lunes, 23 de agosto de 2010

Thinner


Valoración: Pasable

Tom Holland
(Noche de miedo, Muñeco diabólico) es el responsable de la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King, Maleficio, la cual escribió bajo el pseudónimo de Richard Bachman.

Estamos ante una película que más que un film de terror propiamente dicho, parece un capítulo extendido de Cuentos asombrosos, Historias de la cripta o similares, con una enseñanza moral que podríamos calificar de clásica: "cuidado con lo que deseas, a lo mejor se cumple".

El argumento se centra en un obeso abogado que no tiene reparos en el tipo de clientes a los que representa. Tiene éxito en su trabajo, posición social, familia... Su único problema es el exceso de kilos. Según se va desarrollando el relato, el protagonista (Robert John Burke, visto en películas como Buenas noches y buena suerte, El escondite o Múnich) recibe una maldición gitana, comenzando a perder peso de forma desmedida, hasta que se convierte en un grave problema.

El guión explota, aunque no con la profundidad necesaria, el drama de alguien que ve cómo su sueño más ansiado (adelgazar) se convierte en la peor de sus pesadillas, ya que su cuerpo, inexorablemente, va pareciéndose cada vez más a un cadáver esquelético.

Quizá la novedad sea la manera en la que el protagonista trata de librarse del problema. No utiliza elementos sobrenaturales: se limita a echar mano de uno de sus mafiosos clientes (un clásico del cine negro como Joe Mantegna).

No es una gran película, pero se deja ver. Tampoco da miedo, pero entretiene. Además, tiene ese puntito macabro durante toda la producción que consigue intrigar al espectador lo suficiente, como para aguantar hasta el final sin mirar al reloj. Aceptable.

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