jueves, 26 de agosto de 2010

Dos mulas y una mujer


Valoración: Buena

Segunda película de Don Siegel con Clint Eastwood como protagonista. El film se basa en un intento de conjugar el spaguetti western, tan de monda en aquella época, con la visión americana del género. De hecho, hay referencias a Sergio Leone durante todo el metraje.

Hablar de Dos mulas y una mujer es hacerlo de sus dos protagonistas: Clint Eastwood, en su línea de tipo duro y pasota, sólo interesado en el dinero y una estupenda Shirley MacLaine, que desempeñó a la perfección un papel inicialmente pensado para Elizabeth Taylor, pero que parece se adaptaba mejor a sus características. Tal es así que en muchos momentos se come incluso al propio Eastwood.

Una parte importante del argumento radica en la tensión sexual entre sus protagonistas, eso que tantas y tantas veces se ha explotado en las series de televisión. Aquí Siegel trata de desarrollarlo de forma cómica, con cierto éxito ya que ambos actores llegan a protagonizar alguna que otra secuencia memorable.

Quizá no funcione demasiado bien como película del oeste, sin embargo, como comedia de pareja es magnífica: dos personajes inmorales y egoístas a quienes parece que sólo les mueve la codicia y que nunca sabes si van a terminar juntos o disparándose el uno al otro (algo así como las historias entre Rock Hudson y Doris Day, pero a lo bestia).

No hay grandes duelos ni secuencias memorables de acción, lo que sin duda defraudará a muchos. Sin embargo, Clint Eastwood y Shirley MacLaine, con su buen hacer, consiguen dejar una impresión final de deliciosa comedia de vaqueros que merece la pena.

Escalofríos (Wind Chill)


Valoración: Muy mala

Tras Criminal, Gregory Jacobs decidió pasarse al género de terror con Escalofríos, una mediocre, aburrida y nada original road movie sobre dos chavalitos que vuelven a casa por Navidad compartiendo coche.

¿Qué puedo decir de esta película sin insultar a su director? Lo tengo difícil. La trama transcurre con muy poco sentido, el miedo no aparece por ninguna parte y los actores se limitan a recitar de memoria el texto de sus papeles.

En fin, sin más dilación (no quiero aburrir tanto como Jacobs) lo resumiré en una frase: evitadla tanto como el desvío a la carretera 606.

Hitman


Valoración: Mala

Desgraciadamente, lo habitual en una adaptación de un vídeo-juego al cine es que el proyecto resulte un desastre y Hitman no es una excepción a dicha regla. La película dirigida por el realizador francés Xavier Gens tiene muy poco que contar: un despiadado asesino a sueldo se convierte en objetivo y debe llevar a cabo una serie de pesquisas para tratar de salvar el cuello.

Tras esta premisa tan poco original, se encierra un film con un argumento plano, personajes sin definir, intriga sin interés y ningún rigor hacia las leyes físicas que en su día enunciaron genios tan respetables como Albert Einstein. Puedo entender que en un juego de ordenador un personaje pueda dar saltos imposibles o salir ileso de caídas, pero ¿en una película? Dentro del género fantástico sí, sin embargo Hitman no va en esa línea.

Por si fuera poco, las coreografías entre peleas, que deberían ser el punto fuerte de esta producción, son muy poco satisfactorias (por utilizar un eufemismo).

Nos quedan los actores. De entrada son bastante conocidos: Timothy Olyphant (La jungla 4.0, Deadwood), Dougray Scott (Misión Imposible 2, Mujeres desesperadas), Olga Kurylenko (Quantum of Solace, Centurión) o Robert Knepper (Prison Break, Transporter 3) pero ni están interesados en esforzarse en su trabajo ni tienen nada a lo que agarrarse (el guión es un desastre).

Así pues, jugad al vídeo-juego, que es bastante entretenido y olvidad que se ha hecho una película basada en él.

Paycheck


Valoración: Interesante

En 2003, John Woo se encargó de adaptar para la gran pantalla la enésima novela de Philip K. Dick, un trepidante thriller de acción, con base en la ciencia ficción, que tuvo como resultado final la calificación de bastante entretenido.

No soy precisamente un admirador de John Woo. La mayoría de sus producciones me parecen aburridas, a pesar de que es un realizador integrado en el género de la acción. Pero es que tanto abuso de cámara lenta termina por ponerme nervioso. Pues aquí no: Woo decide dar vivacidad al relato y se olvida de ese recurso tan característico suyo (aunque no de su sempiterna paloma, que tiene sus pequeños cinco segundos de protagonismo).

La trama tiene un desarrollo frenético en su primera parte, para pasar a un exceso de secuencias de acción en su parte final. Visualmente lograda, tiene ese puntito de adrenalina suficiente como para enganchar al espectador hasta el final, lo que unido a la adecuada duración del metraje, la convierte en un buen entretenimiento.

Ben Affleck (El indomable Will Hunting, Armageddon) es el protagonista. Aunque tampoco es santo de mi devoción, se puede decir que aquí sale airoso del trance. Del resto del elenco destacaremos la frescura en la interpretación de Uma Thurman (Pulp Fiction, Kill Bill), el punto cómico proporcionado por el gran Paul Giamatti (Entre copas, Cinderella Man), Aaron Eckhart (El caballero oscuro, La Dalia Negra) cómo no, de villano de la función, Joe Morton (Terminator 2) y Colm Feore (El intercambio) aportando el toque de veteranía y, por último, la presencia de un jovencísimo Dexter (Michael C. Hall) por aquel entonces no tan conocido como ahora.

