Pero claro, sin filmes como Aliens, Abyss, Mentiras arriesgadas o los dos primeros Terminator, probablemente el cine perdería la categoría de Séptimo Arte, por lo tanto McG y todos los productores de esta peliculita, se tendrán que aguantar al no poder librarse nunca de la hegemonía de Cameron en la serie.

Así pues, ¿habrá algo bueno en Terminator 4? Pues sí, más o menos todo lo que recuerda a James Cameron, como la banda sonora (llegan a añadir un fragmento de You could be mine de Gun's & Roses), los efectos visuales (más en concreto todo lo referente a las máquinas) varias secuencias calcadas de las dos primeras partes (seguro que tienen el morro de llamar a esto homenaje en lugar de falta de imaginación) y el pequeño cameo con el que Arnold Schwarzenegger ha conseguido deleitarnos a todos. ¿El resto? Suprimible.

viernes, 5 de junio de 2009

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Valoración: Pasable

Pobre e innecesaria tercera parte de la saga Terminator: pobre, porque a diferencia de las anteriores, sus efectos especiales no son revolucionarios para su época y triste, porque lejos de dignificar a sus predecesoras, las deshonra con un argumento plano, repetitivo e insulso.

Jonathan Mostow, director de las flojas Breakdown y U-571, se encargó en 2003 de dirigir esta película que jamás debió ver la luz, ya que empequeñece las dos genialidades que previamente nos regaló el gran James Cameron. De hecho, si algo quedó claro con Terminator 3 es que los grandes proyectos deben ser acometidos por los cineastas más importantes y no por realizadores de medio pelo como es el caso de Mostow.

Pero si la dirección es mediocre, ¿qué decir del guión de John Brancato, Michael Ferris, Tedi Sarafian? ¿Hacen falta tres escritores para intentar mal imitar la insigne obra de Cameron? Increíble.

Por si la mala dirección y el tonto guión no fuera suficiente castigo, ahora toca hablar de los actores. Claire Danes trata de ser la nueva Linda Hamilton (no lo consigue) y el patético Nick Stahl representa a un John Connor sin ningún tipo de carisma, algo inverosímil teniendo en cuenta que será el salvador del mundo. Kristanna Loken es la espectacular malvada (espectacular por belleza, ya que dista muchísimo de la calidad que poseían los villanos en las dos primeras entregas de la saga). Así pues, el único que se salva es Arnold Schwarzenegger repitiendo su rol de exterminador "bueno" de Terminator 2, pero más por la gracia que nos hace al recordar tiempos pasados y por los buenos golpes de humor que protagoniza, que por lo que realmente demuestra en este filme, que es muy poco.

Es un crimen que dos películas referencia en el cine de ciencia ficción tengan una tercera parte tan descuidada y de tan ínfima calidad, confeccionada únicamente para sacar el dinero a todos los aficionados al universo Terminator, así que, si tuviera que calificar esta producción con un adjetivo, sería el siguiente: insultante.

miércoles, 3 de junio de 2009

Terminator 2: El juicio final

Valoración: Excelente

En 1991 el genial James Cameron realizó la más que esperada secuela de “Terminator”. Dado el calado de ésta, había que tener un gran cuidado para mantener la calidad. Cameron no sólo la mantuvo, sino que se superó en la que es, sin lugar a dudas su mejor película y toda una referencia para el género de la ciencia ficción.

A pesar de la gran calidad de la película original, Cameron la mejoró en todos los aspectos. Por un lado, los efectos especiales marcaron una época, logrando una gesta repetida únicamente en “Matrix”: obtener los cuatro Oscar técnicos de la Academia. Después tenemos a los personajes, sobre quienes el guión todavía profundiza más que en la parte anterior, con todo lujo de detalles acerca de sus diferentes personalidades. Por último nos queda la impresionante fuerza narrativa con la que está relatada, introduciendo de lleno al espectador en el futuro apocalíptico que espera a la humanidad, la cual está avocada al fracaso no por las temibles máquinas, sino por su propia naturaleza destructiva.

Con una impresionante puesta en escena, James Cameron logra hipnotizar a todo el mundo en esta arrolladora historia, plena de talento, demostrando que el cine de autor no tiene por qué estar reñido con el entretenimiento.

En cuanto a los actores, si Schwarzenegger ya estuvo bien en la primera parte, en esta segunda lo borda. No sólo ya no es el villano, sino que conforme avanza el metraje comprende y envidia a los humanos por un hecho: sus sentimientos. El personaje de Linda Hamilton también sufre una gran evolución, convirtiéndose en una mujer de armas tomar, una líder capaz de tomar decisiones por difícil que sea el momento. Ambos se enfrentarán a uno de los mejores villanos de la historia del cine, Robert Patrick, que encarna a un exterminador de metal líquido que hará las delicias de todo el mundo.

