martes, 3 de agosto de 2010

Splice: Experimento mortal


Valoración: Mala

Splice
es una película, supuestamente de terror y ciencia ficción, nada original, pues está montada con trocitos e ideas de otros films de temática similar: De El doctor Frankenstein coge el hecho de que unos científicos juegan a ser Dios; de Deep Blue Sea la idea de combinar ADN animal con el humano para mejorar la raza humana (en aquella ocasión se trataba de tiburones y el fin era curar el alzheimer); de El sexto día adopta el problema moral y legal que supone jugar con el genoma humano y, por último, de la que más cosas copia es de Species: Especie mortal (hasta el título es similar), film en el que no sólo se combina ADN humano con el de otra especie (en Splice es animal, en Species extraterrestre) sino que también trata el asunto del despertar sexual de la nueva criatura.

Las cuatro películas mencionadas, además de versar sobre avances en la tecnología y la evolución, también eran altamente entretenidas. Ya puestos a plagiar, ¿por qué Vincenzo Natali ha escrito y dirigido algo tan soberanamente aburrido? Todavía no me puedo creer que viendo un film con premisa tan interesante (manipulación genética junto a la creación una nueva y peligrosa especie en clave de thriller) sea tan soporífero y cargante.

Uno de los principales culpables de que el relato sea tan adormecedor es su guión, que narra el desarrollo de la película con la lentitud propia y exasperante de un experimento científico, lo cual la hace fracasar como thriller al no suscitar ningún tipo de suspense. Además los caracteres principales están definidos de forma bastante deficiente, de manera que ni los actores pueden sacar demasiado jugo a sus roles, en especial Adrien Brody (El pianista) incapaz de variar su cara de pasmado, ni el libreto aderezar la historia con las particularidades de cada uno. Y en cuanto al terror... ¿Cómo es posible que en su distribuidora pretendan englobarla dentro de dicho género? Eso sí es ciencia-ficción.

Entre la falta de energía a la hora de contar la historia, el poco atractivo de los diferentes personajes, los vulgares efectos especiales y la total ausencia de imaginación, estamos ante un film mediocre, que desaprovecha su elenco, es predecible hasta decir basta y resulta tan desesperantemente tedioso, que se hace interminable a pesar de que su duración es inferior a las dos horas.

De la filmografía de Natali sólo he visto otra película: Cube. Y he de confesar que vuelve a incurrir en el mismo error, al no saber desarrollar de forma convincente una buena premisa, lo que habla de su torpeza como escritor y realizador. Me he aburrido tanto que estoy empezando a mirar con mejores ojos las dos últimas películas de la saga Species y eso que salieron directamente a vídeo-club.

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