martes, 29 de junio de 2010

Casino Royale


Valoración: Buena

Tras el gran éxito de películas como las de la saga de Bourne, los responsables de 007 se plantearon, en 2006, un cambio en la concepción del mítico personaje, acercándolo más a lo que Ian Fleming escribió en sus novelas.

Para ello se contrató a Daniel Craig (quien por cierto pidió mucho menos dinero de lo que exigió Brosnan para continuar con la serie) y se llevó a cabo un nuevo perfil de Bond, ni tan elegante y cínico como Connery, ni tan simpático como Moore, ni demasiado sobrio como Dalton, ni tan estiloso como Brosnan, ni tan pardillo como Lazenby. Éste nuevo James Bond es un salvaje, una auténtica fuerza de la naturaleza, un asesino sin piedad a quien parece que nada importa pero que, paradójicamente, es el primer Bond que demuestra sus sentimientos en la gran pantalla, enamorándose perdidamente de la radiante Eva Green (El reino de los cielos) causa por la cual, el resto de su vida utilizará a las mujeres en lugar de amarlas.

Craig está soberbio en su papel protagonista, de forma que en ocasiones da miedo mientras que otras veces consigue las carcajadas del respetable ante su dureza a la hora de afrontar situaciones límite. El argumento se centra en los orígines de 007, en cómo adquirió su estatus de doble cero y en cómo, mediante su primera misión, fue modelando su carácter, sus aficiones por el juego y los martinis y la entrada en contacto con uno de los personajes míticos de la serie, el agente de la CIA Felix Leiter, interpretado aquí por Jeffrey Wright (Syriana).

Teniendo en cuenta que la misión es lo de menos, pues el centro del film es el origen de Bond, encontramos algunos fallos, como la alta duración del metraje, tan excesivo, que hay momentos en los que aburre. Tampoco parece coherente que el primer Bond esté ambientado en la actualidad (con toda la tecnología a su alcance) y que su superior siga siendo Judi Dench, al no poder ofrecer todo el juego que en su día ofreció en Goldeneye, que una mujer estuviera por encima de 007 sin tratarse de ningún asunto sexual (si su primer jefe ya es un personaje femenino, se pierde toda la gracia mencionada). Por último el villano, Mads Mikkelsen (Wilbur se quiere suicidar) resulta un personaje un tanto desperdiciado.

El caso es que Bond volvió con más fuerza que nunca y si bien Martin Campbell no logró superar su realización de Goldeneye, sí que nos ofreció un magnífico divertimento, que hizo las delicias de todos los fans del espía más famoso en la historia del séptimo arte.

Scar 3D


Valoración: Mala

En la propaganda de esta película se podía leer: "primer largometraje de acción real rodado en 3D de alta definición". Así que, como uno es curioso por naturaleza, me metí en el cine a ver si, al menos, pasaba un rato entretenido. Pero cuando una película tarda más de tres años en llegar a nuestra cartelera (fue estrenada en Cannes en mayo de 2007) es mejor no crearse demasiadas expectativas.

El film está englobado en el subgénero de terror de tipo slasher, es decir, asesino psicópata con predilección por los adolescentes y aunque tiene claras reminiscencias del cine de terror juvenil de los ochenta, más concretamente la serie Viernes 13, observamos claras influencias de Saw y Hostel: la primera por el juego macabro que el asesino lleva a cabo con sus víctimas, con quienes juega a una especie de ruleta rusa, además de los sacrificios a los que están dispuestos los diferentes personajes para salvar la vida y de Hostel el aspecto visual de las torturas, vísceras, sangre y demás elementos de mal gusto, tipo gore.

¿Quién ha realizado esta "joyita"? El director de The F Word y On_Line, Jed Weintrob, que trata de disimular su pésima puesta en escena y su escasa habilidad tras las cámaras con la tecnología en 3D, algo que, por cierto, no consigue, ya que el uso de las tres dimensiones no es precisamente bueno. Cada vez que una secuencia debe ser filmada con algún que otro movimiento rápido de cámara, el 3D casi se desmorona, lo que, teniendo en cuenta las promociones del film, es un sonoro fracaso.

Los fallos visuales podrían tolerarse si la historia ofreciera algo digno que contar, pero entre que los diálogos del libreto del inexperto Zack Ford parecen propios de un quinceañero y no de un profesional del cine, lo previsible del argumento (el supuesto giro final es tan patético como irrisorio y facilón), la incongruencia de varias partes de la trama, la total falta de imaginación, el pobre uso del flash-back para narrar la historia y la escasa o nula profundidad de la mayoría de los personajes, podemos afirmar de una manera categórica que Scar 3D es otra de esas películas que mancillan la memoria de clásicos del terror como Viernes 13 o Halloween.