Al final Cameron abre una pequeña puerta a la esperanza, en un breve pero intenso estudio acerca del destino y el futuro, con el que pone el broche de oro a la que muchos consideramos la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos, un impresionante espectáculo audiovisual con un gran calado humano, imitado hasta la saciedad pero difícilmente igualado. Impagable.

martes, 2 de junio de 2009

Terminator

Valoración: Excelente

En 1984 James Cameron filmó la que sería primera de una larga serie de éxitos: Terminator. Se trata de una película excepcional que toma como referencia de fondo la preocupación que había en los ochenta por una posible guerra nuclear, además del incipiente crecimiento de la tecnología, que se encontraba en los prolegómenos de la inteligencia artificial.

Una de las principales bazas donde radica su éxito es su magnífico guión, capaz de contar una impecable historia de interés humano, protagonizada por personas de a pie que, en cuestión de minutos, dejan de pensar en cómo llegar a fin de mes para centrarse únicamente en sobrevivir.

Es aquí donde destacamos el estupendo trabajo de Cameron con sus intérpretes, sobre todo Linda Hamilton y Michael Biehn, que protagonizan una de las más bellas y reales historias de amor jamás filmada. Luego tenemos al gran Arnold, que comenzaría su exitosa carrera interpretando de forma absolutamente convincente a un robot asesino, casi invulnerable, que no parará hasta llevar a cabo su misión, que no es otra que privar de futuro a la humanidad.

Así pues nos encontramos ante una película que combina hábilmente la acción y el dramatismo, despertando en el espectador sentimientos de inquietud y angustia provocados por lo catastrófico del relato, una ambientación tétrica y lóbrega de Los Angeles a la que no estamos habituados y un derroche de imaginación propio de ese genio llamado James Cameron, que completó un filme impagable, que se convertiría en referencia absoluta para la ciencia ficción.

lunes, 1 de junio de 2009

Millennium I: Los hombres que no amaban a las mujeres

Valoración: Floja

El realizador danés Niels Arden Oplev dirige la versión cinematográfica del best-seller homónimo de Stieg Larsson, libro que confieso no he leído, de ahí que mi opinión se cimente únicamente en el largometraje en cuestión.

Lo primero que debe dominar un buen cineasta para elaborar cine de calidad es la sabiduría a la hora de contar historias y, desgraciadamente, Niels Arden no posee dicho talento. Tenemos un relato en clave de thriller donde un periodista, ayudado por una excéntrica joven, debe resolver un misterio acaecido años atrás. Pero la narrativa es tan torpe y el metraje tan largo (dos horas y media) que llega un momento en que al espectador le da exactamente igual quién es el asesino y a quién ha podido matar.

Hay elementos que podrían convertir el relato en algo bastante adictivo: el carácter depravado y oscuro de la protagonista femenina (el guión sólo escarba ligeramente la superficie a este respecto) un oscuro pasado enturbiado por la presencia del nazismo, tipos peligrosos que harán lo posible por mantener los secretos de una inquietante familia... Pero no se puede pedir milagros a quien no sabe hacer atractiva la trama, ya que la investigación es repetitiva y nada original, las pistas que se siguen son tan evidentes que uno no comprende cómo algo así lleva oculto tantos años y el supuesto clímax final que todos esperamos con la resolución del caso, simplemente no existe.

Se podría llegar a pensar que la investigación es tan insulsa porque lo realmente importante es la crítica hacia la sociedad sueca, de forma que el guión se centra en los personajes y sus vidas. Entonces, ¿por qué no hay un estudio realmente profundo acerca de ninguno de ellos? ¿Por qué se desaprovecha de forma tan insultante el juego que podría dar la famosa Lisbeth Salander?

Por si fuera poco, técnicamente la cinta es un fracaso total, ya que la composición de la mayoría de las secuencias está llevada a cabo como si de un telefilme se tratara, sin saber aprovechar en ningún momento las posibilidades que ofrece el formato panorámico, de forma que la puesta en escena es pobre, tosca y mediocre.

Tengo entendido que la novela es de calidad, pero no por el hecho de estar basada en un superventas una película tiene que ser calificada de buena por decreto. Todos sabemos cómo funciona el cine de hoy en día: Hagamos una película sobre una serie de libros que cuentan con una verdadera legión de fans; da igual que no tengamos ni idea de hacer cine, porque todos verán la película y nos forraremos. Personalmente, no seré yo quien vuelva a permitir que Niels Arden Oplev vuelva a torturarme en una sala de cine.