martes, 29 de septiembre de 2009

Resacón en Las Vegas


Valoración: Buena

Me resistía a ver esta película a causa de la dura tortura que sufrí a manos de su director, Todd Phillips, en Starsky y Hutch. Por si ésta no fuera una lacra suficientemente importante, el mencionado realizador es también responsable de Road Trip y Aquellas juergas universitarias, lo que no dice demasiado en su favor (últimamente estoy que me salgo con mis eufemismos).

Sin embargo, animado por los comentarios de mis amigos, he decidido arriesgarme y¡voilá!, posiblemente estemos ante la comedia de la temporada. Hablamos de un tipo de humor inteligente, que inserta gags absolutamente hilarantes con un buen desarrollo narrativo, algo a lo que contribuye el buen guión de John Lucas y Scott Moore (Una Navidad sin suegros).

Y es que no hay nada como una buena historia que contar. No estamos ante el típico Desmadre a la americana, sino ante un relato que mezcla hábilmente la crisis de la madurez con todo lo ocurrido en una noche de locura en la ciudad del pecado: Las Vegas.

La trama está muy bien estructurada en clave de flash-back, narrada a partir de los pocos recuerdos que sus protagonistas tienen de la noche anterior. Al despertar en la habitación del hotel con una resaca brutal y varias horas de amnesia, deberán investigar las consecuencias devenidas de su gran juerga, lo que redundará en beneficio del relato, ya que el guión le confiere el grado adecuado de intriga para que el espectador no sólo se parta de risa, sino que también esté interesado en la resolución final.

Así pues estamos ante una película que explota la nostalgia de quienes, debido a sus responsabilidades, ya no pueden vivir con el desenfreno con que lo hacían años atrás, a pesar de contar con una edad (poco más de treinta) con la que todavía se sienten jóvenes. Lo bueno es que dicha reflexión está contada con gracia, de manera que no sólo despertará los recuerdos de muchos espectadores, sino que también divertirá a raudales.

Otro acierto son los intérpretes, ya que en todo momento se ve la gran química que hay entre ellos: Justin Bartha (La búsqueda) es el sufrido novio, Bradley Cooper (Expediente 39, Qué les pasa a los hombres) es el típico guaperas que quiere huir por un día de su rutina y volver a experimentar lo que sentía cuando no tenía ataduras, Ed Helms (Una noche en el museo 2) trata de ser la voz de la razón aunque descubrirá que vive engañado consigo mismo y, por último, Zach Galifianakis (Algo pasa en Las Vegas) será el sempiterno pirado del grupo. También nos deleitaremos con la breve presencia de la impactante Heather Graham y nos lo pasaremos en grande con el pequeño pero impagable cameo, de uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos: Mike Tyson.

Uno de los paradigmas de una película es que, como mínimo, debe ofrecer lo que uno espera de ella. Si se tiene la suerte de encontrar un filme que supera las expectativas, como es el caso, mejor que mejor.

San Valentín sangriento 3-D


Valoración: Floja

Hollywood sigue a lo suyo: intentar obtener beneficio de cualquier manera. Como las series de televisión gozan de su mejor momento, ¿qué mejor reclamo que utilizar a protagonistas de algunas de las más famosas para que el público vaya al cine? Así, si el año pasado vimos a uno de los dos hermanos Winchester de Sobrenatural en una cinta de terror (hablamos de la intervención de Jared Padalecki en la enésima parte de Viernes 13) ahora le ha tocado el turno al otro, el carismático Dean Winchester (Jensen Ackles) en un filme, San Valentín sangriento, que bien podría recordar en mayor o menor medida la temática de la serie que protagoniza.

Así, un servidor, ni corto ni perezoso, entró en el cine a ver qué tal se desenvolvía el bueno de Dean Winchester en la gran pantalla. Al menos pensé que me reiría con alguna de sus ocurrencias pero... ¡Craso error! Por mucha gracia que me haga Jensen Ackles en Sobrenatural, evidentemente para San Valentín sangriento no ha contado con los mismos guionistas, por lo que la cosa no ha funcionado del todo bien (menudo eufemismo acabo de soltar).

El primer fallo de la película es haberla hecho pensando única y exclusivamente en el 3D. ¿Para qué malgastar tiempo en escribir un libreto más o menos entretenido cuando todo el mundo va a estar atento a ver si el villano se sale de la pantalla o no? Así tenemos una historia que contiene sexo explícito, hectólitros de sangre y un medio-argumento, con algún que otro giro bastante previsible, copiado de otras mil películas que son prácticamente iguales. De hecho el filme es un remake de otro homónimo, realizado en 1981 por George Mihalka (El expreso de Pekín).

Os preguntaréis quién es el responsable de tanta "originalidad". Desconozco el nombre del culpable (seguro que el productor) pero viendo el curriculum del director, Patrick Lussier (White noise 2, Dracula 2000) y el de sus guionistas, Todd Farmer (Jason X, The messengers) y Zane Smith (es lo primero que escribe) no es de extrañar que todo suene a una copia barata de Viernes 13 y Halloween.

Las estrellas televisivas de hoy en día lo tienen complicado si quieren trasladar su fama al cine, dado que (lo repito y lo repetiré las veces que haga falta) la mayoría de los guionistas de calidad se han pasado a la pequeña pantalla, mientras que los grandes maestros de los efectos especiales se quedan en el cine, motivo por el cual es más factible encontrar una buena historia de terror en la mencionada Sobrenatural que en cualquier película de terror actual. Una pena.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Frases de cine IV


1.- En la película El fuego de la venganza, Denzel Washington se cuela en casa de unos ancianos con el fin de disparar un lanzacohetes contra una comitiva, en la que va uno de los presuntos culpables del secuestro y muerte de una niña. Uno de los abuelos, asustado, insta a Washington al perdón y éste le responde lo siguiente: El perdón es entre ellos y Dios; yo les facilito la entrevista.

2.- El miedo provoca que la gente haga cosas terribles. - David Thewliss a Daniel Radcliffe en Harry Potter y la orden del Fénix.

3.- Sienta tu culo de cinco dólares antes de que lo haga calderilla. - Wesley Snipes en New Jack City.


4.- Yo manejo el hierro siete igual que John Daley el tres. - Kevin Costner en Tin Cup.

5.- Mis amigos me llaman John; un carcelero hijo de puta como tú puede llamarme Señor Dillinger. - Johnny Depp en Enemigos públicos.

6.- En mi casa de acogida éramos tan pobres que lamíamos sellos para la cena. - Chris Rock en 9 días.

7.- ¿No te han dicho que ese acento da miedo? ¿Qué pasa? ¿Estás enfadado porque te mataron en La jungla de cristal?. - Adam Sandler a un oncólogo de rostro muy similar a Alexander Godunov (el terrorista rubio (foto) al que Bruce Willis ahorcó en Jungla de cristal) en Hazme reír.

8.- A juzgar por el hecho de que mató a su padre, era un niño bastante travieso. - Tom Sizemore a Wesley Snipes en referencia a un preso en Pasajero 57.

9.- Soy un bisexual no practicante, pero te pondré en primer lugar en mi lista de preferencias, junto a River Phoenix y Michelle Pfeiffer. - Stephen Fry en Los amigos de Peter.

10.- Nos hemos convertido en locos de Dios. - Anthony Hopkins como Van Helsing en Dracula de Bram Stoker.

11.- Es la teoría de la relatividad: si sujetas un cazo caliente, un segundo te parece una hora y si te acuestas con alguien que te gusta, una hora te parece un segundo. - LL Cool J en Deep Blue Sea.