Con referencias como ésta, no es de extrañar que nadie crea ya en el cine de terror adolescente. Scream de Wes Craven en los 90 y Saw de James Wan en la década de 2000, demostraron que con imaginación y talento todavía se pueden hacer buenas películas dentro del subgénero mencionado. Pero son tantas las calamidades tipo Scar (producciones tan fáciles y baratas que siempre recaudan beneficios) que me temo que tardaremos mucho tiempo en volver a obtener cierta satisfacción tras visionar un nuevo slasher.

viernes, 25 de junio de 2010

U.S. Marshals


Valoración: Buena

Espectacular continuación de la exitosa El fugitivo, que si bien no llega a la calidad de ésta, resulta de lo más entretenida por el aumento de las secuencias de acción, todas ellas muy espectaculares.

El director elegido para esta secuela fue Stuar Baird, conocido editor de películas como Superman, Arma letal, La jungla 2, El último boy scout o más recientemente Casino Royale, cuya experiencia en la realización consta únicamente de tres películas (la que nos ocupa, Decisión Crítica y Star Trek: Némesis).

El guionista, John Pogue, tampoco era un escritor reconocido ya que éste era su primer libreto para cine. Posteriormente sería el responsable de guiones menores (The Skulls, el remake de Rollerball o Ghost Ship) siempre protagonizados por el suspense y la acción.

Sin embargo, a pesar de la poca experiencia de realizador y escritor, he de decir que el resultado final de U.S. Marshals fue, aunque inferior a la primera parte, altamente satisfactorio.

Tommy Lee Jones y su equipo de agentes repiten papel. Fue tal el reconocimiento alcanzado por el actor en cuestión en El fugitivo (no olvidemos que obtuvo el Oscar a mejor actor de reparto) que en esta segunda parte se convierte en el auténtico protagonista, haciendo así borrón y cuenta nueva con respecto a la historia del pobre doctor Kimble.

En esta ocasión el perseguido es Wesley Snipes (Blade), en un rol con ciertas similitudes en el fondo al de Harrison Ford (héroe injustamente apresado, que debe demostrar su inocencia mientras escapa de la ley) pero con grandes diferencias en la forma, ya que si el primero era un cirujano de éxito, Snipes es un magnífico agente secreto con múltiples recursos, lo que da pie a un film en clave de thriller de contraespionaje y acción, muy distinto al dirigido inicialmente por Andrew Davis.

Ya que estamos con el elenco, merece la pena destacar la incursión del carismático Robert Downey Jr. (Iron man) en esta película, interpretando convincentemente a un enigmático agente especial del gobierno, no demasiado bien recibido por el equipo protagonista.

Con momentos de gran intensidad, un ritmo visual continuado y un guión que mantiene la tensión durante gran parte del metraje, U.S. Marshals se convierte en una original continuación que consigue un gran logro: no ser tildada por el tan manido dicho de "segundas partes nunca fueron buenas".

El fugitivo


Valoración: Notable

Entre los años noventa y la primera década de 2000, se desató una moda en cine, propia de la preocupante falta de ideas de la que hacen gala muchos guionistas hollywoodienses: adaptar exitosas series de televisión del pasado al mundo del celuloide. En este sentido, dos son las películas que destacan sobre el resto: la primera Misión Imposible (la de Brian de Palma) y la película que hoy nos ocupa: El fugitivo de Andrew Davis.

Este realizador nacido en Chicago, es uno de esos especialistas en el buen cine de acción, de los que cada vez quedan menos. Quizá no llegue a la altura del mejor McTiernan o Cameron, pero entra dentro de ese selecto grupo (hermanos Scott, Donner, Tarantino, de Palma, Greengrass, Nolan...) que tanto han hecho por un género muy denostado por aquellos que se las dan de grandes entendidos (por ejemplo, muchos de los miembros de la Academia).

Posiblemente El fugitivo sea su mejor película, pero seguro que muchos recordáis films como Alerta Máxima, A la caza del lobo rojo (donde ya trabajó con Tommy Lee Jones) o el remake de Hitchcock, Un crimen perfecto.

Con respecto al guión, condensar tres años de emisiones televisivas en poco más de dos horas era harto complicado. Para ello se contó, muy acertadamente, con el responsable del libreto de La jungla de cristal, Jeb Stuart, quien en colaboración con David Twohy (Waterworld, La teniente O'Neil) fue capaz de escribir una historia actualizada, que aunaba calidad y grandes dosis de entretenimiento sin ser infiel, en ningún momento, al espíritu original de la serie.

Después está la magnífica elección de actores. Por un lado Harrison Ford es el atormentado Richard Kimble, en una de las mejores interpretaciones de toda su carrera. De hecho estoy convencido de que no ganó el Oscar porque un fenómeno llamado Tom Hanks se cruzó en su camino. Ford se desenvuelve muy bien en el cine de acción (ahí están Han Solo e Indiana Jones para demostrarlo) pero este rol requería algo más: un paulatino cambio de sentimientos, desde el dolor provocado por la muerte de su amada esposa, hasta la resolución de hacer justicia, pasando por la consternación producida por ser el principal sospechoso del crimen. En resumidas cuentas, una actuación prodigiosa.