Y nada más, una típica película de acción con dosis de humor y aventuras, dentro del universo Philip K. Dick, con un par de homenajes a Cara a cara (del propio John Woo) con la que cualquiera puede pasar un buen rato, que no es poco.

miércoles, 25 de agosto de 2010

El seductor


Valoración: Notable

Tras La jungla humana y Dos mulas y una mujer, Don Siegel volvió a dirigir a Clint Eastwood en El seductor, un atípico western basado en la novela de Thomas Cullinan, ambientado en la Guerra de Secesión norteamericana.

Se trata de una película muy diferente a lo que Eastwood y Siegel nos tienen acostumbrados. Se podría decir que es un pequeño relato de terror psicológico, pues el protagonista es un soldado un tanto despreciable y muy peligroso que, malherido, es acogido en una escuela de señoritas del sur. A partir de ahí, el guión se centra en los maquiavélicos y perversos planes de este sujeto, perfectamente interpretado por Clint Eastwood, que sabrá aprovecharse de los celos reinantes para sus propios fines.

El estudio llevado a cabo sobre este grupo de mujeres, absolutamente reprimidas, que ven la oportunidad de escapar a una vida que odian en secreto, es sublime. El guión juega sabiamente con el morbo de la situación, obteniendo el máximo jugo posible de todos los personajes, de forma que al final uno tiene la sensación de estar viendo una pieza teatral en toda regla. También es interesante la fotografía, sobre todo el color y los contrastes de luz, los cuales, conjugados con la siempre soberbia puesta en escena de Siegel, ofrecen en muchos momentos una sensación onírica (eso que tan de moda volvió a poner en nuestros días Tim Burton).

Volviendo a Eastwood, su tratamiento del personaje es impecable, aportando todo tipo de matices para que el espectador descubra a un hombre absolutamente falso, que se muestra encantador, pero que encierra una terrible verdad. Mediante un buen uso del flashback, iremos conociendo las mentiras y engaños de este perverso personaje, que terminará descubriendo la crueldad de la que es capaz cualquier mujer despechada.

Así pues, un film que fracasó en el apartado comercial, pero cuya calidad puso de manifiesto que encasillar a alguien como Clint Eastwood era un error de enormes proporciones.

El único (The one)


Valoración: Pasable

James Wong (Destino final) dirigió en 2001 esta película de artes marciales entroncada en el género de la ciencia ficción. De entrada, la premisa de las realidades paralelas sobre la que parte el argumento no es mala. Lo que pasa es que el guión utiliza dicha premisa para aderezar una historia de acción, en lugar de indagar más en los asuntos propiamente científicos del relato, lo que deviene en el disfrute de los seguidores de Jet Li y el descontento del resto.

El elenco elegido es importante, lo que defrauda todavía más, pues uno piensa que va a ver una superproducción y se encuentra con un film que perfectamente podría haber salido directamente a vídeo-club. Dos policías, Delroy Lindo (Las normas de la casa de la sidra) y don Jason Statham (Transporter) intentarán dar caza a Jet Li a lo largo y ancho del Multiverso (palabra con la que se designa la totalidad de universos existentes). La atractiva y sensual Carla Gugino (El beso de Judas, Snake Eyes) es la actriz principal, encarnando a diferentes personajes en función de la realidad que se muestre en pantalla y James Morrison (Buchanan en 24) es un policía de a pie que desconoce por completo la situación del momento.

La trama que une toda la película se centra en una posible destrucción de todos los mundos si el villano de la función logra llevar a cabo un macabro y obsesivo plan, el cual no desvelaré. Pero está relatado con tal simpleza, que no puedo por menos que pensar que James Wong ha perdido una importante oportunidad de producir una gran película de género, en favor de tratar de enfervorizar al público con una pelea entre dos Jet Li. Y ni siquiera ese momento podría calificarse de memorable, puesto que no es, ni de lejos, la mejor coreografía en la que haya participado nuestro protagonista.

Así pues tenemos a Jet Li repartiendo a diestro y siniestro, Jason Statham soltando sus chascarrillos habituales "made in Bruce Willis", Carla Gugino intentando calentar al personal, estética imitación a Matrix y un pobre guión basado en una buena idea, pero sin talento necesario como para desarrollarla.

Conclusión: ¡Qué pena que esta historia no cayera en manos de Spielberg!

Thunderbirds


Valoración: Mala

Jonathan Frakes
, conocido por dirigir y protagonizar algunas de las películas de Star Trek, dirigió en 2004 esta adaptación al cine de una serie televisiva de mediados de los sesenta, con claras influencias de Spy Kids.

Estamos ante una película que no debería ser calificada para todos los públicos, sino simplemente para menores de diez años. La razón es clara: sólo alguien de una tierna infancia podrá encontrar entretenida esta mediocridad de película.

El caso es que el reparto tiene nombres importantes como Bil Paxton, Ben Kingsley o Anthony Edwards, algo para mí incomprensible, porque contar con buenos intérpretes para realizar una película tan insignificante como ésta, escapa a mi entendimiento.

Imagino que Frakes, sabedor del éxito comercial que había cosechado Spy Kids, intentó algo parecido. Lamentablemente, el resultado fue nefasto.

martes, 24 de agosto de 2010

Escalofrío en la noche


Valoración: Buena

Ópera prima del gran Clint Eastwood en lo que a dirección se refiere. Basada en un relato de Jo Heims, Escalofrío en la noche es un thriller de suspense en el que un locutor de radio local se ve acosado por una peligrosa oyente, hasta el punto de que su vida y la de sus personas cercanas comienza a correr peligro.

