domingo, 19 de abril de 2009

La sombra del poder

Valoración: Notable

El director de la magnífica El último rey de Escocia, Kevin Macdonald (escocés, por cierto) realiza esta magnífica adaptación al cine de la miniserie homónima de la BBC, centrada en el poder, la corrupción y el periodismo. McDonald demuestra un buen dominio de cámara con planos secuenciales y hermosas tomas aéreas, que aseguran una buena factura visual de la película. Pero esto no es lo mejor de esta imponente producción.

De entrada observamos un metraje largo, pero hay que tener en cuenta que había que condensar seis capítulos de un relato político con muchísimas implicaciones. Sin embargo, la habilidad de los guionistas para contar una trama absorbente, sabiendo cómo dosificar el volumen de información para no resultar confusa, además del empleo de un frenético ritmo narrativo (con un estilo similar en algunos aspectos a Zodiac) y el impecable montaje final de Justine Wright, confieren a la obra el dinamismo suficiente como para que nadie se aburra con su visionado.

Además el filme cuenta con personajes perfectamente definidos y muy bien interpretados, incluso por parte de Ben Affleck, que si bien nunca está a la altura de Russell Crowe, mejora bastante las mediocres interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados. Crowe está perfecto en su rol de periodista de la vieja escuela, alguien que todavía cree que su denostada profesión es algo más que los índices de ventas, mostrándose continuamente en pos de la verdad. Completan el reparto la atractiva Rachel McAdams (Vuelo nocturno), el cómico Jason Bateman (logrará que esbocemos más de una sonrisa con un papel a mitad de camino entre las relaciones públicas y la juerga desenfrenada) y tres veteranos que no necesitan presentación: Hellen Mirren, Jeff Daniels y Robin Wright Penn.

En definitiva, una película absolutamente recomendable que todavía nos hace recuperar la fe a quienes creemos que en el siglo XXI todavía se puede hacer buen cine.

viernes, 17 de abril de 2009

Señales del futuro

Valoración: Buena

Alex Proyas (El cuervo, Dark city) vuelve a demostrar su talento a la hora de elaborar películas de ciencia ficción con un pequeño componente de terror en “Señales del futuro”, un filme que supera con creces a la mediocre “Ultimatum a la tierra”, la última que hemos visto de este género.

El guión es bastante bueno, al menos sus escritores (hasta cuatro) se han mostrado lo suficientemente hábiles como para generar sentimientos de tensión y presteza en el espectador, de forma que podríamos calificar la trama como adictiva e inquietante. A ello ayuda la efectiva banda sonora de Marco Beltrami, orquestada de forma adecuada para aumentar la viveza del relato.

Los efectos especiales son de altura, espectaculares en muchos momentos, lo que unido a la impactante fotografía y al magnífico manejo de cámara de Beltrami (realiza un barrido de Nueva York desde el puente de Brooklyn para enmarcar) ofrece la sensación de superproducción.

La pena es que el protagonista sea Nicolas Cage. No tengo nada en su contra; de hecho, hace años lo tenía por un buen actor. Sin embargo, de un tiempo a esta parte no termina de convencerme ya que sus interpretaciones no me parecen del todo creíbles.

Como resumen diré que es una película bastante completa, que cuenta una historia que engancha, de ritmo narrativo bastante ameno y con una particularidad que últimamente es difícil de ver hoy en día: el filme supera las expectativas generadas por el tráiler. Así pues, recomiendo su visionado en una sala de cine.

martes, 14 de abril de 2009

Viggo Mortensen se retira


Viggo Mortensen decidió, la semana pasada, retirarse del cine. El actor aludió a que ya no soporta tanto viaje, motivo por el cual el año pasado intervino en tan solo una película.


De padre danés y madre estadounidense, este neoyorquino de nacimiento se crió en su infancia en sudamérica (tres años en Venezuela y once en Argentina) de ahí su capacidad para expresarse en español y su gusto futbolístico (es hincha acérrimo del San Lorenzo de Almagro).


Graduado en política y español en la universidad de Saint Lawrence en Nueva York (1980). Tras dedicar varios años al teatro primero en la Gran Manzana y después en Los Ángeles, su primera aparición cinematográfica se produjo en 1985, interpretando a un granjero amish en Único testigo (film protagonizado por Harrison Ford). De ahí fue elevando su fama poco a poco, hasta llegar a su clímax particular con la trilogía de El señor de los anillos. Brevemente comentaré su carrera.


Pocos saben que Viggo intervino en La rosa púrpura de El Cairo el mismo año de su debut, lo que pasa es que se eliminaron las escenas en las que él apareció. Tras formar parte en capítulos sueltos de algunas series (por ejemplo Corrupción en Miami) formó parte del reparto en un buen número de películas menores, de entre las que destacaremos Boiling Point por aquello de que compartió reparto con Dennis Hopper y Wesley Snipes, aunque la película es bastante flojita.