Quien sí se llevó la codiciada estatuilla fue Tommy Lee Jones en su papel de duro Marshal. De hecho su personaje tuvo tanta aceptación que cinco años después se estrenaría una secuela, con él de protagonista en la búsqueda de otro fugitivo: U.S. Marshals. La verdad es que Jones, a pesar de tener un pequeño punto de villano (en definitiva era quien quería meter entre rejas al bueno) supo dotar a su personaje de ese tipo de carisma con el que se logra empatizar con el gran público.

Completan el reparto rostros conocidos como Sela Ward (la ex-mujer de House), Julianne Moore (Hijos de los hombres, Las horas), Joe Pantoliano (Matrix) o Jeroen Krabbé (007 Alta tensión, Transporter 3).

Así pues, entre la fama que la serie ya tenía de por sí, la magnífica elección de actores, la habilidad de Davis en el cine de acción, la profundidad e intensidad del guión, las altas cotas de tensión y adrenalina, la cuidada estética, la logradísima atmósfera obtenida por una puesta en escena encomiable y la siempre imponente banda sonora de James Newton Howard, este thriller fue un éxito sonado, convirtiéndose en una de esas historias que permanecen, de forma longeva, en la retina del espectador.

lunes, 21 de junio de 2010

Species IV, el despertar


Valoración: Mala

La serie Species todavía dio para una cuarta entrega (segunda que fue directa a los vídeo-clubs). Y más de lo mismo: una rubia de infarto saliendo desnuda una y otra vez, que en cuanto comprende que es una extraterrestre, intenta "irse de fiesta" todo lo que puede y más.

El pivón en cuestión es la sueca Helena Mattson, vista recientemente en el cine en Iron Man II y en televisión en Mujeres desesperadas, como la novia buscona de uno de los hijos de Lynette (Felicity Huffman).

Es lo mismo que las versiones anteriores: cine erótico disfrazado de ciencia ficción. No tiene nada más que ofrecer que el cuerpo escultural de la protagonista, que sin duda es de escándalo, aunque convendría recordar al escritor (repite Ben Ripley de la tercera parte) y al director Nick Lyon (I love you baby, Grendel) que en esto del cine, los cuerpos bonitos deben estar acompañados de algún tipo de historia que contar. Lo de las fotografías, que lo dejen para los profesionales de Playboy.

Para terminar, decir que el actor más conocido de todo el reparto es Ben Cross, a quien recordaréis sobre todo en roles de villano y cuyas películas más famosas son de Un puente lejano de Richard Attenborough y Carros de fuego de Harold Abrahams (¡qué tiempos, Ben!) Se podría establecer un paralelismo entre su carrera y las diferentes secuelas de Species, porque no sé si se puede caer más bajo.

Species III


Valoración: Mala

En una sala de vídeo-club, uno puede encontrar dos tipos de películas: las que se han estrenado en cine y las que han salido directamente a vídeo (mejor dicho DVD). Estas últimas suelen tener varias cosas en común: pobres guiones, interpretaciones por debajo de la media y efectos especiales muy baratos. Species III pertenece, por desgracia, a este segundo grupo.

Una película de ciencia ficción repetitiva (es una tercera parte) y con poco presupuesto, en la que uno sólo puede aspirar a ver bonitos cuerpos desnudos, parece más bien un film de otro género, pero es el leit-motiv de toda la saga y a estas alturas no iban a cambiarlo.

El argumento va ligado a la segunda entrega de la serie: la ambulancia que transportaba a Natasha Henstridge (que tiene un brevísimo papel en esta entrega) es asaltada por un profesor de universidad (por lo visto colarse en un vehículo del ejército en una misión super secreta es lo más fácil del mundo) y roba un bebé alienígena. El ladrón en cuestión es Robert Knepper (Héroes, Prison Break) y su misión no es otra que lograr el especimen extraterrestre perfecto.

Como la manipulación genética, según esta película, es una de las cosas más sencillas del mundo, contará con la ayuda de un universitario, Robin Dunne (Sanctuary) que quedará prendado (cómo no) de la nueva belleza rubia, la atractiva Sunny Mabrey (Serpientes en el avión, Triple X 2).

Dado que este telefilm (porque no es otra cosa) es bastante malo, con una rubia no basta, así que aparecerá otro alien cachondo, en la figura de la espectacular Amelia Cooke (Agente Alien). Tanto una como otra nos mostrarán generosamente sus cuerpazos, que es de lo que trata esto.

Para terminar, pues no hay mucho más que contar (guión previsible, trama irrisoria, etc, etc), decir que el director es Brad Turner (increíblemente ha dirigido 46 episodios de 24, que es la antítesis en cuanto a entretenimiento de este desastre llamado Species III) y que con el apellido del guionista, Ben Ripley, se podrían hacer numerosos chistes a costa de las enormes diferencias entre Alien y esta saga de marcianos cachondos.

