viernes, 29 de mayo de 2009

El protegido

Valoración: Excelente

M. Night Shyamalan dirigió en el año 2000 la mejor película que jamás se haya hecho basada en el mundo del cómic, El protegido, filme incomprendido donde los haya que con el paso del tiempo parece que va ganando adeptos, hasta el punto de llegar al reconocimiento de clásico.

De ritmo lento, el argumento es muy diferente a lo que hoy en día se intuye sobre las películas de superhéroes. Shyamalan, muy al contrario de los esquemas dictados por Marvel o DC, trata de acercar este mundo a la realidad, alejándose por completo de proyectos similares absolutamente contaminados por la cultura del video-clip. Para ello utiliza un lenguaje muy próximo a la vida cotidiana, como los conflictos familiares o los problemas de identidad del protagonista, un inconmensurable Bruce Willis que volvió a dejar atónitos a todos aquellos que no creían en su capacidad interpretativa. Y es que, si el protagonista de La jungla de cristal tiene una gracia sin igual a la hora despachar a terroristas a diestro y siniestro, mientras suelta la chulería de turno en sus películas de acción, aquí, cuando se pone el chubasquero, impresiona mucho más que cualquier personaje ataviado con traje de licra y capa, moviéndose en la línea de realidad ya comentada, pues nada impacta más que las cosas que sentimos cercanas y posibles.

Con respecto al resto del reparto, la calidez y humanidad de los personajes interpretados por la estupenda Robin Wright Penn y Spencer Treat Clark (esposa e hijo del protagonista) contrastan con la oscura y fría personalidad de Samuel L. Jackson, que encarna a la perfección a un solitario y enfermizo coleccionista de comics que encierra una terrible verdad.

Con su estilo particular, Shyamalan dosifica la información para que, poco a poco, vaya calando en el espectador. Destilando talento en cada toma, el director intercala precisos planos secuenciales con ángulos muy difíciles de conseguir, demostrando un dominio de la puesta en escena impagable. Perfectamente ambientada y plagada de simbología en continuo homenaje a los comics, la trama va en aumento, creando un inquietante clima que aumenta paulatinamente el interés por saber cómo terminará todo, culminado por una espectacular última media hora en la que todas las piezas encajan a la perfección.

Si por algo destaca esta producción es por su elegancia y sobriedad: un impecable despliegue visual y sonoro (la banda sonora de James Newton Howard está utilizada con suma inteligencia) con cierto aire de melancolía (a lo que contribuye la fotografía de Eduardo Serra) y aterradora atmósfera, que mantiene sabiamente el suspense hasta llegar al clímax final, con una de esas revelaciones que deja al espectador clavado en el asiento.

Corren rumores de una segunda parte, no en vano, El protegido fue concebido como una trilogía. Ojalá sea cierto y Shyamalan vuelva por la senda de sus éxitos. En El sexto sentido, El protegido y Señales demostró ser un cineasta genial. En El bosque, La joven del agua y El incidente, el genio pareció apagarse. Esperemos que vuelva a salir de la lámpara.

miércoles, 27 de mayo de 2009

La jungla 4.0

Valoración: Excelente

Doce años después de la fantástica Jungla de Cristal 3, tras mil y un rumores, por fin se concretó la cuarta entrega de las aventuras del detective John McClane. El encargado de dirigir el proyecto fue Len Wisman (era su tercera película tras las dos primeras de Underworld) y lo cierto es que no decepcionó. Si bien este californiano no tiene la mano firme de McTiernan, hay que reconocer que supo dotar al filme con un importante brío narrativo, así como con una serie de efectos visuales sin parangón, ofreciendo vertiginosos y originales planos, así como imaginativas coreografías tanto en tiroteos como en persecuciones. La pega es que, quizás, abuse un poquito de la cámara lenta, aunque de ninguna manera llega al gran abuso que sobre este recurso suele cometer John Woo (Misión Imposible 2).