En 1993 consiguió intervenir en la magnífica Atrapado por su pasado del maestro Brian de Palma, compartiendo reparto con dos auténticos monstruos de la interpretación como Al Pacino y el actual ganador del Oscar a mejor actor: Sean Penn.


Su siguiente film destacable fue Marea roja en 1995, del gran Tony Scott, siendo testigo de lujo de la lucha que mantenían dentro de un submarino nuclear Denzel Washington y Gene Hackman.


En 1997 apareció en dos películas bastante conocidas: La teniente O'Neal con Demi Moore abanderando el papel de la mujer en el ejército y el remake de Crimen perfecto de Andrew Davis, con Michael Douglas y Gwyneth Paltrow, un film muy superior a otro remake en el que actuó el año siguiente: Psycho.


Viggo ya comenzaba a hacerse un nombre en el cine y por fin le llegó el éxito y el reconocimento en 2001, siendo uno de los protagonistas de El señor de los anillos. La exitosa saga le catapultó a la fama mundial y pasó de ser un actor de reparto a todo un protagonista de renombre.


Así logró protagonizar películas de diferente calidad: Hidalgo, Una historia de violencia, Alatriste, Promesas del este y Appaloosa.


No he visto sus dos últimas (Good y The road) así que no puedo opinar acerca de sus últimos trabajos. Simplemente diré que Viggo Mortensen era un actor más que solvente que si bien no va a dejar huérfano el mundo interpretativo actual, sí que echaremos de menos, sobre todo por el recuerdo que nos dejó a todos en el rol de Aragorn. Si es un adiós definitivo, el tiempo lo dirá.

sábado, 4 de abril de 2009

Las series del momento

Aunque éste es un espacio dedicado al cine, de vez en cuando haré alguna que otra reseña sobre series de televisión. Y es que es innegable que cada vez hay más actores de la gran pantalla que se pasan a la pequeña, para protagonizar las cada vez más numerosas series que se emiten en las diferentes cadenas de todo el mundo. Los que sí se han pasado a la ficción televisiva son los guionistas. Sólo con comparar la forma en que uno queda hipnotizado con las aventuras de Jack Bauer a las continuas miradas al reloj que se producen en películas como Slumdog Millionaire o Push, está dicho todo.

Antes de entrar al meollo del asunto, diré que no veo series en las televisiones tradicionales como la Primera, Cuatro, La Sexta, Antena 3 o Telecinco. Tengo dos importantes razones para ello: no estoy dispuesto a que dejen de emitir una serie a la mitad aludiendo a los índices de audiencia y tampoco tengo tiempo para aguantar tandas de quince minutos de anuncios.

En las cadenas de pago, como la FOX, AXN, SCI-FI o Canal Plus, no suceden estas cosas. Y si ya las descargamos por internet (algo que sólo hago con 24) todavía menos. El único tiempo que tengo para mí durante la semana (incluido el finde) llega a las nueve y media de la noche. Entre que mi esposa se acuesta pronto ya que madruga mucho debido a su trabajo y entre que yo paso todo el día bien en la oficina, bien en viaje de negocios, esas dos horas disponibles de lunes a viernes son el relajante que necesito antes de ir a dormir, para olvidar el estrés cotidiano. ¿Paso esas dos horas viendo anuncios? Pues no. Quizá por ello apenas veo ficción nacional, pero es lo que hay, de ahí que la pequeña inversión que me supone estar abonado a Digital Plus me merezca mucho la pena, porque en un lapso de dos horas y cuarto, uno puede ver hasta tres capítulos distintos de series, mientras que con la publicidad de las otras cadenas, sólo se podría ver uno.

Tras esta pequeña disertación sobre mi tiempo libre, comenzaremos con la mejor serie de todos los tiempos: 24.


Como ya he comentado, 24 es la única serie que descargo de internet para verla en versión original (subtitulada, claro, que mi inglés es horrible). Esta maravilla creada por Joel Surnow va por su Séptima temporada, aunque a punto estuvo de desaparecer por culpa de la huelga de guionistas. Parece que ha vuelto a enganchar al público, por lo que probablemente el año que viene podamos disfrutar con la octava (al menos Sutherland ha firmado por un año más).

24 lo tiene todo: acción perfecta, soberbias interpretaciones, impecable puesta en escena... Pero, sobre todo, un cuidado e impactante guión que la convierte en la serie más adictiva en la historia de la televisión. En pocas palabras: un auténtico lujazo.