Species II


Valoración: Floja

Species fue una película concebida para obtener éxito comercial entre el público juvenil, poniéndolos cachondos con la explosiva Natasha Henstridge, quien sólo se vestía de vez en cuando por exigencias del guión. La película debió de recaudar, como mínimo, lo esperado, ya que tres años después se estrenó la segunda parte, con argumento similar: un extraterrestre quiere dominar a la raza humana a base de sexo duro. La diferencia es que ahora el alien es un hombre, lo que ayuda a que en la película, en lugar de ver un bellezón desnudo, veamos varios.

Así podremos disfrutar con los esculturales cuerpos de Sarah Wynter (24, El sexto día), Raquel Gardner (típica modelo que aparece en capítulos sueltos de series televisivas como Renegado o Acapulco Bay), Tracy Metro (Head Games), Melanie Pearson (Íntimo y personal)... Y, cómo no, el impactante desnudo de turno de Natasha Henstridge, que si bien reduce muchísimo este tipo de escenas, no defrauda en absoluto.

Pero como esto no es una película porno (o eso dicen) había que insertar algún que otro elemento para darle forma. Así que a los ya "veteranos" Michael Madsen y Marg Helgenberger de la primera parte, se unen actores de cierta importancia como James Cromwell (Space Cowboys, La milla verde) y George Dzundza (Instinto básico, Marea roja), a quienes el guión les depara, simplemente, un par de frases propias de tipos duros y poco más.

Entre los cuerpazos de ellas y los secundarios de renombre, casi me olvido del protagonista, lo que no es de extrañar ya que se trata del patético Justin Lazard (Soldado Universal: el retorno), uno de esos mal llamados actores que tienen mucho más de atletas que de intérpretes. Y no debo de ser el único que lo piensa, ya que desde el año 2000 con Verdad brutal, no se le ha vuelto a ver ni en cine ni en televisión (afortunadamente).

En un principio se había intentado que el guión fuese más completo, con un viaje inicial a Marte y una pequeña subtrama en clave de carrera política, pero todo resultó baldío ya que, al final, el libreto sólo ofrecía sexo, con el hándicap de la reducción de secuencias eróticas protagonizadas por la exhuberante Natasha Henstridge.

Sobre la puesta en escena mejor no hablar (lo de Marte es, como poco, patético) y en cuanto a efectos especiales, la mezcla de maquetas y ordenador no termina de funcionar.

No contentos con este despropósito dirigido por Peter Medak (director de la fascinante Al final de la escalera) la serie Species todavía dio para dos secuelas más. Por fortuna salieron directamente a video club.

Curiosidad televisiva final: Cuatro de los actores de esta cinta aparecen en la mejor serie de televisión de todos los tiempos, 24. Sarah Wynter (novia de Jack Bauer entre la segunda y tercera temporadas), James Cromwell (padre del gran Jack), Mykelti Williamson (director de la UAT de Nueva York en la octava y última temporada) y Michael Madsen (como colaborador de Jack también en la temporada ocho).

Species


Valoración: Regular

En 1995, Natasha Henstridge debutaba en el mundo del cine con Species, una peliculita de ciencia ficción que basa todo su éxito en ella. ¿Por qué? Con veintiún añitos, la actriz en cuestión era una de las bellezas más impresionantes de Hollywood: rostro angelical, ojos claros, tipazo de modelo... Así que Dennis Feldman (El chico de oro), Frank Mancuso Jr. (Ronin) o alguno del resto de productores debió de pensar que, pasearla como Dios la trajo al mundo cada dos por tres, era negocio seguro.

No me entendáis mal: disfruté como el que más cada vez que el mediocre guión, del propio Dennis Feldman, exigía que la niña se quitase la ropa y mostrase sus encantos con total naturalidad, pero no por ello voy a eximir esta cinta de un más que merecido suspenso.

Ya que mencionamos el libreto, allá va el argumento: una hermosísima hembra, concebida en un laboratorio como híbrido de humano y extraterrestre, escapa con la sana intención de aparearse con todos los hombres que pueda, para así crear una legión de aliens y exterminar a la raza humana. O lo que es lo mismo: una excusa para que Natasha Henstridge se desnude una y otra vez. También lo podríamos definir de otra manera: un argumento típico de una película porno.

¿Cómo se desarrolla esto? Muy simple: el tipo malo del gobierno (un poco inspirado Ben Kingsley) contrata a un heterogéneo grupo para perseguir a la alienígena, mientras ésta se comporta como una stripper de Las Vegas. El grupo lo forman Michael Madsen (Reservoir Dogs, Kill Bill) como el tipo duro y, por cierto, el único que tiene algo de gracia (sin contar a Natasha, claro) en la interpretación de su papel, Marg Helgenberger (C.S.I.) haciendo de bióloga, un antropólogo un tanto friki encarnado por Alfred Molina (Spiderman 2, El código Da Vinci) y un psíquico tan patético como pesado y tristón en la piel de Forest Whitaker (El último rey de Escocia, Bird).