De entrada parece que el guión de Mark Bomback (con las nada recomendables La lista y El enviado en su haber) pierde mucho en cuanto a la profundidad de los personajes. Sin embargo, haciendo una valoración global del espíritu con el que está confeccionada la película, es entendible ya que redunda en favor de la acción y de sus impresionantes efectos especiales, de forma que La jungla 4.0 es, sin ningún género de duda, la película más espectacular de los últimos años.

Si os habéis fijado he dicho "parece". Y es que, aunque los secundarios no están del todo definidos, sobre el protagonista hay un cuidado estudio, de tal manera que la película tiene un marcado carácter crepuscular al que ayuda el tono de "buddy movie" que aporta el joven Justin Long. Bruce Willis confiere maravillosamente a su personaje matices que ayudan a ello, como el de alguien que ya es de otra época enfrentado a un mundo casi futurista en el que no tiene cabida, odiado por todos sus seres queridos, solo, pero el único capaz de dejarse la vida por resolver una crisis mundial. Podríamos decir que el John McClane de Bruce Willis es una combinación letal entre Jack Bauer y Harry el Sucio, para poder entender lo que este personaje significa para el cine de acción.

El talento interpretativo de Bruce Willis está fuera de toda duda, pero después de ver a otros especialistas del género arrastrándose por ahí (casos de Stallone, Seagal o Van Damme) la pregunta estaba ahí: ¿todavía le daría el físico para interpretar convincentemente al duro McClane? Afortunadamente el actor pudo seguir siendo fiel a sus principios y pudimos disfrutar viendo cómo nuestro intrépido protagonista continuaba sin arrugarse ante el peligro, con esa chulería que tan famoso le ha hecho, haciendo temblar a los "malos" ante su presencia, pero mostrando su lado humano, pues a diferencia de otros "supuestos" héroes de acción, a él sí le duelen los golpes.

El argumento se centra en el miedo a la tecnología, en especial a lo controlada que ahora mismo está la humanidad por los ordenadores, haciendo especial hincapié en que nuestra información está centralizada por completo y al alcance de unos pocos. ¿Qué ocurriría si uno de ellos se pasase al lado oscuro? Es aquí donde toca hablar del villano de la función, único pero de toda esta superproducción. Hablamos de Timothy Olyphant, que encarna a un malo tipo Bond, en el sentido de que tiene un plan maestro para acabar con el mundo, pero sin el carisma necesario como para enfrentarse de tú a tú a un héroe de la categoría de John McClane.

A modo de conclusión diré que La jungla 4.0 es un entretenimiento de primera. Por un lado la acción es frenética y constante. Por otro mantiene el sentido del humor que siempre ha acompañado a Bruce Willis, al igual que la naturalidad con la que sigue "pateando traseros" y volando por los aires gracias a sus temibles ocurrencias (las secuencias del helicóptero y del avión pasarán a los anales de la historia). Por último, posee una factura visual extraordinaria y cumple con todos los cánones del género. ¿Qué más se puede pedir?

martes, 26 de mayo de 2009

La Jungla de Cristal III: La venganza

Valoración: Excelente

En 1995 John McTiernan retomó la saga Jungla de Cristal con esta tercera parte la cual, a modo de introducción, podríamos decir que es mejor que la segunda, pero inferior a la original.

El filme trata de salirse un poco de las dos partes anteriores. Primero fue un edificio, después un aeropuerto... Elegir un nuevo espacio cerrado parecía repetitivo, así que se decidió que la acción transcurriese en la ciudad de Nueva York y en otra época que no fuese Navidad.

Pero no es el único cambio. Esta tercera parte se podría considerar una "buddy movie" ya que Bruce Willis no estará solo, al contar con la ayuda de un divertidísimo Samuel L. Jackson, que conferirá al filme un mayor toque cómico que en los anteriores. En concreto, las reacciones de éste ante las animaladas que irá cometiendo sucesivamente John McClane, no tienen precio.

Una de las señas de identidad de esta serie ha sido la magnífica elección que se ha hecho de los villanos (exceptuando, evidentemente, la cuarta parte). Aquí le tocó al insigne Jeremy Irons, que interpretó de forma sublime al malvado hermano de Hans Gruber (Alan Rickman en el filme original) que clama venganza, aunque en realidad, oculta un sofisticado e inteligente plan para obtener sus fines verdaderos.