Podríamos destacar tres grandes influencias en esta película. Por un lado, Eastwood se convirtió en heredero de ese fantástico pulso narrativo que Don Siegel sabía conferir a sus películas. Por otro, las reminiscencias con respecto a El seductor son más que evidentes. Y, en tercer lugar, el gusto del protagonista por el jazz queda patente en toda la producción. Aunque sería injusto obviar la influencia hitchcockiana, ya que algunas secuencias dramáticas guardan cierta similitud a la archifamosa Psicosis.

En cuanto al elenco, tenemos al señor Eastwood muy propio en un rol diferente al que suele encarnar (nada que ver con Harry el Sucio). Aunque si alguien destaca de todo el reparto es Jessica Walter; se mete tan de lleno en su psicótico papel que haría palidecer a la mismísima Glenn Close (de hecho Atracción fatal es una copia descarada de este film). Es aquí donde Eastwood comenzó a demostrar ese don que tiene para trabajar con los actores. En concreto, la mencionada intérprete nunca volvería a repetir una actuación similar, quedando casi relegada al mundo de la televisión. Como curiosidad mencionar que Don Siegel aparece brevemente como secundario, sin duda un sentido homenaje en forma de gratitud de Eastwood hacia su maestro.

Así pues, Clint Eastwood logró salir más que airoso de su primera experiencia tras las cámaras con esta película, en la que uno llega incluso a pasar miedo, sobre todo por lo impredecible de la malvada protagonista femenina. Demostró dominio de la cámara, sobriedad narrativa y capacidad para sacar el máximo de sus actores, algo que muchos realizadores no logran dominar en toda su carrera. Así comenzó la leyenda de quien posteriormente sería calificado como uno de los grandes clásicos del cine.

21 Black Jack


Valoración: Floja

Robert Luketic, director de películas tan tontas como La madre del novio o Una rubia muy legal, continúa en su línea de mediocridad con 21 Black Jack, un film menor que adapta al cine la novela de Ben Mezrich, supuestamente basada en hechos reales.

El guión es bastante malo. Puede que sus responsables (encima son dos) crean que la inteligencia del público cinéfilo está por debajo de la media, porque hacía tiempo que no me topaba con tal cantidad de frases manidas, situaciones cliché y tan poca originalidad en una misma cinta. De lo que no tengo ninguna duda, es de que ninguno de los dos ha visto films de cartas tan insignes como El rey del juego o Rounders, porque jugar a las cartas no puede ser tan aburrido, porque añadir moralina cuando hablamos de un juego de azar resulta absurdo y porque tratar de dar un toque de gracia en los últimos minutos con un final sorpresa, que no sorprende, resume el querer y no poder de este pobre libreto.

Luego está el descalabro cometido con el elenco. Kevin Spacey (destilando clase cada vez que aparece en pantalla) y Laurence Fishburne ven minimizada su presencia en favor de una serie de actores jóvenes y sin talento, que aportan poco o nada a sus personajes con sus vacías interpretaciones. Así, uno piensa en lo que pudo haber sido y no fue, si el guión hubiera sabido aprovechar a estos dos colosos en lugar de centrarse, únicamente, en intentar que el público juvenil abarrote las salas.

Del apartado técnico mejor ni hablar. Indiscutiblemente Luketic no es un virtuoso de la cámara. Los repetitivos planos van en consonancia con la falta de ritmo en la narración, aspectos estos fundamentales para concluir si una película es buena o mala y 21, suspende categóricamente en ambos.

En definitiva, un film olvidable del que sólo podemos rescatar la sonrisa de Kate Bosworth (tan guapa como mala actriz), la media hora inicial, algún que otro momento brillante del siempre genial Kevin Spacey y poquito más, por lo que la recomendación de un servidor es la siguiente: no la veáis.

lunes, 23 de agosto de 2010

Minority Report


Valoración: Excelente

Tras el fracaso de Inteligencia Artificial, Steven Spielberg resurgió de sus cenizas cual Ave Fénix y nos deleitó en 2002 con la espléndida Minority Report, basada en un relato corto de Philip K. Dick acerca de una sociedad en la que se detiene a los asesinos antes de que cometan su crimen.

La película es una obra de arte, se mire por donde se mire. Todos sabemos cómo cuida Spielberg el apartado técnico, destacando aquí el portentoso aspecto visual, muy fiel a lo que describía el escritor original. Además, Spielberg se luce con todo tipo de detalles futuros como coches que van pegados a las paredes, sofisticadas armas y un sinfín de avances tecnológicos.

Pero si los efectos son espectaculares, ante el guión hemos de quitarnos el sombrero. Scott Frank (Cómo conquistar Hollywood, La intérprete) y Jon Cohen logran salir airosos de una narración con muchos frentes abiertos: la duda moral que implica encerrar a alguien que no ha llegado a cometer un crimen, la pregunta sobre hasta qué punto se puede sacrificar a unos pocos inocentes por un fin mayor, las ansias de poder o el corazón roto de un padre que ha perdido a su hijo.

Es aquí donde hablamos de un magistral Tom Cruise, que sabe otorgar a la perfección la profundidad suficiente a un personaje tan complejo como el suyo. No sólo es el jefe de policía, sino que además debe lidiar con una situación personal insostenible y tratar de salir airoso de una terrible conspiración, urdida hasta el mínimo detalle. El rol le va como anillo al dedo al señor Cruise que, una vez más, se exhibe como uno de los mejores actores de acción del mundo.