Y poco más hay que contar, aparte de que muchas cosas están sacadas, cómo no, de Terminator y Alien (a falta de imaginación, Feldman se fijó en dos buenos referentes), efectos especiales justitos, muy poco gasto en localizaciones (gran parte del metraje transcurre entre una discoteca y unas cloacas), pobres y escasas secuencias de acción... Creo que me dejo algo, ¡ah, sí! El director. Es que con tanta falta de estilo, había olvidado que alguien dirigía esto. Se trata de Roger Donaldson, a quien muchos conoceréis por ser el realizador de Cocktail, aquella película en la que Tom Cruise hacía todo tipo de malabarismos tras la barra de un bar.

¿Entretenida? Ya te digo, a ver quién no se entretiene descubriendo por primera vez a la atractiva y morbosa Natasha Henstridge. Ahora bien, como film de ciencia ficción es totalmente olvidable.

El retrato de Dorian Gray


Valoración: Floja

Desde que en 1913 Phillips Smalley realizase un corto sobre la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, hasta esta versión actual de Oliver Parker, son muchas las adaptaciones que dicha novela ha conocido tanto en cine como en televisión. Aunque no las he visto todas, me atrevo a afirmar que la mejor fue la que llevó a cabo, en 1945, Albert Lewin (Pandora y el holandés errante), con un genial George Sanders (ganador del Oscar como secundario en Eva al desnudo) en el rol de amigo aristócrata del protagonista. Y posiblemente la de Oliver Parker rivalice con la de David Rosenbaum de 2004 (protagonizada por el conocido actor de Las Vegas y Transformes, Josh Duhamel) por ser la peor de todas.

Como director y guionista, Oliver Parker ya había acometido la tarea de adaptar al cine otras dos obras de Oscar Wilde (Un marido ideal y La importancia de llamarse Ernesto) e incluso se atrevió, en su ópera prima, a llevar al cine la obra de Shakespeare, Otelo. Y francamente, he de reconocer que las tres son muy superiores a la película que nos ocupa. No sé si la causa será que Parker no es el responsable del libreto (misión que ha recaído en el debutante Toby Finlay) pero lo cierto es que he salido del cine bastante decepcionado.

Para empezar estamos ante un film de carácter netamente comercial, algo que no debería ser incompatible con la novela de Wilde, ya que da para mucho. Pero claro, si la película obvia todo el estudio y la profundidad que merece un personaje del calado de Dorian Gray, en favor de efectismos fáciles, sin sutilezas y cayendo en el error de mostrarlo todo sin dejar nada a la imaginación ni a la sugestión, rozando muy de pasada y sin profundidad asuntos como el "tempus fugit", el ansia, el odio o la venganza, el largometraje se asemeja más a las películas de sobremesa televisiva que a una producción cinematográfica.

En el apartado técnico decir que la puesta en escena es muy mejorable, ya que la atmósfera de la época resulta un tanto artificial. Por no hablar de los momentos en los que el protagonista da rienda suelta a sus vicios y depravaciones, secuencias que deberían ofrecer algo de terror o emoción en concepto del bien contra el mal, pero que simplemente se quedan en escenas de dudoso buen gusto. Considero que no hace falta ser vulgar para escenificar una vida repleta de excesos, pero claro, habría que incurrir en las mencionadas sutilezas de las que adolece todo el film y, posiblemente, los productores no estarían de acuerdo al considerar que sin sexo y violencia explícitos, el número de asistentes podría verse reducido.

Por último, sobre el elenco de actores decir que los secundarios Colin Firth (El diario de Bridget Jones, Un hombre soltero) y Ben Chaplin (La delgada línea roja, Poseídos) poco pueden hacer con unos personajes totalmente esquemáticos (y eso que Firth se esfuerza un poco más que el resto). Y sobre el protagonista, Ben Barnes (Las crónicas de Narnia, Stardust) simplemente decir que un nuevo miembro del museo de cera ha nacido, pues su inexpresividad es digna del mismísimo Orlando Bloom.

Es preferible volver a visionar la de 1945, que incluía momentos terroríficos como aquel en que se descubre el cuadro al final de la película. Si comparamos ambas situaciones en los dos films, descubriremos la diferencia entre una buena película de terror y una insustancial producción con un único afán: el recaudatorio.

domingo, 13 de junio de 2010

Frases de cine VII

1.- Tranquilo, rollito de primavera, no voy a matarte. Yo también agacharía la cabeza si fuera tú. Me di cuenta de que eras un mierda nada más verte, pero nunca pensé que se te dieran peor las mujeres que robar coches, ¡atontao!. - Clint Eastwood a Bee Vang en Gran Torino.