12.- Ruego por que ninguno de mis alumnos me vea aquí. Si eso pasa sólo podré dedicarme a dar clases de hipocresía avanzada. - Justin Long a Alison Lohman al entrar en una tienda de espiritismo en Arrástrame al infierno.

13.- No hay ninguna razón para alarmarse y esperamos que disfruten del vuelo. Por cierto, ¿hay alguien a bordo que sepa pilotar un avión?. - Julie Hagerty en Aterriza como puedas.

14.- No se lo digas a nadie, pero hay distribuidos a lo largo del país unos edificios que esconden secretos. Se llaman... ¡Bibliotecas!. - Amanda Crew a Kyle Garner en Exorcismo en Connecticut.

15.- ¡Joder! Ni que guardaran aquí el Arca Perdida. - Darren Morfitt en Doomsday.

16.- He memorizado un pasaje de Ezequiel 25:17, "El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la calidad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, porque es el auténtico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti". Llevo años diciendo esa mierda y, cuando alguien la oía, es que iba a morir. No había pensado mucho en lo que significaba, simplemente pensaba que era un rollo que le soltaba a algún hijo de puta antes de pegarle un tiro. Pero esta mañana vi algo que me ha hecho pensarlo dos veces. Ahora se me ocurre que tal vez significa que tú eres el hombre malo y yo soy el hombre recto y el señor nueve milímetros es el pastor que protege mi recto culo en el valle de la oscuridad. ¿O será tal vez que tú eres el hombre recto y yo soy el pastor y que este mundo es injusto y egoísta? Me gustaría eso, pero ese rollo no es la verdad. La verdad es que tú eres el débil y yo soy la tiranía de los hombres malos. Pero me esfuerzo, Ringo, me esfuerzo con toda intensidad por ser el pastor. - Samuel L. Jackson a Tim Roth en Pulp Fiction.

17.- Es un general, chicos. Los generales piensan mucho, por eso siempre que me piden serlo digo que no. - Gene Hackman en A la caza del lobo rojo.

18.- Si observa detenidamente las cosas, descubrirá que todo tiene un punto débil que puede romperse. - Anthony Hopkins a Ryan Gosling en Fracture.

19.- Arthur escúchame, ¡ESCÚCHAME! Este hombre está muerto. Si no quieres que esta muerte sea inútil, es hora de que te conviertas en un puto hombre y lleves a tu gente a Camerún. Demuestra que tienes huevos, ¡joder! - Bruce Willis a Sammi Rotibi en Lágrimas del sol.

20.- Si vuelvo a pillarte mofándote de mí vas a limpiar las letrinas con la lengua hasta que las patatas fritas te sepan a mierda, ¿queda claro? - Jason Isaacs a Danny Hoch en Black Hawk Derribado.

21.- Diálogo entre el Señor Azul (Robert Shaw) y el Señor Gris (Héctor Helizondo) en Pelham 1-2-3 (la original de 1974):

-Señor Azul: En una ocasión hice fusilar a alguien por hablarme así.
-Señor Gris: En eso nos diferenciamos: Yo siempre he matado personalmente.

22.- ¿Crees que se trata de un juego, capullo? ¿Quieres que esta nena muera? ¿O esta otra? ¿O tú mismo? ¿O tu amigo del alma, el de la placa? Verás, no quiero hacerlo, pero convertiré este lugar en el jodido Grupo Salvaje si creo que estás jugando conmigo. - George Clooney a John Hawkes en Abierto hasta el amanecer.

23.- Tienes ojos de apóstrofe, vistes como un blanco y hablas como un negro con un coche de judío. ¿Cómo voy a saber qué tipo de comeperros amarillo eres si ni tú lo sabes? - Keanu Reeves a un camello coreano en Dueños de la calle.

24.- ¡Joder! Me he casado con Rambo. - Reflexión personal de Jamie Lee Curtis en Mentiras arriesgadas cuando ve a su marido, Arnold Schwarzenegger, cargarse a todos los malos.

25.- Odio a los abogados. - Bruce Willis en Los sustitutos.

Los sustitutos

Valoración: Pasable

No veía al gran Bruce Willis en una sala de cine desde La jungla 4.0, por culpa de quienes han decidido no emitir por aquí, todavía, películas de 2008 como Assassination of a High School President o What just happened (y teniendo en cuenta que ni siquiera han traducido aún sus títulos, no sé cuando llegaremos a verlas). Así que mi expectación ante lo nuevo del único e inimitable héroe de La jungla de cristal era tal, que olvidé cerciorarme de quiénes eran el director y sus infames guionistas, trío éste al que bien podríamos calificar como "los terroristas de la ciencia ficción".

El director Jonathan Mostow y los guionistas Michael Ferris y John D. Brancato, ya merecían prisión incondicional por el crimen cometido en Terminator 3, donde se cargaron de un plumazo dos mitos de la ciencia ficción: el actor más representativo del género, Arnold Schwarzenegger y uno de sus personajes míticos, el maravilloso robot exterminador que venía del futuro. No contentos con la "hazaña", Ferris y Brancato todavía la liaron más con Terminator Salvation, de forma que, por reincidentes, hasta sus nietos deberían estar en libertad condicional.

Una vez derribado el mito Schwarzenegger, estos tres innombrables han decidido ir a por el genio de la acción, Bruce Willis, por si acaso este género no estuviera lo suficientemente devaluado. Ya sé que la película sienta sus bases en la ciencia ficción, pero con Willis de por medio haciendo de policía, uno imagina que disfrutará de una sesión más o menos movida... ¡Pues no! Con una trama absolutamente previsible, una total falta de imaginación (parece una mala mezcla de Yo robot, El sexto día y Desafío total con ciertos toques de Minority report) y una enorme carencia de secuencias de acción, esta adaptación de la novela gráfica de Robert Venditi y Bret Weldele trata de sumergirnos en un mundo en que los humanos se quedan en casa y una serie de dobles, en forma de robots, son los que salen en su lugar a trabajar, divertirse, hacer la compra y toda clase de menesteres.

Llega un momento en que ese idílico y seguro mundo se desmorona, que es cuando Bruce Willis entra en juego, con un personaje al que podríamos calificar como el "anti-McClane": un policía que no golpea a los malos, no emplea comentarios sarcásticos y, encima, habla sin soltar taco alguno. Bruce Willis es un gran intérprete dramático, como ya demostró en El sexto sentido, Doce monos o Recuerdos de guerra (por citar filmes que se salen de su rol más conocido) pero, ¿cómo narices John McClane puede hacer del agente especial Johnson del FBI? Un ultraje.

A pesar de ello, Bruce Willis es, con muchísima diferencia, lo mejor de la película, aprovechando la única opción que le deja el guión, que es la de explotar la tristeza y el drama de un hombre que ha perdido a su hijo, está perdiendo a su esposa y ve cómo la humanidad se va al garete en favor de una poderosa tecnología. El caso es que una historia de estas características, futurista, en clave de thriller y como crítica a la deshumanización que los ordenadores y la tecnología en general provocan hoy en día, en manos de Cameron o Spielberg habría resultado un auténtico peliculón, lo que nos deja una inequívoca sensación de lo que pudo ser y no fue.

Por lo menos, hemos de agradecer que el metraje no excede los noventa minutos y que una de las dos únicas secuencias de acción muestra algo nunca visto en el cine: una persecución de coches en el seno de una gran ciudad en la que los transeúntes son atropellados. Eso y la gran labor en efectos visuales y de maquillaje. Por lo demás, Mostow, Brancato y Ferris siempre estarán en mi lista negra por lograr lo impensable: que uno se aburra viendo a Bruce Willis salvar al mundo.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Hemos perdido a Henry Gibson


Probablemente el nombre de Henry Gibson no os diga nada a muchos de vosotros, pero estamos ante todo un veterano del celuloide, que debutó a la temprana edad de siete años, falleciendo a los 73 víctima del cáncer, como nuestro querido Patrick Swayze.