El resto del elenco está formado por un impecable Colin Farrell (afortunadamente el torpe Javier Bardem dijo "no" a Spielberg cuando le ofreció este cometido), el veterano Max von Sydow, el divertido Peter Stormare (Armageddon, Fargo), la solvente Samantha Morton (En América, Acordes y desacuerdos) o la famosa Kathryn Morris de Caso Abierto entre otros, representando fielmente una serie de personajes definidos a la perfección.

Como resumen final diré que Spielberg supo volver a sobrecoger al gran público con esta pesadilla futurista de estética perfecta y puesta en escena soberbia, con ritmo trepidante, trama adictiva e impecables secuencias de acción, cuyo hilo argumental es, principalmente, una apasionante y espeluznante lucha contra el destino. Sencillamente, una obra maestra.

Retratos del más allá (Shutter)


Valoración: Mala

Llegando al límite de lo reiterativo, repetitivo y poco original, Masayuki Ochiai (Infection) lleva a cabo el remake de Shutter, un thriller tailandés que aportó tan poquito que ya nadie se acuerda de él.

He dicho remake... Pues no, Retratos del Más Allá es una copia tan descarada de Shutter que no entiendo cómo, a los responsables, no se les ha caído la cara de vergüenza. Y el plagio de algo malo, indefectiblemente, no puede ser bueno.

El despropósito de guión narra la historia de dos personas que casi no se conocen, pero que se juran amor eterno (comienza la ciencia ficción) a quienes un espíritu empieza a fastidiarles la vida. El leit motiv del film será encontrar el motivo de esta situación. Es decir, nada nuevo en el horizonte del terror oriental (por mucho que nos vendan la película como producción norteamericana).

Cuando no hay talento para hacer cine, se procura maquillar de la mejor manera posible. En esta ocasión se ha intentando utilizando una atractiva pareja protagonista: El carismático actor televisivo Joshua Jackson (Fringe, Dawson Crece) y un impresionante bellezón que no tuviera un gran currículum, para así abaratar presupuesto, como es Rachael Taylor (La lista, Transformers).

¿El resto? Lo de siempre: un fantasma en forma de chica con el flequillo excesivamente largo que avanza hacia el protagonista (la pobre niña debe ser el personaje más pluriempleado de todo oriente y parte de occidente), un vetusto experto que dice saber cómo acabar con la maldición, pequeños hilos argumentales que son clichés totales, un par de giros supuestamente inesperados que llegan en un momento en que a todo el mundo le da igual y muchos muertos.

Conclusión: si sois afortunados y todavía no la habéis visto, ahorraos hora y media de auténtico tedio y hastío y olvidad que esta cinta existe.

Thinner


Valoración: Pasable

Tom Holland
(Noche de miedo, Muñeco diabólico) es el responsable de la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King, Maleficio, la cual escribió bajo el pseudónimo de Richard Bachman.

Estamos ante una película que más que un film de terror propiamente dicho, parece un capítulo extendido de Cuentos asombrosos, Historias de la cripta o similares, con una enseñanza moral que podríamos calificar de clásica: "cuidado con lo que deseas, a lo mejor se cumple".

El argumento se centra en un obeso abogado que no tiene reparos en el tipo de clientes a los que representa. Tiene éxito en su trabajo, posición social, familia... Su único problema es el exceso de kilos. Según se va desarrollando el relato, el protagonista (Robert John Burke, visto en películas como Buenas noches y buena suerte, El escondite o Múnich) recibe una maldición gitana, comenzando a perder peso de forma desmedida, hasta que se convierte en un grave problema.

El guión explota, aunque no con la profundidad necesaria, el drama de alguien que ve cómo su sueño más ansiado (adelgazar) se convierte en la peor de sus pesadillas, ya que su cuerpo, inexorablemente, va pareciéndose cada vez más a un cadáver esquelético.

Quizá la novedad sea la manera en la que el protagonista trata de librarse del problema. No utiliza elementos sobrenaturales: se limita a echar mano de uno de sus mafiosos clientes (un clásico del cine negro como Joe Mantegna).

No es una gran película, pero se deja ver. Tampoco da miedo, pero entretiene. Además, tiene ese puntito macabro durante toda la producción que consigue intrigar al espectador lo suficiente, como para aguantar hasta el final sin mirar al reloj. Aceptable.

domingo, 22 de agosto de 2010

Salt


Valoración: Regular

Parece ser que Kurt Wimmer (Equilibrium, Un ciudadano ejemplar) se ha visto todas las temporadas de 24, porque Salt parece una pequeña copia de las andanzas de Jack Bauer, con la diferencia de que Wimmer no parece tener ni un ápice del talento demostrado por Joel Surnow y Robert Cochran, en la que muchos consideramos la mejor serie de la historia de la televisión.

A ver si os suena el argumento: un agente secreto debe saltarse las normas y huir tanto de policía como de terroristas para llevar a cabo su fin. Hay dos salvedades con respecto a la ya mítica serie. La primera es que si bien todos sabíamos que Jack Bauer era de los buenos, el guión de Wimmer trata (de una manera bastante torpe, por cierto) de ocultar si el personaje central es héroe o villano. La otra son las múltiples incongruencias de la historia (explicaré las más graves en la zona spoiler).