2.- Diálogo entre John Malkovich (Ousbourne) y Brad Pitt (Chad) en Quemar después de leer:

-Chad: El jefe de la agencia en Belgrado, al que todos llamábamos Slovak el carnicero, tenía muy poco flashback con su personal y sus despachos...

-Ousbourne: ¡Feedback!, muy poco feedback con su personal, tonto de mierda.

3.- ¡Eres un vampiro, Michael! Mi propio hermano se ha vuelto un vampiro de mierda. ¡Ya verás cuando mamá se entere! - Corey Haim a Jason Patric en Jóvenes ocultos.

4.- Te he pillado por los huevos, Abby. - Bruce Willis a Naveen Andrews en Planet Terror.

5.- ¿Sabes cual es la traducción de "que te den por el culo"? Confía en mí. - Liam Neeson a Maureen McVerry en Harry el sucio en la lista negra.

6.- Una mujer que llora es una mujer que conspira. - Charlotte Gainsbourg a Willem Dafoe en Anticristo.

7.- Miro a mi alrededor y sólo veo caras nuevas, silencio, significa que muchos habéis violado las dos primeras reglas del club. Quiero en el club de la lucha a los más fuertes y más listos de la zona. Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos y eso hace que estemos muy, muy cabreados. - Brad Pitt a un grupo de seguidores en El club de la lucha.

8.- Tu habilidad para reconocer la situación es una birria. No es un insulto: eres guionista y yo soy un Jedi. Hemos elegido caminos diferentes. - Timothy Olyphant a Steve Zhan en Una escapada perfecta.

9.- Es un delito ser creativa en esta familia. - Saoirse Ronan en The lovely bones.

10.- Diálogo entre Clint Eastwood (Harry Callahan) y Hal Holbrook (Teniente Briggs) en Harry el fuerte:

-Harry (ante una escena de cuatro mafiosos muertos en un coche): Esto no le habría pasado a gente más simpática.
-Briggs: Parece ser que alguien ha ahorrado a los contribuyentes mucho dinero, ¿no es así? ¡Callahan! ¿Qué haces aquí? Tú tienes otro destino.
-Harry: No tenía nada mejor que hacer. Aparte de que ya es mi hora.
-Briggs: ¿Tu hora? Callahan, no me gusta le gente que mete las narices donde no le importa. Así que lárgate o te acordarás.
-Harry (ignorando por completo la recomendación de su superior): ¿De quién sospechas?
-Briggs: Se te ha dicho que te apartes de homicidios.
-Harry: Es cierto, teniente y tú lo impusiste.
-Briggs: No tengo nada personal contra ti, Callahan, pero no quiero que la gente proteste por la brutalidad policial cada vez que sales a la calle.
-Harry: Puedo serte útil en un trabajo como éste. Quien quiera que haya sido lo ha hecho bien.
-Briggs: Tú eres el más indicado para saberlo.
-Harry: Trabajo en esta ciudad, Briggs.
-Briggs: Y yo antes que tú, pero nunca he tenido que sacar la pistola de su funda. Me enorgullezco.
-Harry: Reconozco que eres un gran tipo. Los hombres deben conocer sus limitaciones.


11.- Acabamos de encontrar un genuino, auténtico y verdadero ovni. - Kelly Blatz a Joey Pollary en Skyrunners.

12.- ¿No te estarás riendo de mí, verdad? ¿O eres tan gilipollas? Ríete de mí y tatúo el techo con tus putos sesos. - Sung Kang a Randall Duk Kim en Ninja assasin.

13.- Diálogo entre Bruce Willis (Tom Mix) y M. Emmet Walsh (Jefe Marvin Dibner) en Asesinato en Beberly Hills:

-Tom: Tengo que pedirte un favor: dile a Bernie el Sucio que deje en paz a Wyatt.
-Marvin: Bernie no me haría caso.
-Tom: No querrás que Wyatt se enfurezca y derribe el castillo de naipes de Alfie, ¿verdad? Se le descubriría el juego.
-Marvin: ¿Y cómo iba a hacer eso?
-Tom: ¿Quieres saberlo? Entonces niégame el favor, levanta tu culo de ballena de esa silla, sal de aquí y lo averiguarás. Adelante, Marvin, atrévete.


14.- Diálogo entre Simon Pegg (Shaun) y Kate Ashfield (Liz) en Zombies Party:

-Shaun: Tenemos 29 balas, debemos trabajar en equipo: necesito a alguien que me ayude a cargar, los demás que vigilen y yo dispararé. Como dijo Bertrand Russell, lo único que redimirá a la humanidad es la cooperación. Creo que todos apreciamos lo relevante que es eso.
-Liz (unos segundos después y aparte): ¿Leíste eso en un posavasos?
-Shaun: Sí, de Guinness Extra.
-Liz: No me chivaré.
-Shaun: Gracias.