Si alguno de vosotros veía la histriónica serie Boston Legal, seguro que le recuerda como el peculiar juez Clark Brown. Como seguidor de la serie admito que dicho papel era divertidísimo, sobre todo por las caras que hacía poner a uno de sus protagonistas, James Spader, cuando le tocaba en suerte para alguno de sus juicios.

Aunque es más conocido por su aparición como secundario en multitud de series de televisión, recordaré sus mejores intervenciones cinematográficas: El largo adiós, Nashville, Una pareja perfecta por computadora y Health de Robert Altman, El chip prodigioso, Gremlins 2 y No matarás al vecino de Joe Dante, Granujas a todo ritmo de John Landis o Magnolia de Paul Thomas Anderson, aunque su primer papel de cierto renombre lo interpretó junto a Jerry Lewis en El profesor chiflado en 1963.

Fijáos bien en su cara, seguro que todos lo reconocéis por haberlo visto aquí o allá. Descanse en paz.

Malditos bastardos


He visto tantas y tantas películas sobre nazis, que pensaba que era imposible que alguien pudiese hacer ya ningún filme, sobre esta temática, que resultase original. Cómo no, tenía que ser el gran Quentin Tarantino (Pulp Fiction) el que me sacase de mi error, con esta ingeniosa cinta ambientada en la ocupación alemana en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

Tarantino es un realizador con talento. Lo llamaría "Talentino" de no ser porque me recuerda a cierto infame futbolista, pero eso es otro asunto. Hablamos de un director que es capaz de elevar la violencia a la categoría de arte, algo muy valiente por su parte en una época en la que lo políticamente correcto (es decir, lo completamente aburrido y absurdo) está tratando de imponerse en la sociedad.

Pero hablemos de la película. Un grupo de judíos mayoritariamente norteamericanos entra en Alemania, en pleno conflicto bélico, con una única misión: matar tantos nazis como puedan. Dicho así, uno podría pensar que la película es una tontería de grandes dimensiones. Pues no, este simple argumento ofrece un sinfín de posibilidades a Tarantino para demostrarnos su virtuosismo como director.

Por un lado aparecen reminiscencias al género del western, que tanto le gusta. Más en concreto, me atrevería a decir que ciertas secuencias sirven de homenaje a Sergio Leone y Ennio Morricone. Alguno me dirá, "¿por qué calificas esto de homenaje mientras que acusas de plagio a Renny Harlin y Neill Blomkamp?". La respuesta es obvia: un homenaje es una revisión hecha con toques personales de calidad y un plagio, una copia descarada y torpe que desmerece al original (como 12 trampas y Distrito 9).

Hablábamos de las posibilidades de la historia. Tarantino aprovecha al máximo su extenso reparto coral para introducirnos en el perverso mundo nazi, a su manera: diálogos mordaces e inteligentes, situaciones sorprendentes, giros de guión inesperados, movimiento magistral de la cámara (planos aéreos, contraplanos, secuenciales... Vamos, nada que ver con los giros rockambolescos habituales de hoy en día), un cuidado exquisito en la puesta en escena y la banda sonora y, sobre todo, un gran sentido del humor que muchos tacharán de insensible e irreverente, pero que otros sabrán disfrutar a mandíbula batiente. Hacer reír es algo quizá despreciado por los "grandes críticos" a la hora de valorar una película, pero ¡qué difícil es conseguir que el gran público se divierta con humor inteligente!.

La labor de Tarantino no termina ahí, ya que hemos de alabar su gran capacidad de trabajo con los actores. No en vano, conseguir que en un reparto tan extenso todos estén así de implicados, tiene un gran mérito. Destacaré uno de ellos, que no es ni Brad Pitt (y eso que está magnífico en su rol como el azote de los nazis) ni la bella Diane Kruger (impecable como actriz de época). Me refiero al vienés Christoph Waltz, que recibió, por esta interpretación, el premio a mejor actor en Cannes. Su papel de nazi es un tanto peculiar, aunando características ciertamente dispares: unas veces un frío asesino, otras un erudito que sabe moverse en sociedad y otras un maestro del sarcasmo. No me importaría nada que recibiera el Oscar, pero ya sabemos que en la Academia de Hollywood, últimamente, no suelen fijarse en la calidad.

Quentin Tarantino es un director que podrá gustar o no. Lo que es innegable, es que sabe hacer cine.

jueves, 17 de septiembre de 2009

12 trampas


Valoración: Floja

Por lo visto, Renny Harlin ha creído que, por ser el realizador de la segunda parte de Jungla de Cristal, tiene derecho a plagiar cualquier otra parte de la saga, en concreto la tercera. Y es que 12 trampas es una copia tan descarada de la mencionada película, que provoca vergüenza ajena; aunque no contento con ello, podemos ver introducidos muchos elementos de Speed, por lo que la falta de imaginación de su guionista, Daniel Kunka, resulta brutal.

Dicho esto, ¿qué puedo comentar acerca de la película? Evidentemente Harlin no está a la altura del gran John McTiernan (realizador de las partes uno y tres de la exitosa saga protagonizada por Bruce Willis). Así que, podríamos resumir el filme como una versión barata para video (debería haber salido directamente a los videoclubs) de Jungla de cristal III: La venganza.

No negaré que hay momentos durante sus primeros sesenta minutos en los que la acción está bastante lograda, pero claro, como en ningún momento perdemos de referencia a McTiernan, la comparación le hace perder mucho.

Después está el protagonista, John Cena, un musculitos que proviene del mundo de la lucha libre, como el famoso "The Rock", sólo que éste, a su lado, parece un actor digno del Oscar. O lo que es lo mismo: Cena puede ingresar en ese "selecto" club que denominamos "museo de cera" por aquello de la rigidez facial. El tipo está muy preparado para las secuencias de acción, pero convendría recordarle que en esto del cine, la interpretación está muy por encima de las payasadas que hacen en la lucha libre.

Dicho esto, me reafirmo en que el cine de acción está prácticamente muerto y Renny Harlin, por mucho que haya dirigido filmes tan entretenidos como La jungla 2, Ford Fairlane, Pesadilla en Elm Street 4 (la que más acción contiene de toda la saga) Máximo Riesgo o Deep Blue Sea, no va a ser quien resucite el género.

Esperemos que, la semana que viene, el gran Bruce Willis nos haga salir de esta decadencia en el cine de acción con Los sustitutos, la cual, a pesar de pertenecer a la ciencia ficción, posiblemente vaya ligada a la acción, siendo, su protagonista, toda una referencia de dicho género.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Hemos perdido a Patrick Swayze


El lunes, 14 de septiembre, se produjo lo inevitable: el cáncer de páncreas ganó la batalla a Patrick Swayze. Siempre que hablamos de esta enfermedad, sabemos lo terrible que es, pero por lo que tengo entendido, si afecta al mencionado órgano estamos ante uno de los peores casos.

Pero hablemos de cine, ya que de lo que se trata aquí es de hacerle un pequeño homenaje. Patrick Swayze no fue una gran estrella, aunque llegó a rozar dicho estatus. ¿Quién no recuerda Ghost o Dirty dancing? Personalmente creo que la primera es una buena película, mientras que la segunda me parece un tanto mediocre. Aunque, independientemente de mi opinión, son dos filmes que alcanzaron el éxito y, por lo tanto, catapultaron a este tejano de Houston.