Habiendo comprendido que el previsible relato no nos iba a deparar sorpresa alguna, uno intenta agarrarse a las secuencias de acción. Angelina Jolie se mueve muy bien en un rol ideado inicialmente para Tom Cruise. Curiosamente el protagonista de Top Gun lo rechazó por considerar que el personaje se parecía demasiado al de Misión Imposible (¿por qué aceptó entonces trabajar en Noche y día?). Sin embargo el director, Phillip Noyce (El americano impasible, El coleccionista de huesos) no parece un dechado de virtudes en la realización, pues si bien el ritmo y la velocidad de las escenas de acción son correctos, por un lado se acerca peligrosamente a Paul Greengrass en el abuso de primeros planos y, por otro, no es tan espectacular como para lograr que olvidemos los enormes agujeros del libreto. Y eso que se contrató a alguien de la talla de Brian Helgeland (L.A. Confidential, Mystic River) para "apañar" la historia hacia un protagonista femenino.

Después tenemos el asunto del maltrato al resto de caracteres. Chiwetel Ejiofor (2012, Hijos de los hombres) es un responsable de seguridad que, desde luego, no será recordado por poseer los deductivos y perspicaces métodos de Sherlock Holmes. Después está Liev Schreiber, el jefe de Angelina, tan desaprovechado como en su última película (Repo Men). Pero el más ridículo de todos es el de August Diehl (Malditos bastardos) interpretando al esposo de la protagonista. Es mucho más creíble comprobar que en el desarrollo de esta película las leyes de la inercia no rigen, que pensar que estos dos están juntos.

Así pues, una película confeccionada para el lucimiento de la exuberante Angelina Jolie, indiscutible heroína del mundo de la acción, a la que veremos saltar entre camiones, dar palizas a varios hombres a la vez, eludir todo tipo de sistemas de seguridad e incluso volar por el hueco de un ascensor, aunque esto último lo haga de forma notablemente inferior al gran Bruce Willis en La jungla de cristal, con un guión repleto de fallos y un montón de guiños a James Bond y Jason Bourne.

Es tal el maltrato que el cine de acción está sufriendo en el siglo XXI, que sólo tengo una cosa que decir: ¡por favor, que alguien me preste un Delorean para volver al pasado!

ZONA SPOILER: No leer a partir de aquí si no se ha visto la película.

Tenemos una situación en la que Evelyn Salt (Angelina Jolie) ha matado al presidente ruso, algo que un supuesto desertor había confirmado que efectuaría un doble agente. Sin embargo, es una estratagema de Salt, ya que como tiene un esposo aracnólogo (profesión desagradable como pocas) ha hecho creer a todo el mundo que había muerto para mantener su tapadera (y volvemos con las influencias de 24). En el momento en que los médicos descubren que el supuesto muerto no es un fiambre, ¿no hay nadie entre FBI, CIA o Seguridad Nacional capaz de atar cabos y comprender que Salt no es la amenaza?

Algo parecido sucede en el tramo final, cuando se descubre algo que todos esperábamos: el verdadero villano es Ted Winter (Liev Schreiber). Dejando a un lado que alguien de su posición debería enterarse antes que la prensa de que el presidente ruso no ha muerto, en el momento en que agrede al mismísimo presidente de los Estados Unidos, para tratar de lanzar un ataque nuclear contra centros musulmanes (la idea es comenzar una guerra santa de proporciones bíblicas) su tapadera queda descubierta. En cuanto el presidente americano se repusiera, digo yo que declararía la traición de Winter, lo que exoneraría de culpa a Salt. Sin embargo se la llevan detenida y entre fortísimas medidas de seguridad (no tan fuertes, como se comprobará minutos después).

Son las dos incoherencias más ilógicas y contradictorias del guión, pero hay muchas más. Entre el final de Un ciudadano ejemplar y Salt, la verdad es que Wimmer se ha cubierto de gloria en muy poco tiempo. ¡Qué desastre!

Cobra, el brazo fuerte de la ley


Valoración: Buena

George Pan Cosmatos (Rambo, Conspiración en la sombra) realizó en 1986 esta mítica película de acción, confeccionada por y para el lucimiento de su estrella protagonista: Sylvester Stallone.

El film tiene tres importantes influencias: Harry el Sucio, Rambo y Rocky. De la primera coge muchas cosas para el personaje principal, como la mala relación con sus superiores, los ácidos chascarrillos antes de vapulear o matar a un villano, su poco apego a las normas y la violencia desmedida contra los criminales. Incluso mantiene al compañero del protagonista, Reni Santoni, que aparece como tal en ambas películas, además del villano del film protagonizado por Clint Eastwood, Andrew Robinson, que aquí es jefe de Cobra.

Por su parte, las reminiscencias a Rambo y Rocky son más que evidentes. No me refiero a que el protagonista sea el mismo actor, sino a otros detalles. La forma en la que Cobra coloca trampas mientras huye de una manada de asesinos es muy similar a su forma de operar en Acorralado. Asimismo vemos largas secuencias sin diálogo, con banda sonora pegadiza tipo pop, como si de un video-clip se tratara, recurso muy utilizado en la saga de Rocky.

Hay que entender algo sobre la película y es la época en la que se rodó. En plena era Reagan, la realización de films cuyos personajes principales aniquilaban sin cargo de conciencia alguno a asesinos, ladrones y violadores, encerraba una fuerte crítica al sistema judicial norteamericano, por considerar que era excesivamente blando con gente de tal calaña. Con una sociedad que tenía miedo a salir a la calle por la excesiva violencia del momento, no es de extrañar que productos como Cobra triunfasen en taquilla.