15.- Eres tan blanca y tan fina que si te tumbaras en la barra te esnifaría. - Dane Cook a Diora Baird en Una novia para dos.

16.- Llévame hasta él o sólo serás un cabo suelto. - Wesley Snipes a Santiago Segura en Blade II.


17.- ¿Por qué me toca a mí decir a los niños que Santa Claus no existe? - Steve Buscemi en La isla.

18.- Diálogo entre Jonathan Rhys Meyers (James) y Kasia Smutniak (Caroline) en Desde París con amor:
-Caroline: ¿Qué vamos a cenar esta noche?
-James: Espera un segundo, ¿no es parte de la tradición francesa que la mujer cocine mientras el hombre mira la la tele?
Caroline: Bueno, las cosas han cambiado desde la edad media, ¿sabes?

19.- ¡Joder con los putos ricos! - Bruce Willis en Hostage.


20.- Te voy a separar la cabeza de los hombros, espero que no te importe. - Bill Paxton a Adrian Pasdar en Los viajeros de la noche.

21.- Diálogo entre Jordana Brewster (Mia) y Paul Walker (Brian) en Fast and Furious: Aún más rápido:

-Mia: No te engañes a ti mismo: puede que no seas el chico bueno que finge ser el malo, puede que seas el malo que finge ser bueno. ¿No lo habías pensado?
-Brian: Cada día.

22.- Diálogo entre Pierce Brosnan (James Bond) y Will Yun Lee (Coronel Moon) en Muere otro día:

-Moon: Conozco bien la ONU. Estudié en Oxford y Harvard. Saqué matrícula en hipocresía occidental.
-James Bond (señalando una hilera de deportivos de lujo): Viendo su modesta colección de coches nunca lo habría dicho.


23.- Escúchame cabronazo: No me impresiona que tu padre conozca a un chulo italiano. Lo que vas a sacar de bueno de esta experiencia es que si vuelves a ver a esa chica vas a dar media vuelta y te largarás a otra parte, ¿está claro? Y si me entero de que la has mirado, desearás haber nacido sin polla. - Nicolas Cage a Shea Whigham en Teniente corrupto.

24.- Algunas veces la vida tiene gracia. - Al Pacino en Tarde de perros.

25.- Ésta es tu última oportunidad. Después ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia: despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda: lo único que te ofrezco es la verdad, nada más. - Laurence Fishburne a Keanu Reeves en Matrix.


Anexo: Frase de televisión:


Ya sé qe tenemos obligación de ayudar a la familia, pero ¿no podríamos matarle? - Jennifer Irwing a John Hawkes en De culo y cuesta abajo.

lunes, 7 de junio de 2010

The Crazies (2010)


Valoración: Floja

Continuando con la poca imaginación que asola Hollywood en general y el cine de terror en particular, llega a nuestras pantallas The Crazies, remake de una película homónima de 1973, rodada por el "zombífilo" George A. Romero, que también ejerce labores de productor ejecutivo en esta versión de 2010.

El encargado de filmar el actual proyecto ha sido Breck Eisner, que ya denotó su falta de ideas en Sahara. Eisner ha contado con más medios que Romero, pero no ha conseguido que el film supere el contexto de Serie B, el cual no tendría por qué ser malo si se cumpliesen algunos de sus cánones, como, por ejemplo, cierta gracia en los diálogos, situaciones irónicas o algún que otro susto bien conseguido. Desgraciadamente ninguna de las secuencias llegará a impactar al espectador, pues son tan convencionales que uno adivina, sin dificultad, lo que va a pasar.

Lo mejor de la película son los primeros minutos: en un apacible pueblecito norteamericano, algunos habitantes comienzan a volverse locos y asesinar a gente. Mientras dura ese momento tipo La invasión de los ultracuerpos, la película se ve con cierto interés. Después aparecen los soldados y la historia pierde todo tipo de aliciente. Creo que es la principal diferencia con el film original, cuyo guión se escribió desde el punto de vista de los altos mandos. La pena es que, al ser un remake, la sorpresa, como tal, no existe.

En cuanto a los actores, resulta curioso hablar sobre la pareja protagonista: a la bella Radha Mitchell (Descubriendo nunca jamás, El fuego de la venganza) la película le viene pequeña, mientras que a Timothy Olyphant (Deadwood, La jungla 4.0) le queda algo grande. Es la diferencia entre quien posee talento y quien no lo tiene. Del resto mencionar a Danielle Panabaker, a quien seguro que conocéis mejor por "la hija de Shark", que aparece en su segundo remake malo de terror (el otro fue el de Viernes 13 en 2009) y, ya que estamos con la televisión, el gran Aaron Pierce de 24 (Glenn Morshower) y uno de los hijos adoptivos de Dexter (Preston Bailey).

