viernes, 30 de julio de 2010

El arte de la guerra 3: La venganza


Valoración: Muy mala

¿Cómo definir esta tercera parte de El arte de la guerra? Podríamos utilizar todo tipo de adjetivos calificativos como penosa, lamentable, prescindible, patética y todos los sinónimos que se os ocurran, pero creo que lo podría resumir en una frase: triste parodia del film original de 2000. Comparemos los diferentes apartados entre una y otra para ver la decadencia de la saga.

El protagonista ya no es Snipes. Si éste es un experto en artes marciales, lo que el nuevo agente Neil Shaw hace cada vez que da una patada o un puñetazo es sumamente irrisorio. El nuevo elemento es un tal Anthony Criss, apodado "Treach", a quien habréis podido ver en peliculitas menores de vídeo con títulos tan poco atrayentes como El chupacabra o Vengador (ésta última como compañero de un vetusto Steven Seagal).

Si el primer director, Christian Duguay, ya había dirigido un par de buenas películas de acción como Hilo Mortal con Pierce Brosnan y Caza al terrorista con nada más y nada menos que Donald Sutherland, Ben Kingsley y Aidan Quinn, este Gerry Lively ha trabajado, en su mayoría, como director de fotografía de películas de terror de Serie B, directamente salidas a vídeo, lo que se nota en la pésima puesta en escena de un film en el que hay un predominio excesivo de colores oscuros y lugares cerrados.

En cuanto al guión, el confeccionado por Wayne Beach en el film original era muy completo, con tramas, subtramas, personajes definidos, secundarios que conferían calidad al conjunto y una narración de alto ritmo salpicada de ingeniosos comentarios, mientras que aquí Joe Halpin (productor y escritor de telefilms) esgrime un desarrollo que trata de imitar a la primera en argumento (unos coreanos quieren sabotear una cumbre de la ONU, además de desarrollar su propio arsenal nuclear en Corea del Norte) sustituyendo los mencionados comentarios ingeniosos por contínuos y cansinos extractos del libro El arte de la guerra de Sun Tzu, a modo de sermones.

¿Y qué decir del elenco que acompaña al protagonista? Los Michael Biehn, Donald Sutherland o Anne Archer ahora son sustituidos por una exhuberante Sung Hi Lee a la que me ha costado reconocer con tanta ropa (ya que es más "modelo de internet" que actriz).

La diferencia en presupuesto es abismal, de forma que olvidáos de volver a ver trepidantes secuencias con efectos especiales y demás, porque esto es un producto para vídeo mientras que la original fue un importante estreno de cine (quizá debería haber empezado por ahí y haberme ahorrado toda esta parrafada).

Espero que no tengan la poca vergüenza de lanzar una cuarta parte.

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