El trabajo de los tres intérpretes es sublime. Bruce Willis sigue haciendo las delicias del espectador con su rol de antihéroe macarra y chulesco, siempre capaz de conseguir el más difícil todavía. Irons se convierte en un villano de altura, uno de esos tipos capaces de aplastar a uno sólo por mirarlos mal y Jackson pone el contrapunto cómico, de forma que la interacción entre los tres funciona a las mil maravillas.

Además, la vuelta tras las cámaras de McTiernan aumenta la calidad del filme en aspectos como la trepidante agilidad narrativa de la trama, la altísima calidad técnica de las numerosas y espectaculares secuencias de acción y la magnífica dirección de actores.

Poco más podemos decir de esta auténtica joya, cuyo ritmo frenético, trasfondo cómico y perfecta puesta en escena harán las delicias de todo aquel que la vea. Tuvo tanto éxito que rápidamente surgieron rumores de una cuarta, la cual se haría de rogar, ya que sería estrenada doce años después.

lunes, 25 de mayo de 2009

La Jungla 2: Alerta Roja

Valoración: Excelente

Renny Harlin (Máximo Riesgo, Deep Blue Sea) fue el encargado de dirigir, en 1990, la continuación de la mítica Jungla de cristal. La empresa era harto difícil, no en vano el filme original marcó una época. Además, el no contar con la estilizada mano de McTiernan para esta segunda parte despertó no pocos recelos entre el público. Afortundamente, el finlandés Harlin resolvió con bastante solvencia el que iba a ser el mejor largometraje de su carrera.

Como toda secuela que se precie, mantiene una serie de conceptos del filme original: un espacio cerrado, una trama que abarque sólo unas horas, acción a raudales, un gran repertorio de frases mordaces e irónicas para el protagonista y, cómo no, otra Navidad con los McClane.

Inicialmente la película se iba a desarrollar en un barco, pero como Andrew Davis y Steven Seagal se adelantaron con la exitosa Alerta Máxima, se hubo de modificar el relato, encargado al mismo guionista de la primera parte, Steven E. de Souza, que adaptó a tal efecto el argumento de la novela 58 minutes de Walter Wager.

En muchos aspectos la película se ríe de sí misma, ya que en ocasiones parece una versión cómica del filme anterior. Al menos así se lo toma Bruce Willis ante lo improbable de que siempre haya terroristas fastidiándole las Navidades. Nuestro héroe vuelve a estar brillante e intrépido, demostrando una vez más que el cine de acción le venía como anillo al dedo.

Los villanos vuelven a ser de categoría: William Sadler (Cadena perpetua) y Franco Nero (Fuerza 10 de Navarone) representan perfectamente sus malvados roles intentando llevar a cabo un cuidado y meticuloso plan en el que nada es lo que parece (otra constante de la saga Jungla de cristal). Hay otros secundarios conocidos como Bonnie Bedelia, Reginald VelJohnson y William Atherton, que repiten sus papeles de la primera parte, además de nuevos rostros como el siempre solvente John Amos (El príncipe de Zamunda) o el mini-papel que tiene Robert Patrick (Terminator 2).

Pero si hubiera que destacar a alguno de ellos, sería sin duda a Dennis Franz (Policías de Nueva York) como jefe de seguridad del aeropuerto donde tienen lugar los hechos y auténtico dolor de cabeza para el bueno de McClane. De hecho, algunos de los diálogos entre ambos resultan tan eficaces como divertidos, despertando en varias ocasiones la sonrisa del espectador.

Si bien todos volvimos a disfrutar con Bruce Willis volviendo a encarnar al duro y sarcástico John McClane, La jungla 2 es de inferior calidad a la uno. Tiene una serie de virtudes que la hacen destacar, como los efectos especiales que vuelven a ser de altura, lo bien conseguido que está el desarrollo en forma de thriller o los inesperados giros de guión que ayudan a hacer adictiva la trama. Sin embargo, ni la puesta en escena de Harlin, aunque cuidada, llega a la altura de la de McTiernan ni el guión alcanza la excelencia del primero.