Como curiosidad final decir que, a pesar de que la presencia de George A. Romero está en todo el film, la cosa no va de zombis, sino de personas infectadas por un virus (aunque hay que reconocer que su comportamiento es similar).

En resumen, The Crazies es un film menor que adolece de puesta en escena (en ningún momento se logra a atmósfera adecuada que requiere el cine de terror) sin el ritmo narrativo idóneo (el montaje es un pequeño caos) y sin grandes interpretaciones, en el que únicamente se salva el inicio y algún que otro instante de cierta tensión. Aunque lo peor de todo es que ni asusta, ni provoca, ni transmite, algo imperdonable en este género, pero desgraciadamente más habitual de lo que uno quisiera.

sábado, 5 de junio de 2010

Kick-Ass. Listo para machacar


Valoración: Buena

Las adaptaciones al cine del mundo del comic no son nada fáciles. Como ejemplo tenemos desastres como Elektra, The Punisher o Daredevil. Incluso se ha fracasado con los grandes, como Batman y Robin, Superman IV, Spiderman III o Hulk del sobrevalorado Ang Lee.

Si además de la adaptación se persigue parodiar el género, la cosa se complica. De ahí que valore ampliamente lo conseguido por Matthew Vaughn (Stardust, Layer cake) en Kick-Ass, una hábil y violenta combinación de películas de instituto y superhéroes, que se ríe de todo y no pide perdón a nadie, un film refrescante en una época en la que la moralina y lo políticamente correcto han estropeado muchas películas.

Para que todo esto funcione, hace falta un buen guión y éste, si me lo permitís, es magnífico. Diría que sus escritores, el propio Vaughn y Jane Goldman (Stardust) son admiradores del gran Quentin Tarantino. ¿Por qué? Por utilizar violencia sin restricciones como un fin y no como un medio, por el uso de diálogos a la vez auténticos y surrealistas y por su carácter referencial. De esto último destacar algún comentario sobre el final de Perdidos (dan ganas de avisar de la colosal tomadura de pelo de J.J. Abrams al protagonista), la potente banda sonora de Ennio Morricone en La muerte tenía un precio (sabiamente insertada en un momento clave) o las constantes reminiscencias a Spiderman, Batman, Kill Bill y Frank Miller, así como guiños esporádicos sobre John Woo, American Beauty, Taxi Driver, Betty la fea, Padre de familia... Todo ello dentro de un libreto completamente ágil, cuya máxima prioridad es entretener y divertir a público de diferentes franjas de edad.

Otro aspecto fundamental en el género del comic es la acción. No diré que la factura visual alcance las cotas logradas por Iron Man 2 (hay que tener en cuenta la diferencia de presupuesto) pero he quedado altamente satisfecho por la velocidad y realismo con que se ruedan este tipo de secuencias, muy por encima de ese fastidioso estilo de montones de planos por segundo, tan de moda en estos tiempos.

Y si alguien se desenvuelve a las mil maravillas en este film, saltando, golpeando, disparando y matando sin cargo de conciencia alguno, es una fascinante Chloe Moretz (La morada del miedo) que encarna a una niña de once años convertida en una superheroína de verdad. El contraste entre ella y el protagonista, Aaron Johnson (Nowhere boy) es brutal, dado que éste representa al típico friki de instituto que un buen día, de buenas a primeras, decide ponerse un pijama y tratar de actuar como un superhéroe. La diferencia entre la preparación de ambos para combatir el crimen, da mucho juego en el relato.

Del resto del elenco, destacar la buenas prestaciones de Nicolas Cage, de quien se puede esperar lo mejor (Leaving las Vegas, El señor de la guerra) y lo peor (Bangkok Dangerous, Next), el siempre magnífico en roles de villano Mark Strong (RocknRolla, Red de mentiras, Robin Hood) que marca un punto de inflexión en la película al interpretar a un malvado personaje que nada tiene que ver con comedias, chistes ni parodias y otros secundarios como dos de los actores de Jacuzzi al pasado (la actractiva Lyndsy Fonseca y el regordete Clark Duke), Evan Peters (Invasión), Christopher Mintz-Plasse (Supersalidos, Año uno), Michael Rispoli (Asalto al tren Pelham 1 2 3) y Xander Berkeley (el inquietante George Mason de 24).

A modo de resumen, Kick-Ass es una película que cuenta con una destacable pericia en la realización, un guión trepidante y gamberro que huye de ñoñerías, falsas enseñanzas y convencionalismos, personajes de todo tipo con los que el público conectará rápidamente, frenéticas secuencias de acción, una banda sonora tan imponente como ecléctica y, sobre todo, diversión a raudales.

Algunos la acusarán de no ser fiel al cómic de Mark Millar y John Romita Jr. quienes, por cierto, colaboraron con Vaughn y Goldman en la confección de la historia. Viendo el resultado final, ¿a quién le importa?