Otras películas de cierta relevancia en las que participó fueron: Rebeldes de Francis Ford Coppola, junto a Tom Cruise, Rob Lowe, Diane Lane y Matt Dillon; Más allá del valor de Ted Kotcheff (Acorralado) con Gene Hackman y Fred Ward; Amanecer Rojo de John Milius (Conan el Bárbaro) junto a Charlie Sheen y Harry Dean Stanton; Road House compartiendo reparto con Sam Elliot y Ben Gazzara; por último destacaremos Le llaman Bodhi de Kathryn Bigelow, coprotagonizada con Keanu Reeves.

En cuanto a televisión, ¿quién no recuerda al personaje llamado Orry Maine? Su lucha en la guerra de secesión norteamericana o su espectacular pelea con Justin (David Carradine) por el amor de su vida, Madeline (Lesley-Anne Down). Actualmente rodaba The beast, serie que emiten en canal plus, la cual, evidentemente, ha quedado sin terminar.

Patrick Swayze, como he dicho al principio, no quedará como una de las rutilantes estrellas de la historia del Séptimo Arte, pero al menos, tuvo su momento. Descanse en paz.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Distrito 9


Valoración: Mala

Distrito 9 es una de esas películas que cumple dos preceptos: por un lado es otra decepción veraniega más y por otro, una serie de "supuestos entendidos" han decidido sobrevalorarla y ya está la legión de fans de turno, sin percatarse de la gran cantidad de fallos que esta ópera prima de Neill Blomkamp atesora.

Me llama la atención que se tilde esta cinta de original. Para empezar, el planteamiento recuerda mucho, muchísimo a Hijos de los hombres, sólo que allí en lugar de ser extraterrestres, eran los inmigrantes quienes estaban metidos en guetos. Por no hablar de la integración de una sociedad proveniente del espacio en la tierra: ¿os suenan Alien Nación, V o Men in Black? (por cierto, de esta última, que es una comedia, tiene más cosas de las que algo concebido como drama pudiera desear).

Después está el estilo cámara en mano, que pareció poner de moda en su día una de las peores películas de todos los tiempos, El proyecto de la bruja de Blair, también visto en Monstruoso o Rec. La diferencia estriba en que dichas películas no abandonaron la mencionada puesta en escena en cuanto les convenía, como hace Blomkamp sin ningún pudor cuando no sabe resolver algunas partes de la trama manteniéndose fiel al estilo documental iniciado.

¿Y qué decir del guión? Por un lado se sirve de algo tan crudo como el appartheid (por si no hubiera referencias evidentes, está ambientada en Johanesburgo), por otro trata al personaje principal como si fuera un remake de La mosca y por último, cuando se da cuenta de que el público va a empezar a aburrirse al descubrir que los secretos esperados sólo son fruto de un magnífico tráiler (el avance fue buenísimo, eso hay que reconocerlo), decide tirar por el camino de película de acción de serie B, copiando lo peor de Independence day (por lo visto es muy fácil utilizar tecnología avanzada extraterrestre), empleando un uso desmedido de las vísceras, la sangre y el mal gusto y dejando a las fuerzas de seguridad de Suráfrica en el más absoluto de los ridículos, al comprobar lo sencillo que resulta entrar y salir de las mayores instalaciones secretas del país.

El último tramo resulta ya insultante, con un robot prácticamente idéntico a uno de los enemigos de Robocop, un final excesivamente explicado por si los que estamos sentados en las butacas somos tontos y no nos enteramos, un malvado villano que termina de la manera más tópica que uno pueda imaginar... Se puede discutir si la película gusta o no, pero ¿original? Sobre eso no hay debate: no lo es, pues, en resumidas cuentas, no estamos viendo más que la ampliación de un corto (Alive in Joburg) del mismo realizador, interpretado por actores inferiores a la media, desarrollado como un refrito mal montado de una serie de películas que sí marcaron en mayor o menor medida su sello en la ciencia ficción, que termina cayendo en todos los clichés y pastiches del mundo.

Así pues, una película mediocre, ensalzada por una serie de medios que, imagino, serán amiguetes de Peter Jackson (productor), porque si no, no me lo explico.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Gamer

Valoración: Mala

En 1987, Paul Michael Glasser (más conocido como Starsky) dirigió una magnífica cinta de ciencia ficción titulada Perseguido, protagonizada por el héroe más importante en la historia de este género: don Arnold Schwarzenegger. Hablamos de un film que, además de resultar trepidante por sus magníficas secuencias de acción y su ritmo frenético, contenía una importante carga social contra el poder de la televisión y el aumento de la violencia en la misma.

Hoy, año 2009, los dos osados directores de Crank, Mark Neveldine y Brian Taylor, han decidido copiar, de una manera un tanto descarada, aquella joya de la que hemos hablado en el primer párrafo, con un resultado notablemente inferior.

Gamer es un ejemplo de lo que se puede esperar hoy en día de cierto tipo de cine, que trata de hallar el éxito fácil, gastando lo menos posible en montar una buena historia. Por un lado se plagia (llamémoslo por su nombre) una película de culto, aunque nadie nombra la palabra "remake", por si acaso. Después se eligen una serie de actores de moda por las grandes series televisivas de la actualidad (ya comenté en una crítica anterior que la década dorada de la televisión está coincidiendo trágicamente con una importante decadencia en el séptimo arte) para que el público olvide que el guión cuenta muy poco, mientras comenta "¡Ahí va, si es Dexter!" o "¡Anda, mira, la tía de The closer!" o incluso "¿ese no es Peter Petrelli de Héroes?" Y así, entre comentario y comentario, van pasando los minutos sin que uno repare en el maltrato del guión a los tres mencionados intérpretes, Michael C. Hall, Kyra Sedgwick y Milo Ventimiglia respectivamente.

Al menos hemos de agradecer la elección del protagonista, un duro Gerard Butler (300) que sabe dotar a su personaje del dramatismo adecuado (tal y como está redactado el libreto, aquí no cabían las divertidas gracias de Schwarzenegger en el 87) así como la buena interpretación de Amber Valletta (Transporter 2), posiblemente lo mejor del film en este apartado.

Pero hablábamos de los recursos fáciles del cine actual. Nos queda el intento facilón de atraer al público juvenil (el gancho aquí son los video-juegos) y, por último, los giros rocambolescos de cámara a los que se suman un sinfín de ruidosas explosiones, elementos estos indispensables para el montón de saboteadores del género de la acción que desgraciadamente sigue haciendo películas.

A pesar de toda la estopa que he repartido a la película, he de reconocer que nada más salir del cine pensé que me había resultado entretenida. El daño supone escribir acerca de un filme insustancial unos días después de haberlo visto, tras haber tenido tiempo para reflexionar. Y mis pensamientos no pueden ser más alarmantes: un fan de John McTiernan (Jungla de cristal), Richard Donner (Arma letal) y James Cameron (Terminator 1 y 2) como yo, ¿cómo narices puede, después de ver semejante mediocridad, salir del cine y decir que se ha entretenido?

Muy sencillo: las expectativas que tenemos ante cualquier película de acción han llegado a límites tan bajos, que ya nos conformamos simplemente con no vomitar durante sus visionados.

Expediente 39

Valoración: Pasable

Así como Exorcismo en Connecticut lo tenía muy difícil por estar muy fresca, en la mente de todos, Arrástrame al infierno, Expediente 39 lo tenía muy bien al estar tan próxima a la citada ópera prima del torpe Peter Cornwell. Sin embargo se ha quedado a medio camino entre una y otra.