Aún así recaudó más dinero, asegurando una tercera parte que, para regocijo general, sería retomada por el maestro McTiernan.

sábado, 23 de mayo de 2009

Jungla de cristal

Valoración: Excelente

En 1988, el formidable realizador de cine de acción John McTiernan (Depredador, La caza del octubre rojo) dirigió la que posiblemente sea mejor película de este género en los ochenta y, probablemente, inicio de la mejor saga de cine de acción de todos los tiempos. Evidentemente, nos referimos a Jungla de cristal.

Además de su enorme calidad, si por algo será recordada esta película será porque supuso el salto al estrellato del gran Bruce Willis, en un rol que iba absolutamente a su medida: el más chulo, el más duro y el más violento, aunque muy en el fondo, terminase resultando un sentimental.

No fue fácil que Willis se hiciese con el papel. Inicialmente se había pensado para Schwarzenegger, ya que la historia iba a ser la segunda parte de Commando. El fornido austriaco rechazó la oferta y los productores pensaron en otro famoso cachas: Sylvester Stallone. Pero el bueno de Sly tampoco estuvo por la labor. Sin embargo el destino llamaba a la puerta de Bruce Willis, que aprovechó la oportunidad con una efectividad que sorprendió a propios y extraños.

Hay que valorar debidamente lo que consiguió aquí este norteamericano de origen alemán. Dar puñetazos y pegar tiros a diestro y siniestro es algo al alcance de cualquiera, pero conseguir hacerlo con gracia e ingenio, es más complicado y no digamos ya alcanzar el apelativo de magistral, a pesar del "san Benito" cómico que le había otorgado Luz de luna. Willis supo aportar una serie de matices que convertirían al protagonista de Jungla de cristal en un héroe atípico, forjando los arquetipos de lo que se llegaría a denominar el "antihéroe" por excelencia. Por si esto fuera poco, destiló gran soltura en las secuencias peligrosas, llegando a llevar a cabo varias de ellas sin necesidad de un doble (motivo por el cual exigió un aumento de 100.000$).

Basada en la novela Nothing last forever de Roderick Thorpe, el argumento relata las vicisitudes de un agente de policía neoyorkino que debe enfrentarse a un nutrido grupo de terroristas en el interior de una gran torre llamada Nakatomi Plaza, la cual es, en la vida real, el edificio Fox Plaza de Los Angeles. Es aquí donde el guión hace referencia a los miedos que la recientemente conseguida, por aquel entonces, Unión Europea, despertaba en algunos estadounidenses: los villanos son europeos. Resulta curioso cómo se utiliza el Himno a la Alegría de Beethoven, que como todos sabéis también lo es de la Unión Europea, en momentos en los que los terroristas van alcanzando objetivos. Toda una declaración de intenciones, ¿no creéis?

Es aquí donde debemos hacer referencia al resto del reparto. El excelente actor británico Alan Rickman es, como diría John McClane, el jefe de los malos. El duelo entre él y Bruce Willis es para enmarcar. Rickman es Hans Gruber, un activista alemán que no entiende la idiosincrasia americana, pero mucho menos la aparente total falta de cordura del protagonista. En el bando de los terroristas destacaremos a un muy convincente Alexander Godunov (Ana Karenina). Bonnie Bedelia (Presunto inocente) es la difícil esposa de McClane, William Atherton (Los cazafantasmas) un insufrible y problemático reportero y, por último, el contrapunto cómico lo ponen Reginald VelJohnson (Cosas de casa), Clarence Gilyard Jr (Walker Texas Ranger) y De'voreaux White (Acción Jackson), curiosamente los tres de raza negra (¿infuencias de Eddie Murphy?).