El guión es muy plano y un tanto desaprovechado. Un grupo de psicópatas está asolando la ciudad. La policía no tiene pruebas hasta que por fin da con un testigo: Brigitte Nielsen (tan bella como poco recomendable, pues utilizó al bueno de Sly de mala manera para triunfar en el cine y luego se deshizo de él). Ante la sospecha de infiltrados en el cuerpo de policía, se encarga su protección a Cobra, un detective con métodos poco convencionales.

El guionista es el propio Stallone, que adaptó la novela de Paula Gosling, Fair Game. Conociendo al escritor, sabemos hasta dónde podemos exigir. Lo bueno es que logra un alto ritmo narrativo, un buen mantenimiento del suspense, secuencias de acción interesantes, trepidantes persecuciones de coches y un importante sentido del humor cada vez que el personaje central se comporta como un auténtico macarra, con frases que seguramente todos recordaremos.

Es fácil decir que Cobra es una película mala, sin pararse a meditar en el conjunto de la misma. Lo cierto es que entretiene, logra mantener el interés durante todo el metraje y hace reír, que es mucho más de lo que ciertos productos actuales con la etiqueta de "super-ventas" consiguen.

The host


Valoración: Floja

El realizador de Memories of murder, Bong Joon-ho, filma esta tramposa película de monstruos. ¿Por qué tramposa? Porque en los trailers se vendió como un producto similar a Tiburón o Alien, cuando no tiene nada que ver, pues su calidad es netamente inferior, el terror inexistente y el argumento está basado en algo muy distinto: una dura crítica al poder establecido en general y a los Estados Unidos en particular.

La película, en su mayoría, es bastante tonta. No me puedo creer la mezcla de géneros en según qué momentos. Me refiero a que emplear un humor bastante vulgar mientras una gran cantidad de seres humanos perecen por culpa de un monstruo gigante, en modo alguno puede resultar gracioso. Más bien es de mal gusto.

Lo mejor de la película, con mucha diferencia, es el principio. La aparición por sorpresa de un monstruo gigante, en el puente sobre el río Han, que comienza a crear el caos entre los aterrorizados transeuntes. Son secuencias de un importante poderío visual, rodadas con un ritmo frenético, que le hacen pensar a uno que va a ver una versión muy mejorada de Godzylla.

Pero no. La película va de una familia un tanto patética que tratará de encontrar a la hija de uno de sus miembros, raptada por el bicho en cuestión. ¿Por qué no seguir con el espectáculo de los primeros diez minutos? Muy sencillo: porque el sobrevalorado Joon-ho, si bien ha hecho algo diferente, no tiene talento para desarrollar una película como lo harían Scott, Cameron, Spielberg o McTiernan. Y es que no por ser una película distinta, hemos de caer en el error de considerarla buena. De hecho todo en el film es bastante tonto, tanto los personajes como el desarrollo y el final.

Aglutinar géneros tan dispares como terror, acción, humor, crítica social y drama es muy complicado, tanto que en ocasiones Joon-ho roza el ridículo. Pero claro, como es algo diferente que proviene de Asia (está de moda decir que todo aquello es bueno) y encima se mete con los Estados Unidos (un recurso muy fácil) nadie se atreve a decir la verdad: que más que una película se trata de una tontería de enormes proporciones, incapaz de aguantar un análisis serio.

Frases de cine IX

1.- La chica que llevaba una camiseta morada no ha dejado de mirarte, estúpido. Sí, Yogur, es simpática, una chica encantadora, he hablado con ella. Sí y tú vas y dejas que se largue con los tres tontos muy tontos. ¿Y sabes por qué? Porque no eres más que un marica. Me voy. Adiós, mariquita. - Clint Eastwood a Bee Vang en Gran Torino.


2.- Supongo que no habrá más ingenieros bioquímicos por aquí. - Rose McGowan en Planet Terror.

3.- La noche es perfecta para el misterio y el horror. - Elsa Lanchester como Mary Shelley en La novia de Frankenstein.

4.- Entérate, será mejor que despiertes: el mundo en que vives es sólo una dulce apariencia. Bajo este mundo existe otro, el mundo real y si quieres sobrevivir, será mejor que aprendas a apretar el gatillo. - Wesley Snipes a N'Bushe Wright en Blade.


5.- Diálogo entre Pierce Brosnan (James Bond) y Emilio Echevarría (Raoul) en Muere otro día:


-James Bond: Busco a un norcoreano.

-Raoul: ¿Turista?

-James Bond: Terrorista.

-Raoul: Para unos será terrorista y para otros un libertador.


6.- Que me llame Chi-Chi no significa que sea estúpida. - Jamie Chung a Justin Chatwin en Dragonball.


7.- Yo no maté a mi mujer. - Harrison Ford a Tommy Lee Jones en El fugitivo.


8.- Antes mataba por dinero, ahora me pagan por matar. - Anthony "Treach" Criss a Sung Hi Lee en El arte de la guerra 3: La venganza.


9.- Te conozco bien. Eres el macho, el capitán del equipo de baloncesto. Sales con las más guapas y el instituto es tu reino. Y como todos saben, te dedicas al bully, ¿por qué? Sería fácil decir que Stan se ceba con los más débiles sólo porque es un grandísimo capullo, pero no, no es así. Nuestro Stan es más complejo que eso. Según los mejores psiquiatras, Stan se dedica al bully por tres razones: una, bajo esa pose de machote, hay una nenaza insegura golpeando el armario para poder salir; dos, al igual que un cavernícola, su cerebro está subdesarrollado, por ese motivo es incapaz de tener autocontrol y actúa de forma agresiva; y la tercera razón, Stan tiene la picha enana. - Zack Efron a Hunter Parrish en 17 otra vez.