La primera parte de este filme del alemán Christian Alvart (Pandorum) recuerda demasiado a un drama social, muy propio de las sobremesas televisivas dominicales, así que muchos nos echamos a temblar ante semejante panorama. Sin embargo, en el momento en que la trama se centra únicamente en el terror (aproximadamente a mitad de metraje) se podría decir que la película consigue el aprobado, lo cual no es nada desdeñable, ya que si bien últimamente me he quejado mucho del bajón de calidad del cine de acción, el acaecido en el género del terror es de tal magnitud que asusta.

El guión de Ray Wright (Pulse) tiene un importante problema: es predecible en grado sumo, incluso en sus pequeños giros (muy pequeños). Y claro, si a un filme de terror le quitas el suspense, pierde bastantes enteros. ¿Por qué entonces el aprobado? Porque consigue generar miedo y cierta tensión en alguna de sus secuencias, lo cual considero meritorio dentro de un género en el que ya se ha probado prácticamente todo.

En el apartado actores tenemos otra pega: Renée Zellweger. ¿Alguien me explica que pinta Bridget Jones en un relato de terror? Zellweger nunca podrá desencasillarse de este personaje por una sencilla razón: es una actriz vulgar. Hay que tener la categoría de Sean Connery para que no te asocien siempre con tu personaje más famoso (en este caso nada más y nada menos que el James Bond original), pero claro, la diferencia entre ambos en talento interpretativo es tal, que podríamos considerarlos como antagonistas. Otra cosa es hablar de Ian McShane (Deadwood) o Callum Keith Rennie (Galáctica, Californication, 24), actores que saben dar el toque de dramatismo adecuado a una historia como ésta. Por cierto, ¿sabéis por qué las referencias que he puesto de ambos son de series de televisión y no de largometrajes de cine? Porque toda la decadencia que estamos padeciendo en esta década en la gran pantalla, la estamos disfrutando en lo que podríamos llamar los años dorados de la televisión (sólo con echar un vistazo a las cuatro series mencionadas basta para darse cuenta).

Después de esta parrafada, casi me estoy arrepintiendo de haber calificado esta película con un 5, pero por aquello de que la primera impresión es la que cuenta, así se quedará.

Exorcismo en Connecticut

Valoración: Mala

Peter Cornwell debuta en el cine con este estúpido engaño titulado Exorcismo en Connecticut (engaño, por cierto, al que contribuye la mala y efectista traducción de turno) que parece una cinta de terror, cuando realmente es una de esas horribles y aburridas películas, basadas en hechos reales, con las que suelen torturarnos en las sobremesas televisivas de los fines de semana.

Tenemos una historia en la que un chico padece una enfermedad que podría ser terminal, una familia con muchos problemas económicos, un padre alcohólico... ¿Algo más? Ah, sí, por si fuera poco, se van a vivir a una casa llena de espíritus, aunque vista la película entera se podría decir que la parte dedicada al terror es bastante inferior, en tiempo, que la dedicada al drama.

A todo lo dicho hay que añadir los tópicos por doquier, las gracias del señor Cornwell tratando, muy torpemente, de hacer guiños a El exorcista y a El sexto sentido y, sobre todo, el gran aburrimiento que ofrece la casi totalidad del metraje.

Lo único salvable es la interpretación de Virginia Madsen (Los inmortales II, Entre copas) que ofrece una buena interpretación de una "madre coraje" capaz de cualquier cosa por salvar a su hijo (otro elemento más de dramón televisivo de media tarde).

Después de Arrástrame al infierno, era muy complicado que un filme de terror pudiera gustarnos, dada la buena calidad de la película de Sam Raimi. Si encima descubrimos que no es de terror... ¡Qué miedo!

martes, 8 de septiembre de 2009

Pelham 123 (2009)

Valoración: Interesante

Todos conocéis la admiración que profeso a Tony Scott como director, por lo tanto no podía perderme este remake de la película homónima que en 1974 dirigió Joseph Sargent. A pesar de ello, soy consciente de que esta versión no aguanta comparación alguna con la original, aunque sí debo señalar que resulta de un entretenimiento más que digno, lo cual, viendo la poca calidad del cine de acción en los últimos tiempos, es bastante agradable (de hecho ha funcionado bien en taquilla, que es de lo que se trata).

La tensión y el suspense con el que en su día nos deleitaron Sargent y compañía, deja paso, como viene siendo habitual, a los efectos técnicos. Scott vuelve a mostrar su poderío visual proveniente del ruidoso mundo del video-clip, algo que domina a las mil maravillas ya que su ritmo frenético de imágenes puede, por sí mismo, generar esa ansiada tensión de la que adolecen hoy en día este tipo de relatos. Sin embargo, ¿por qué reducir el guión a un mero vehículo para el lucimiento visual del realizador? ¿Por qué profundizar únicamente en los dos personajes principales? ¿Por qué no dotar de más inteligencia a la trama? ¿Por qué modificar el magnífico final de 1974? Son cuestiones que, aplicadas a los remakes de los últimos años, deberían intentar responder muchos directores de hoy en día.

Centrándonos en el elenco, Denzel Washington destaca sobre el resto por dos motivos: es mejor actor y tiene un personaje del que puede sacar algo. Otros como James Gandolfini (Los soprano) o John Turturro (Transformers, Ejecutivo agresivo) no tienen tanta suerte con el trato del guión hacia sus personajes. Queda John Travolta, que durante un rato está bastante bien (un villano con un pequeño misterio oculto que le motiva a llevar a cabo el secuestro) pero que termina por caer en la sobreactuación y en el exceso de tacos. No es lo mismo el uso de las palabras malsonantes que Tony Scott llevó a cabo en El último boy scout, donde Bruce Willis las empleaba en abundancia pero en el momento adecuado, que la cantidad de insultos sin orden ni concierto que profiere una y otra vez Travolta, hasta el punto de que llegan a perder el sentido, terminando por aburrir.

Me doy cuenta de que, con lo que he escrito, no parezco dejar claro si la película me ha gustado o no. Posiblemente en los noventa la habría calificado de subproducto, ya que fue una magnífica época para el cine de acción. Lo que pasa es que actualmente, los amantes de este género debemos conformarnos con filmes pasables que, por lo menos, logren entretenernos. Me gusta Tony Scott, pero no tanto como para ocultar el declive de un tipo de cine, que otrora lograra maravillarme.

Pelham uno, dos, tres (1974)

Valoración: Buena

El televisivo Joseph Sargent, dirigió en 1974 este magnífico thriller, encasillado en el subgénero policíaco de los secuestros, basado en la novela de John Godey.

Lo mejor de la película, sin duda, es el sobrio guión de Peter Stone (no en vano ha sido responsable de libretos de alta calidad como el de Charada), que alcanza situaciones de alta tensión gracias a la forma en que está narrado, sin necesidad de efectos especiales de gran magnitud, algo que en la actualidad parece imposible. Dichas secuencias van enlazadas con buenos momentos cómicos entre los diferentes personajes, todos perfectamente definidos, quienes aportan gran calidad al relato.

Dentro del elenco elegido para este proyecto, destacan sobremanera Walter Matthau y Robert Shaw, dos auténticos actorazos que mantienen una dura pugna, ya que uno es el policía y el otro el villano. Matthau es el hombre tranquilo, un tipo que intentará por todos los medios que la situación no se descontrole (y eso que deberá lidiar no sólo con los secuestradores, sino también con la burocracia establecida y cierta incompetencia). Por su parte, Shaw es el cerebro, un ex-oficial militar muy seguro de sí mismo, que no mostrará escrúpulo alguno a la hora de intentar llevar a cabo su elaborado plan. Como digo, el duelo entre ambos es de altura, lo que combinado con la buena intervención de varios secundarios (destacando aquellos que protagonizan ciertos contrapuntos humorísticos) consigue que el relato funcione magníficamente.