¿Por qué descargarla en lugar de esperar a verla doblada? Porque ya he visto cómo Antena 3 maltrata a la mejor serie de la historia de la televisión y una trama continuada como esta debe ser seguida en condiciones.


La oferta de los lunes es la más variada. La FOX emite Dexter y Prison Break, AXN Life, Canal Plus Fringe y SCI-FI El nuevo coche fantástico y La zona muerta (evidentemente hay más canales y más series, pero sólo me centraré en aquellas que más me llaman la atención, lo que hago extensible a todos los días de la semana).

De entre todas ellas, Dexter brilla con luz propia. Ya en su tercera temporada, para quien no lo conozca simplemente diré que se trata de la vida de un forense especializado en reconstruir crímenes a partir del estudio de salpicaduras de sangre, novio ejemplar, importante apoyo de su hermanastra y, además, un asesino en serie obsesionado por acabar con la vida de los criminales de Miami, gracias a que su padre adoptivo (policía de profesión) supo ver en él, desde niño, sus tendencias homicidas, de forma que trató de reconducirle hacia lo más parecido a un justiciero que actúa por encima de la ley. Basada en la novela El oscuro pasajero de Jeff Lindsay, estamos ante la que posiblemente sea la oferta más original de la televisión actual, convirtiéndose en la serie de más calidad de los lunes.

Prison Break, por su parte, me ha devuelto la fe en sus orígenes. La primera temporada de esta serie en la que el protagonista delinque para ser encarcelado junto a su hermano y así poder preparar una fuga desde dentro para evitar su sentencia de muerte, fue absolutamente impactante. Pero la segunda temporada bajó muchísimo y la tercera directamente se podría calificar de insultante. Ahora se emite la cuarta temporada y, aunque no llega a la calidad de la primera, se puede decir que se mueve mucho más en su línea que la segunda y la tercera. Además, ya se sabe que la serie terminará aquí, lo que afecta a su adictividad, a ver en qué depara todo el embrollo que tienen montado.

Fringe es creación de J.J. Abrams (Perdidos, Alias, Misión Imposible III). Trata de moverse en la línea de Expediente X y, aunque no lo consigue, resulta bastante entretenida.

Para terminar con el lunes, diré que El nuevo coche fantástico es una serie todavía más mediocre que la original de David Hasselhoff (quien por cierto aparece en el capítulo piloto revelando que es el padre del actual protagonista) y La zona muerta, basada en la novela de Stephen King y que también fue llevada al cine en su día, está en su sexta y última temporada (para mi gusto demasiadas, pero me gustaría saber cómo terminan las andanzas del vidente protagonista).

Los martes son, parafraseando uno de los eslogan de la FOX, territorio House. Este ácido y amargado personaje continua haciendo que me ría a más no poder y eso, para mí, es muy importante. Ciertamente es complicado que haya algo nuevo tras cuatro temporadas escuchando sus continuos insultos y contemplando sus barbaries, pero sigue teniendo muchísima gracia en esta quinta temporada, gracias a la perfecta interpretación de Hugh Laurie (Los amigos de Peter).

El otro gran peso pesado de la jornada es CSI, que emite en AXN temporadas de sus tres vertientes: Las Vegas, Miami y Nueva York. Además de su incuestionable calidad, tiene una cosa buena: los capítulos son más o menos independientes entre sí, lo que no obliga a ser un asíduo.

Los martes también podemos ver la nueva apuesta de la FOX, The listener, aunque siento decir que tras aproximadamente tres capítulos vistos, me da en la nariz que no superará su primera temporada (de momento llevan creados trece capítulos, veremos como sigue).


Los miércoles la risa está asegurada con dos capítulos nuevos de la quinta temporada de Mujeres desesperadas, una serie que de entrada, hace cinco años, no me esperaba que tuviera un guión de tanta calidad. Hay que tener en cuenta que debe definir un montón de personajes y todos ellos están tratados con un máximo en el lujo de detalles. Las tramas en las que se ven envueltas estas alocadas amas de casa, están siempre aderezadas con un ligero toque de cine negro que hará las delicias de los espectadores.

Quien desee pasarse a la ciencia ficción, podrá ver repetida la tercera temporada de Eureka en SCI-FI, una serie que si bien no puede considerarse de culto, resulta bastante amena.


Llegamos al jueves, con dos series tan distintas como Héroes y Boston Legal. La primera resulta un tanto decepcionante. A una temporada inicial calificable como impresionante (hasta llegué a comprármela en DVD) le siguió una segunda absolutamente mediocre, para dar paso a esta tercera que, si bien es mejor que la anterior, no llega a la pasión que logró arrancarme la original. Hay series que deberían durar sólo una temporada y creo que ésta es una de ellas.