10.- Diálogo entre James Belushi (Sargento Art Ridzik) y Arnold Schwarzenegger (Capitán Ivan Danko) en Danko: Calor Rojo:


-Art: Capitán Danko, ahora es el propietario del revólver más poderoso del mundo.

-Danko: La Browning soviética de 9.2 milímetros es la pistola más poderosa del mundo.

-Art: Vamos, todos saben que la Magnum 44 es la más efectiva, la utiliza Harry el Sucio.

-Danko: ¿Quién es Harry el Sucio?


11.- Si me tocas el culo otra vez, te cortaré las pelotas mientras duermes, ¿estamos? - Sandra Bullock a Ryan Reynolds en La proposición.


12.- Kelly, disfruto de muchas cosas, pero que me toquen las pelotas mientras trabajo no es una de ellas. Ahora prepara tus bártulos, reúne a tu equipo y cargad el avión. Y por cierto, cuando lleguemos a Beijing, ya no estarás en nómina. Que tengas un buen día. - Dennis Quaid a Miranda Otto en El vuelo del Fénix.


13.- Diálogo entre Clint Eastwood (Kelly) y Telly Savalas (Big Joe) en Los violentos de Kelly:


-Big Joe: Te dije que trajeras un tipo de buen aspecto, no este gordo devorador de salchichas.

-Kelly: Si lo que querías era un niño bonito, debista haber mandado a otro, John.



14.- Decir la verdad siempre es una mala idea. - Verne Troyer a Christopher Plummer en El imaginario del doctor Parnassus.

15.- Hay ciertas cosas con las que la raza humana no debería jugar. - Shaun Toub en Airbender, el último guerrero.

16.- En el siglo XVI, la salvaje Guerra de Onin redujo Japón a un gigantesco campo alimenticio. Los demonios adoptaron forma humana y se instalaron entre los mortales, para aprovechar el derramamiento de sangre.

Un temerario samurái llamado Kiyomasa, surgió en el corazón del mal y se convirtió en el cazador de demonios más veenrado, pero fue brutalmente asesinado por el más viejo y vil de todos los demonios: Onigen.

Han pasado siglos, todavía reina la oscuridad. Ahora ha surgido una cazadora misteriosa que ha unido fuerzas con una sociedad oculta conocida como El Consejo y que se dispone a enfrentarse a su mayor enemigo: Onigen.- Prólogo de Blood, el último vampiro.


17.- La gente pregunta, ¿qué es un RocknRolla? Y yo les digo que no tiene nada que ver con baterías, drogas ni viajes al hospital. No, no, es mucho más que eso, amigo mío. A todos nos gusta la buena vida. A unos el dinero, a otros las drogas, a otros el sexo, el glamour o la fama. Pero un RocknRolla es diferente. ¿Por qué? Porque un auténtico RocknRolla quiere el pack completo. - Mark Strong en RocknRolla.


18.- Os arrastraré al infierno y me comeré vuestras almas. - Rainn Wilson tras ser expulsado de su banda de rock en Un rockero de pelotas.

19.- Intentar es tener la impresión de fracasar. Tienes que borrar esa palabra. - Jason Segel a Paul Rudd en Te quiero, tío.

20.- ¡Dillon! Hijo de puta... ¿Qué te pasa? La CIA te ha puesto a trabajar en una oficina, ¿eh? - Arnold Schwarzenegger ganando con suma facilidad un pulso a Carl Weathers en Depredador.


21.- Como me mates no te volveré a dirigir la palabra en mi vida. - Steve Martin a Kathleen Turner en Un genio con dos cerebros.

22.- Nunca me ha gustado el Mesías. Es más, me parece un maldito peñazo. Pero tu voz hace que un tío gris como Händel me parezca un genio. - Nicolas Cage a Linda Hoffman en Cara a cara.

23.- Diálogo entre Clint Eastwood (Harry Callahan) y Felton Perry (Early Smith) en Harry el fuerte:

-Harry: ¿Conoces a ésos?
-Early: Son de una promoción posterior a la mía. Siempre van juntos, parecen siameses. Se llegó a decir que estaban liados.
-Harry: Te voy a decir lo que pienso: si vosotros disparaseis como ellos, no me importaría que todo nuestro maldito departamento fuera marica.


24.- Diálogo entre Jeffrey Dean Morgan (el Comediante) y Matthew Goode (Ozymandias) en Watchmen:

-Ozymandias: No hace falta ser un genio para ver que el mundo tiene problemas.
-Comediante: Pero basta con un cuarto lleno de imbéciles para que se crean que tú puedes resolverlos. La humanidad lleva intentando matarse desde qeu el tiempo es tiempo. Y ahora, por fin tenemos el poder para acabar el trabajo. Ya no importará nada cuando los misiles echen a volar, seremos cenizas. Y nuestro amigo Ozymandias será el hombre más listo del cenicero.

25.- Mantener la paz en esta ciudad depende de un delicado equilibrio entre la munición de los delincuentes y la corrupción policial. La honradez no forma parte del juego. Cuando un policía honrado sube a las favelas, la cosa suele acabar muy mal. - Wagner Moura en Tropa de élite.