Pelham uno, dos, tres es cine de alta calidad, del que desgraciadamente es difícil encontrar en la actualidad, ya que parece que en Hollywood han olvidado que lo mejor de una película es su historia y no su grandiosidad en cuanto a efectos técnicos. A ver si Bay y compañía aprenden un poquito del cine antiguo, no estaría mal, ¿verdad?

sábado, 5 de septiembre de 2009

Los diez actores con los que más he disfrutado en una sala de cine

Cuando comencé este blog, sólo escribía críticas de estrenos de cine. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, fui siguiendo los consejos de otros bloggeros como, por ejemplo, Beto y comencé a hacer otras cosas como mis premios (en contraposición a los Oscar), frases de cine, seguimientos de sagas y ciclos de actores (por cierto, debo retomar un día de estos el de Bruce Willis, que lo dejé inacabado).

Fue otro escritor, Luigi de Angelis, quien me dio la idea para este post, cuando publicó una lista de sus veinte actores favoritos. De entrada he de aclarar una cosa: este comentario no va acerca de quienes considero que son los diez mejores actores de la historia, sino sobre los diez artistas que más me han hecho disfrutar en una sala de cine. Intentaré explicarme con un ejemplo:

Si me lo preguntáis, creo que Henry Fonda es el mejor actor de la historia del cine. Entiendo que es una aseveración discutible, ya que muchos consideran a Marlon Brando para este título, pero es lo que pienso. Sin embargo, veréis que el señor Fonda no aparece en mi top ten, ¿por qué? Porque no va de quién es mejor o peor actor, sino de una serie de intérpretes que han protagonizado una gran cantidad de películas inolvidables para mí. Por lo tanto, podría decirse que es una lista más en función de las películas que han hecho que de los protagonistas en sí.

En fin, sin más dilación, comencemos:

1.- HARRISON FORD:


Indiana Jones es, sin ningún género de duda, mi personaje favorito de la historia del Séptimo Arte (ahora que recuerdo, hace unos meses realicé un post con mis diez personajes favoritos). Se podría decir de él que es el James Bond de los aventureros, un tipo genial, capaz de salir de situaciones imposibles sin perder la compostura. Un galán un tanto chulo que sabe cómo hacer las cosas y que tiene una gracia especial, algo que podríamos agradecer a George Lucas (creador del personaje) y, sobre todo, a Steven Spielberg, que fue quien supo dar un toque de magia especial a estas películas.

Por si encarnar al mítico Doctor Jones no fuera suficiente, Harrison Ford también se metió en la piel de otro de los personajes más carismáticos de George Lucas: Han Solo. ¿Quién no recuerda a este simpático sinvergüenza tratando de hacerse rico en La guerra de las galaxias mientras otros estaban de lleno metidos en la lucha del bien contra el mal?

Sólo por interpretar a estos dos míticos personajes, Harrison Ford merece el puesto de número uno en este ránking, aunque también me gustaría destacar otras películas en su haber como American Graffiti, Blade Runner, Frenético de Roman Polanski o la prodigiosa interpretación que hizo del famoso doctor Richard Kimble en la adaptación cinematográfica de la famosa serie de televisión El fugitivo.

2.- CLINT EASTWOOD:

Algún día me gustaría echarme a la cara a aquellos individuos que dijeron, en los inicios de su carrera, que Eastwood era un intérprete con dos gestos: con sombrero y sin sombrero. Pero Eastwood, al igual que otros grandes de la vida, contesta con hechos, de forma que en la actualidad nadie discute su calidad como actor y director.

De Eastwood podríamos decir que es la personificación del cine, alguien que domina todas las facetas tanto en dirección como interpretación. Ocupa la segunda posición del ránking porque ha sido, posiblemente, el mejor tipo duro que haya habido jamás en Hollywood.

Mi personaje favorito de todos los que ha interpretado es, como muchos ya sabéis, el del inspector Harry Callahan, más conocido como Harry el sucio. Eso de pararse en mitad de un tiroteo, encañonar a un villano con su imponente Magnum 44 y comenzar una parrafada sobre el número de balas que le quedan, no tiene precio, hasta el punto que se filmaron un total de cinco películas protagonizadas por dicho personaje.


Pero no podemos hablar de Clint Eastwood sin hacer referencia al Western. En sus inicios, destacó en el spaguetti western (término acuñado para las películas del oeste provenientes de Italia), participando en la trilogía del dólar de Sergio Leone, cuya película más famosa es El bueno, el feo y el malo. Eastwood nunca perdió de vista este género a lo largo de su carrera, de forma que llegó a mejorarlo con películas memorables como El fuera de la ley (de la que he tomado el apodo de Josey Wales), El jinete pálido o la que para muchos es (me incluyo) el mejor western de todos los tiempos: Sin perdón.

El polifacético Eastwood también dejó su huella en el cine bélico. Empezó sin acreditación en Zafarrancho de combate, después tuvo un pequeño papel en La escuadrilla Lafayette, creció en importancia como secundario ya de lujo en El desafío de las águilas junto a Richard Burton y terminó protagonizando filmes inolvidables como Los violentos de Kelly (foto) o El sargento de hierro.

Ya para terminar con este genio, dejaré constancia de una serie de títulos impresionantes que ha protagonizado, entre los que destacaré Gran Torino por ser no sólo una majestuosa obra de arte, sino porque posiblemente sea su última gran aparición en pantalla. Como digo, otros títulos destacables de su vasta filmografía son: Million Dollar Baby, Space cowboys, Ejecución inminente, Los puentes de Madison, Un mundo perfecto, En la línea de fuego, Cazador blanco, corazón negro, Aventurero de medianoche, Fuga de Alcatraz...

3.- ARNOLD SCHWARZENEGGER:


Sé que muy poca gente considera al fornido actor austríaco un buen actor. Yo mismo entiendo que es bastante limitado, pero posiblemente estemos ante el intérprete más importante en la historia de la ciencia ficción, un género que me apasiona y fascina.

El nombre de Schwarzenegger va ligado al de James Cameron y eso se nota: Terminator y Terminator 2 son dos películas de absoluta referencia para el género, en las que el bueno de Arnold encarnó a uno de los personajes más importantes de la gran pantalla, el temible robot exterminador con la apocalíptica misión de acabar con la raza humana en la primera parte y, paradójicamente, su gran esperanza de salvación en la segunda. También llevaron a cabo juntos la genial Mentiras arriesgadas, parodiando el género de acción y el de espías de forma sublime.


¿Qué otras grandes películas de ciencia ficción ha protagonizado? Sólo con nombrar Depredador, del insigne director de Jungla de cristal, John McTiernan, uno se da cuenta del calado de Schwarzenegger en este género. Pero es que, además, ha protagonizado filmes como Perseguido de Paul Michael Glasser, Desafío total de Paul Verhoeven, la injustamente infravalorada El último gran héroe, también de McTiernan o El sexto día, de Roger Spottiswoode.


A pesar de que ha quedado demostrado que Arnold ha sido el rey de la ciencia ficción, muchos se empeñan en verlo como un simple actor de acción. Ciertamente películas como Commando, Hércules en Nueva York, Connan el bárbaro (foto), Ejecutor, Danko: calor rojo, Poli de guardería, Eraser o El fin de los días, han contribuido a ello. Sin embargo, nadie podrá negar que muchas de las películas de ciencia ficción protagonizadas por este fenómeno de la naturaleza, han sido claves en la historia del desarrollo de este género en el cine. De ahí que ocupe la tercera posición en mi ránking.