Por su parte, Boston Legal parece un cementerio televisivo pues está plagada de dinosaurios: William Shatner (el almirante Kirk de Star Trek), Candice Bergen (Murphy Brown), John Larroquette (Juzgado de guardia) y un físicamente demacrado James Spader (Stargate, Lobo) protagonizan una serie nada novedosa de David E. Kelly (Ally McBeal) pero que tiene algo impagable: me hace reír. No es que el guión sea inteligente, simplemente me troncho con sus esperpénticos personajes, de ahí que no me atreva a recomendarla, pues imagino que mi gusto es un tanto sui-generis.


Y por fin llegamos al viernes, donde sólo haré referencia a una serie que, al igual que otras, nunca será una referencia de ficción policiaca, pero he de reconocer que tiene mucha gracia: Bones, o Huesos, como prefiráis. La parte principal por la que acabé enganchado a esta serie es su pareja protagonista: un duro agente especial del FBI y una eminente doctora forense que parece pensar sólo en clave científica. La interacción entre ambos mientras resuelven casos de asesinato es de lo más divertida. Además, David Boreanaz (el que fuese Angel en Buffy y en su propio spin-off) le ha cogido el aire perfectamente a su personaje, ya que sabe cuando soltar el chiste y cuando el exabrupto para amedrentar a los malos.


Para terminar, hay series circulando por ahí a horas en las que yo no puedo ver la tele (todo lo que se salga de entre las 21:30 y las 00:00 me supera) que emiten temporadas repetidas para quien no las haya visto en su día. Sucede con The unit (una serie de David Mamet con factura cinematográfica y protagonizada por el gran David Palmer de 24), Moonlight (otra serie con vampiros buenos), Entre fantasmas, Sobrenatural, Sin cita previa, NCIS y tantas otras, a la espera de que aparezcan temporadas nuevas.

Cuando haya novedades, las iré poniendo por aquí.

La lista

Valoración: Floja

Marcel Langenegger debuta en la dirección cinematográfica con La lista, un film que podríamos dividir en dos partes muy diferenciadas: una primera mitad que tiene que ver con el título traducido (La lista) y una segunda que tiene mucho más que ver con el original (Deception).

De vez en cuando habría que coger al encargado de traducir los títulos al español (supongo que será el director de doblaje) y hacerle ver que con esa manía de interpretar los originales en lugar de transcribirlos a nuestro idioma, pueden cambiar el significado de una película o resultar del todo engañosos, como es el caso. Aunque me temo que es una batalla que tenemos perdida, dado el historial de errores cometidos a este respecto en España.

Retomando la película, hay que reconocer que la primera parte resulta bastante entretenida. Un hombre completamente abnegado a un trabajo poco satisfactorio y solitario de contable (ya que estamos con el castellano, lo que coloquialmente se conoce como un "pringao" en toda regla) ve cómo su monótona e insípida existencia se convierte en toda una aventura al conocer a un sofisticado y carismático ejecutivo, que lo introduce en un exótico y elitista mundo con ciertas reminiscencias a Eyes wide shut. El contable es Ewan McGregor, que vuelve a demostrar que es mucho mejor como mosquita muerta que como Obi Wan Kenobi (el desastroso casting de los episodios uno, dos y tres de Star Wars daría para una novela de más de mil páginas) mientras que Hugh Jackman se muestra bastante convincente en su rol de ganador.

Es aquí donde el guión de Mark Bomback comienza a hacer aguas. El personaje de Ewan McGregor está definido como alguien muy inteligente, por lo que uno no se explica cómo no ve venir de lejos que no es normal que alguien del calado social del interpretado por Jackman se fije en él. Tampoco es plausible la historia de amor tal y como se produce: no se explica que alguien que por fin dejaba de resultar patético olvide en un instante el éxito que está viviendo por un insignificante detalle; pero es que tampoco es creíble la evolución que sufre el personaje encarnado por la actriz principal, Michelle Williams (Dawson Crece). Aunque lo peor llega en el tramo final, con unos infames últimos veinte minutos que dan vergüenza ajena. Es increíble que Bomback fuera el responsable del libreto de la trepidante y colosal Jungla 4.0. Teniendo en cuenta que también escribió la historia de El enviado (una de esas mediocres películas de pseudoterror que Robert de Niro está teniendo el mal gusto de protagonizar en los últimos años) o crea algo bueno rápidamente o será tachado como alguien que fue flor de un día.

Una vez más estamos ante una decepcionante película (no se debió cambiar el título en inglés) cuyo tráiler la supera con creces, lo que se convierte en un problema ya que, al ser incapaz de cumplir sus expectativas, el público todavía es más duro en su reacción al abandonar la sala de cine. ¿Aprenderán algún día que no es bueno engañar a quien paga las entradas?