Anexo Televisión:


-Si no colabora le daré un nuevo significado al término acoso policial. - William Shatner en T.J. Hooker.

sábado, 21 de agosto de 2010

Centurión


Valoración: Regular

Luces y sombras en lo nuevo del británico Neil Marshall, Centurión, film que presenta bastantes paralelismos con el resto de su filmografía (Doomsday, El descenso, Dog Soldiers...) a saber: aroma de Serie B, aventuras, acción y gore sin complejos. También se adivina, en estas películas, cierto carácter crepuscular, lo que unido a las altas dosis de violencia y algunas semejanzas al género del western, parece una clara influencia de uno de los grandes en este apartado: Sam Peckinpah.

Pero también se adivina el influjo de dos películas más recientes que el cine de Peckinpah: Gladiator de Ridley Scott y 300 de Zack Snyder. De la primera coge la ambientación inicial, con parajes nevados e inhóspitos, además del intento de conquista de un territorio que no importa demasiado a Roma. De la segunda el enfrentamiento valeroso de unos pocos contra un ejército y el realismo de ciertas secuencias de acción, en las que una espada no cercena miembros como si de un sable de luz se tratara (hay films en los que las heridas incluso parecen cauterizadas) sino que las armas cortan y los cuerpos quedan, por decirlo de forma suave, bastante maltrechos.

Incluso hay otro largometraje, de calidad bastante inferior, del que toma la caracterización del pueblo picto: El rey Arturo de Antoine Fuqua (los aquí villanos, porque de eso habría mucho que hablar, parecen auténticos punkys).

El principal problema de esta película es lo irregular de su narración. En contra del realismo mencionado en las batallas (desmerecido unas cuantas veces por el dichoso empleo de exagerados primeros planos, que dificultan el seguimiento de la acción) ciertas partes del argumento chirrían por su grado de inverosimilitud. En una película ambientada en el siglo II d.C. y protagonizada por la mítica Novena Legión romana, introducir aspectos como la incapacidad para coger una pulmonía o morir de hipotermia de Sylvester Stallone en Máximo riesgo, no queda demasiado bien. Por no hablar de la ridícula historieta de amor, no porque el romance no pueda surgir como tal, sino por las circunstancias del personaje interpretado por Imogen Poots (una hermosa mujer que vive sola y sin protección en medio del bosque, con una legión de soldados romanos muy cerca de allí, pero que no es molestada por nadie... No me lo creo). Asimismo, el ritmo con el que se cuenta todo el relato es bastante irregular, combinando momentos de gran intensidad con muchos bajones, tantos que, a pesar de la corta duración del metraje (poco más de hora y media) se llega a hacer pesado.

Dentro del elenco destacar a su protagonista, Michael Fassbender (uno de los Malditos bastardos de Quentin Tarantino), Olga Kurylenko (la, de momento, última chica Bond) y Dominic West (Hannibal, el origen del mal, La sonrisa de Mona Lisa). El resto del elenco está por debajo de ellos.

A modo de resumen, diré que es una película que me gustó a ratos. Marshall se desenvuelve bastante bien con la acción, aunque se excede con la sangre y, en ocasiones, el mal gusto (como ejemplo una escena un tanto asquerosa en la que varios personajes se alimentan de un ciervo recién cazado). Sin embargo, la falta de ritmo hace que en muchos momentos desconectemos del film y eso, en una película realizada con carácter de aventura y acción, me resulta imperdonable.

jueves, 19 de agosto de 2010

La proposición


Valoración: Interesante

La proposición
supuso, en 2009, el retorno a lo más alto de la taquilla para Sandra Bullock, ya que recaudó, en su primer fin de semana en Estados Unidos, más de 34 millones de dólares, sitúandose como número uno en su primera semana, aventajando en unos catorce millones a Año uno, comedia que se estrenaba a la vez.

Fue el tercer film en el que la directora Anne Fletcher trataba asuntos de boda (previamente dirigió 27 vestidos y fue adjunta a la producción en Planes de boda de Adam Shankman). En él, tenemos la típica comedia romántica que cumple algunos de los esquemas típicos del género, en la que dos personajes que, de entrada, parece imposible que puedan sentir algo el uno por el otro, tras un desarrollo tipo screwball comedy (o comedia romántica alocada) comienzan a mirarse de distinta manera.

El guión del debutante Pete Chiarelli narra dicho desarrollo con reminiscencias a aquella película de Peter Weir titulada French Kiss (Matrimonio de conveniencia), ya que la protagonista deberá pedir a uno de sus empleados que contraiga matrimonio con ella, pues es canadiense y está a punto de ser deportada. El problema es que se trata de una odiosa jefa y dicho empleado (para más señas su secretario, lo que evoca en cierta manera al film de Mitchell Leisen, Ella y su secretario) de entrada, no está muy por la labor.

La jefa en cuestión es una divertidísima Sandra Bullock, quien coge rápidamente el aire a su papel. El secretario es Ryan Reynolds (el afortunado marido en la vida real de Scarlett Johansson) y hay que decir que, a pesar de la diferencia de edad (doce años) la química entre ellos es suficiente como para salvar el film.

Además del buen hacer de los dos protagonistas, nos reiremos con situaciones bastante cómicas debidas al engaño de ambos, hacia la familia de él, ya que deben hacer creer a todo el mundo que es un matrimonio convencional.

Bien secundados por actores como Mary Steenburgen (Regreso al futuro III, Philadelphia), Craig T. Nelson (La joya de la familia, The Skulls: sociedad secreta) o Betty White (la abuela más loca de las chicas de oro), estamos ante una película que si bien no aporta nada nuevo, tampoco engaña a nadie, ya que ofrece lo que se espera: pasar un rato divertido. No está mal.