4.-BRUCE WILLIS:
Muchos os habréis extrañado al comprobar que no he puesto a Bruce Willis en el número uno, ya que sabéis la devoción que siento por el héroe de La jungla de cristal; espero haberlo dejado claro con las explicaciones de los tres primeros.

Mi pasión por Bruce Willis nace por un tipo de personaje que encarna a la perfección: alguien que no sólo se conforma con acabar con los malos, sino que además debe hacerlo de una forma tan inteligentemente chulesca, que nadie ha sabido imitar. Willis elevó la chulería a la categoría de arte en la ya tetralogía Jungla de cristal y en la que, para mí, es su mejor película: El último boy scout, un filme de Tony Scott para el que indiscutiblemente nació.

Precisamente por ser catalogado como un actor de acción, la Academia de los Oscar de Hollywood le ha negado en varias ocasiones la estatuilla que tanto merece. Prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que debió obtenerla por El sexto sentido, aunque pocos parecen recordar otros roles de tipo dramático como los protagonizados en Recuerdos de guerra o Doce monos, en los que ya había demostrado ser un intérprete de altura. Más recientemente dejó muestras de su categoría dramática en Lágrimas del sol, en un difícil papel de sentimientos encontrados sobre un oficial militar que se debate entre hacer lo correcto o cumplir órdenes en mitad de una limpieza étnica en pleno corazón de Nigeria.


Guste o no, el caso es que Bruce Willis siempre será recordado como una gran estrella del firmamento Hollywoodiense, algo que sus detractores tendrán que tragarse: comedia, drama, ciencia ficción, acción... Willis es un todoterreno. Como muestra, dejo una serie de títulos que, además de los ya citados, demuestran que ha dejado su impronta en la historia del cine moderno: Cita a ciegas, Pulp Fiction (película de culto donde las haya), El quinto elemento, Armageddon, Falsas apariencias, La guerra de Hart, Sin city, 16 calles, El caso Slevin...

5.- PAUL NEWMAN:

Supongo que nadie se escandalizará si digo que Paul Newman ha sido uno de los mejores y más prolíficos artistas que jamás haya dado el cine norteamericano, por no decir mundial. Hablamos de un actor distinto, alguien que sin necesidad de caer en la sobreactuación (como por ejemplo Al Pacino en sus últimos años) consigue transmitir todo tipo de sentimientos al espectador.

Pero, como he dicho al principio, no es una lista de mejores o peores actores, sino de intérpretes que me han cautivado por la calidad de las películas que han protagonizado. En ese sentido, hacer un resumen con los grandes filmes de Newman es tan complicado, que seguramente me dejaré bastantes en el tintero.



De toda su filmografía, mi favorita es El golpe. Se podría decir que es la mayor referencia que existe en el subgénerero de los ladrones. Su personaje, Henry Gondorff, destila una gracia especial, destacando por encima de actores consagrados como Robert Redford o Robert Shaw.

Hablando de Redford, con el compartió una de las películas más aclamadas del género del oeste, como Dos hombres y un destino. Muchos consideramos el western como el género por excelencia del Séptimo Arte y, como no podía ser de otra manera, Newman protagonizó varias películas de este estilo como El zurdo, Cuatro confesiones, El más salvaje entre mil, Los indeseables, El juez de la horca o Búfalo Bill y los indios.


La capacidad expresiva de Newman le hizo protagonizar grandes dramas, como Marcado por el odio, Traidor a su patria, El largo y cálido verano, La gata sobre el tejado de zinc, La ciudad frente a mí, Éxodo, El buscavidas (años más tarde tendría como secuela El color del dinero), Casta invencible, Dulce pájaro de juventud, La leyenda del indomable, Harry e hijo, Ausencia de malicia o la impresionante Camino a la perdición.


Otro de los géneros que cultivó fue el del suspense, desde el policíaco hasta el Hitchkockiano, como por ejemplo Cortina rasgada. En este hilo de películas podríamos hablar de El premio, Harper investigador privado, Con el agua al cuello (imposible olvidar aquella secuencia en la que casi muere ahogado por intentar escapar de unos captores inundando un sótano), El hombre de McKintosh, Quintet, Distrito apache, Veredicto final, Al caer el sol...

Su imponente físico también le sirvió para el cine de acción (el cual, evidentemente, no podía faltar aquí). Así que terminaremos con Paul Newman nombrando películas como Quinientas millas, El coloso en llamas o El castañazo, una divertida denuncia sobre la violencia en el hockey sobre hielo.

6.- TOM CRUISE:

Al igual que le sucede a Bruce Willis, la crítica "supuestamente" especializada lo tiene catalogado como un actor de acción, lo que prácticamente le cierra las puertas a la posible consecución de un Oscar, a pesar de que ya ha sido nominado en cuatro ocasiones.


Tom Cruise es un gran actor que ha cultivado todos los géneros. Comenzando por el referenciado en el párrafo anterior, tenemos filmes inolvidables como Top Gun del genial Tony Scott (a los que se refieren a él como el hermano de Ridley me gustaría decirles un par de cosas), la saga de Misión imposible (la primera, firmada por el maestro Brian de Palma, marcó época) o Collateral de Michael Mann, en la que Cruise hizo por primera vez de villano (aunque se podría decir que hay más suspense que acción).


Alguno se preguntará: ¿y ya está? ¿el resto de su filmografía no es cine de acción? entonces, ¿por qué se le cataloga así? La respuesta, a mi modo de ver es la envidia. En cierta ocasión, un grupo de directores de cine españoles (es anónimo, pero no me extraña que no diesen los nombres), catalogaron a Tom Cruise como uno de los peores actores de todos los tiempos. Si la razón no fue la envidia, ya me diréis. Alguno incluiría aquí, probablemente, Minority report de Steven Spielberg, aunque es una película más propia de la ciencia ficción, por mucho que Cruise no pare de disparar, correr y saltar durante todo el metraje. Otros seguro que también hablarían de El último samurái, aunque se trata de una película épica, pero claro, con tal de insultar a Tom Cruise, todo vale.

Aunque ha hecho drama, con títulos tan notables como Rain man, Cocktail, Nacido el cuatro de julio, El color del dinero, Jerry Maguire o Leones por corderos, entre otros, de su filmografía, mis películas favoritas son, además de las de acción, aquellas en las que lo envuelve todo el suspense. A destacar: Risky Business, Algunos hombres buenos, La tapadera, Entrevista con el vampiro (permitidme la licencia de incluir terror en suspense), Magnolia o la última película filmada por Stanley Kubrick: Eyes wide shut.

¿Actor sólo de acción? ¿Mal intérprete? Todo lo contrario, ya que desprende un carisma especial en todas y cada una de sus interpretaciones. Si no, no formaría parte de este ránking.

7.- JACK NICHOLSON:
Al señor Nicholson sólo puedo definirlo con una palabra: genio. En roles cómicos de tronchas de risa, si hace miedo esa noche no duermes, si protagoniza un drama puedes llegar a hartarte de llorar... Fan de los Lakers, un poco loco, pero un genio con todas las letras.


Una de sus películas más famosas es El resplandor, de Stanley Kubrik. Quien diga que no pasó miedo con aquella cinta, o bien trata de hacerse el duro o bien no prestó la debida atención, porque la puesta en escena de Jack es sublime (no así el doblaje en castellano, de lo peorcito que he escuchado jamás). ¿Quién no recuerda aquello de "ya estoy aquiiií"? Siguiendo con el mismo género, el gran Jack ha participado en La tienda de los horrores, El cuervo y El terror, las tres de Roger Corman, Las brujas de Eastwick (a pesar de que interpretaba al mismísimo demonio es más una comedia que otra cosa) o Lobo, junto a la hermosa Michelle Pfeiffer.


