lunes, 26 de julio de 2010

Freddy vs Jason


Valoración: Regular

Hace diez años que en Springwood no muere nadie. Desde la última vez que Freddy Krueger fue vencido, las autoridades locales se han encargado de ocultar toda su historia con el fin de que nadie le vuelva a tener miedo. La nueva generación de adolescentes no sabe qué ocurrió años atrás en el 1428 de la calle Elm, así que Freddy no tiene poder alguno para volver a aterrorizar a la población.

Sin embargo un genio del mal tan astuto como este villano siempre tiene un plan. Así que para volver a su reinado de terror, busca en lo más profundo del averno a otro psicópata ochentero, Jason Vorhees, a quien engaña, introduciéndose en sus sueños, para que regrese de entre los muertos, vaya a Springwood y comience a matar.

Al principio el plan de Freddy funciona: Jason siembra el terror y el caos y todo el mundo cree que es obra de Krueger, que ha vuelto. El miedo de los lugareños le vuelve fuerte pero con lo que no contaba era con la insaciable sed de sangre de Jason, que asesina a todo el mundo antes de que pueda quedarse dormido. Así las cosas, Freddy sigue sin poder matar y no tiene más remedio que enfrentarse a Jason en un combate de colosales proporciones.

Hacía diecinueve años que Wes Craven había ideado al mítico Freddy Krueger. Desde entonces las diferentes secuelas han destrozado y de qué manera a este personaje de culto. En 1994 el propio Craven lo dignificó un tanto en el film La nueva pesadilla, sin embargo no lo dejaron en paz, pues la gallina de los huevos de oro seguía siendo tan fructífera que había que continuar sacándole beneficio.

De este modo, en 2003 se estrenó este Freddy vs Jason, que volvió a enriquecer ampliamente las arcas de New Line Cinema. El nuevo director, el hongkonés Ronny Yu (La novia de Chucky) tenía las ideas claras: aprovechar el calado de dos personajes como Freddy Krueger y Jason Vorhees, introducir generosos desnudos y mucha sangre, emplear diálogos ridículos a modo de autoparodia, utilizar los típicos sustos que provocan el chillo fácil de las quinceañeras y ejecutar una realización que destacase en velocidad de narración, buena factura visual y magnífica fotografía. Como dijeron diecinueve años antes a Wes Craven en New Line, la hamburguesa perfecta para ser deglutida vorazmente por ese amplio sector que compone el público adolescente.

Así pues, mientras vamos rememorando los brutales actos cometidos por este par de slashers durante sus películas anteriores, las atractivas chavalitas ligeras de ropa (o sin ella) y los litros de sangre, el metraje pasa casi sin enterarnos hasta llegar al gran final, lo cual no es para tirar cohetes pero, teniendo en cuenta que el director es oriental y que el cine de terror proveniente de aquellos lares aburre en grado sumo, no está mal.

Esta disparatada y mediocre historia fue un intento de resucitar ambas sagas. En 2009 vimos el remake de Viernes 13, que resultó un tanto flojito y actualmente, en 2010, acabamos de ver el de Pesadilla en Elm Street, vilipendiado por la crítica estadounidense sin ningún tipo de razón, ya que esta vez sí estamos ante una buena película de miedo. El caso es que Freddy vs Jason supuso tal éxito en taquilla que ya se habla de un Freddy vs Jason 2 para 2012, curiosamente el mismo año en que está prevista una nueva película de Pesadilla en Elm Street... ¿No os duele la cabeza con tanto remake, secuela y demás? ¿A dónde se habrá marchado la imaginación de los guionistas hollywoodienses? Podrían hacer una película sobre este último interrogante, ¿no os parece?.

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