En lugar de continuar por géneros (su filmografía es muy extensa), me remitiré a una serie de películas clave, tanto para el cine como para su carrera, para que todos podáis entender la magnitud que este ganador de tres Oscar ha tenido en el celuloide: Easy rider, Chinatown, Alguien voló sobre el nido del cuco, El último magnate, El cartero siempre llama dos veces, El honor de los Prizzi, Batman, Algunos hombres buenos, Hoffa, Mejor imposible, Infiltrados, Ahora o nunca...

8.- SEAN CONNERY:

"Me llamo Bond, James Bond" es una de las frases más famosas de la industria cinematográfica, no en vano la saga de 007 es la más exitosa que jamás se haya concebido. El primer Bond fue Sean Connery, un escocés que, por aquel entonces, no era ni mucho menos una estrella, al igual que el resto de intérpretes que después lo sucedieron. Dr. No, Goldfinger, Operación trueno o Diamantes para la eternidad, son sus mejores apariciones como el frío comandante Bond, un espía insuperable que siempre salvaba al mundo mientras se ligaba a la mayor colección de espectaculares bellezas que uno pueda imaginar.


Pero Sean Connery es mucho más que el agente 007. De hecho vivió por un tiempo obsesionado con la idea de no ser encasillado, algo muy difícil dada la repercusión internacional del personaje. Sin embargo lo consiguió, pues demostró que era un actor especial, uno de esos intérpretes que logran que todo el mundo esté pendiente de él cuando aparece en pantalla.


Connery trabajó con Tippi Hedren a las órdenes de Hitchcock en Marnie la ladrona, fue sospechoso de asesinato en Asesinato en el Orient Express de Sidney Lumet, corrió increíbles aventuras junto a Michael Caine en El hombre que pudo reinar de John Huston, vio cómo Audrey Hepburn le partía el corazón en La gran aventura de Robin y Marian de Richard Lester, fue general del ejército en Un puente muy lejano de Richard Attenborough, ideó junto a Donald Sutherland y Lesley-Anne Down un atraco casi perfecto en El primer gran asalto al tren de Michael Crichton, luchó contra la injusticia en el espacio en Atmósfera cero de Peter Hyams, fue inmortal en la célebre Los inmortales de Russell Mulcahy, tuvo que padecer a la dura inquisición española en El nombre de la rosa de Jean-Jacques Annaud (como curiosidad, el director, cuando Connery se presentó al casting dijo "no quiero a James Bond para el papel de Guillermo de Baskerville", aunque terminó por contratarlo), persiguió a Al Capone (Robert de Niro) junto a Eliot Ness (Kevin Costner) en Los intocables de Eliot Ness de Brian de Palma, ayudó a nada más y nada menos que Indiana Jones a encontrar el Santo Grial en Indiana Jones y la última cruzada de Spielberg, se descolgó por las Torres Petronas de Kuala Lumpur junto a la exhuberante Catherine Z. Jones en La trampa de Jon Amiel o logró colarse en Alcatraz en La roca de Michael Bay.


Sean Connery ha trabajado con los mejores y lo ha hecho en películas de relumbrón. El mérito es que, a pesar de estar entre los más grandes, siempre ha destacado, de ahí su número ocho en el ránking.

9.-Kevin Costner:

Kevin Costner es un intérprete que ha pasado de ser ídolo de masas, a verse denostado por una gran parte del público internacional. Si bien es cierto que la carrera del actor californiano tuvo un bache importante de varios años, ¿a cuántos no les ha ocurrido lo mismo?. Tenemos ejemplos como Harrison Ford (número uno del ránking), Al Pacino, Robert de Niro... Intérpretes que han enrachado una serie de películas horripilantes (y no precisamente por pertenecer al género del terror) y sin embargo nunca se ha cuestionado su capacidad artística, por aquello de que tenían un pasado de grandes películas. ¡Pero si hasta Clint Eastwood ha hecho mal cine alguna que otra vez!


Sea como fuere, si he introducido a Kevin Costner en el penúltimo puesto de este selecto ránking ha sido porque he disfrutado muchísimo viendo las siguientes películas: Silverado un western clásico de Lawrence Kasdan, Los intocables de Eliot Ness película ya comentada en el número ocho, Sin salida un espléndido thriller de contraespionaje dirigido por Roger Donaldson, Los búfalos de Durham de Ron Shelton, compartiendo reparto con Susan Sarandon y Tim Robbins (por cierto, allí se conocieron estos dos y todavía siguen juntos), Campo de sueños un hermoso drama de Phil Alden Robinson con tintes fantásticos, Revenge del genial Tony Scott junto a Anthony Quinn y Madeleine Stowe, Bailando con lobos un western dirigido por él mismo que arrasó en los Oscar, Robin Hood, príncipe de los ladrones encarnando al archifamoso héroe inglés, el estupendo estudio que Oliver Stone hizo sobre el asesinato de Kennedy en J.F.K., junto a Whitney Houston en El guardaespaldas, a las órdenes de uno de los mejores directores de la historia, Clint Eastwood, en Un mundo perfecto, nuevamente en el universo Kennedy, esta vez como mano derecha de dicho presidente en 13 días o como despiadado psicópata en Mr. Brooks.


Como podéis ver, son muchas y variopintas las películas con las que Kevin Costner nos ha deleitado, paseando unas veces un porte muy elegante y otras con bastante chulería (vaya, me habéis pillado) de ahí su aparición en este post.

10.- STEVE McQUEEN:


De Steve Mcqueen se podría decir que es el carisma hecho intérprete. De mirada penetrante, McQueen ha sabido encarnar una serie de roles en películas de altísima calidad, con las que he disfrutado de lo lindo (que de eso se trataba al crear este ránking).


Iremos directamente a sus mejores filmes, de los cuales haré un brevísimo resumen: padeció los horrores de una masa extraterrestre en The blob, filme que ha tenido sus remakes, trabajó a las órdenes de Don Siegel (el padre cinematográfico de Clint Eastwood) en Comando (por favor, no confundir con el filme de Schwarzenegger), fue un as de la fuga en La gran evasión (mi favorita), se convirtió en un jugador de póker con los nervios de acero en El rey del juego de Norman Jewison, en El caso de Thomas Crown fue un elegante, inteligente y escurridizo ladrón de guante blanco, en Bullit resultó un detective de policía implacable, en Las 24 horas de Le mans dio rienda suelta a una de sus pasiones (la velocidad), se vio inmerso en el universo de violencia de Sam Peckinpah en La huida, dio una auténtica lección de método protagonizando Papillon y las pasó canutas para intentar apagar el fuego de un rascacielos junto a Paul Newman en El coloso en llamas.

Anexo: el mejor actor de la pequeña pantalla:

¿Quién puede ser el actor que más me haya cautivado en toda la historia de la televisión? Efectivamente, lo habéis acertado: Kiefer Sutherland. Hace poco se concedió a 24 la distinción de ser la serie más adictiva que jamás se ha hecho y a las pruebas me remito: a todo aquel a quien se la presto, acaba enganchado. Sutherland también tiene una buena recopilación de películas cinematográficas en su haber, como Línea mortal, Algunos hombres buenos, Dark city, La sombra de la sospecha o Reflejos, entre otras, pero si está aquí es por encarnar debidamente al duro Jack Bauer, el mejor agente con que una agencia antiterrorista pueda contar.


Y eso es todo. Me ha llevado un buen rato recopilarlo (seguro que más que a vosotros leerlo, así que no os quejéis :o))

Vosotros, ¿qué opináis?