Con toda la pléyade de intérpretes expuesta, la magnífica puesta en escena de McTiernan, que para el cine de acción es todo un artista, el elevadísimo ritmo de narración de la aventura, los impresionantes efectos especiales (no en vano estuvo nominada a cuatro oscar: montaje, efectos visuales, sonido y efectos de sonido) los contínuos toques de humor, los constantes comentarios inteligentes y mordaces con que el guión cuida al protagonista y la acción desenfrenada, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que Jungla de cristal ha alcanzado la categoría de mítica, a pesar de formar parte de un género, la acción, tan denostado por los "sabiondos" críticos de cine que andan por ahí, convirtiéndose en una película por la que no pasa el tiempo. Imprescindible.

viernes, 22 de mayo de 2009

24 - Fin Séptima Temporada

Valoración: Excelente

ATENCIÓN PELIGRO SPOILER: La siguiente entrada desvela partes importantes de la trama; léelo bajo tu propia responsabilidad.


Ha terminado la séptima (y parece que penúltima) temporada de nuestro amigo Jack Bauer y, como siempre, no ha defraudado. En esta ocasión la trama se ha centrado en los sentimientos interiores del protagonista, en cómo piensa y en por qué actúa de la forma en que lo hace.

Al hilo de esto, es muy edificante la última conversación que mantiene con una de las protagonistas de la temporada, la agente del FBI Renee Walker, donde le dice que cuando se da una situación, por ejemplo, de un autobús con quince rehenes, él sólo ve los quince rehenes; lo demás se le nubla.

Jack Bauer es el tipo al que llaman para hacer lo que debe en una crisis. Criticado por todos, calumniado, buscado por la justicia (la temporada comienza con un juicio contra su persona) pero realmente es un héroe, es quien hace lo necesario para acabar con los malos y salvar la vida de los inocentes.

Hemos podido ver cómo no sólo no se retractaba por haber tenido que torturar a peligrosos criminales para poder evitar crisis mundiales, sino que plantaba cara. Como dice el propio protagonista "en esta vida hay que tomar decisiones con las que uno pueda vivir".

También hemos comprobado cómo hay personas que lo empiezan a comprender. Incluso la presidente de los Estados Unidos entiende los motivos que llevan a Bauer a trabajar de esa forma tan particular y aunque oficialmente reniega de esos métodos, oficiosamente queda muy satisfecha por los resultados.

En este sentido, la agente del FBI antes mencionada alcanza a comprender, al final, que no se puede luchar contra terroristas empleando distintas reglas. Así es imposible.

El punto dramático es la aparición de Tony Almeida. Todos lo creíamos muerto, pero he aquí que el bueno, perdón, el malo de Almeida (porque se ha vuelto Tony el terrible) rompe el corazón a su íntimo amigo Jack, ya que es capaz de poner en peligro la vida de miles de personas con tal de poder llevar a cabo su venganza: asesinar al culpable de la muerte de la difunta Michelle.

Y, como siempre, hay personajes importantes que mueren, destacando en ese sentido a Buchanan, que sacrifica su vida en el interior de la Casa Blanca para que Jack acabe terminando la misión. Otro histórico, el único que ha salido en todas las temporadas además de Bauer, el agente Aaron Pierce, también está a punto de caer, pero al final todo queda en un susto.

Al final parece que Jack va a morir: Ha estado expuesto a un gas letal que no tiene cura... ¿o sí? Resulta que hay un método experimental que podría funcionar, aunque para ello su hija debe contribuir en la operación. Sí, habéis leído bien, la espectacular Kim Bauer vuelve a la escena, más atractiva que nunca y con familia. Jack no sabe nada de esto, así que ¿continuará vivo el marido de Kim en la octava temporada? Desde luego a mí no me gustaría ser el yerno de Jack.

Como sabéis todos los que la hayáis visto, la séptima temporada ha sido espectacular, en la línea de lo que viene siendo 24. ¿Qué sucederá en la Octava? Por lo pronto, parece que va a ser la última. Ya he leído por ahí que están pensando en terminarla matando de alguna manera espectacular a Jack Bauer. Personalmente no me gustaría que terminase así. ¿No ha sufrido ya lo bastante nuestro héroe particular? ¿No podían concederle un final feliz? Algo así como la retirada de la UAT en su día de la que gozó Tony Almeida (aunque, eso sí, sin trágicas muertes).

Sea como fuere, el gran Jack ha marcado historia en el mundo de la televisión. Para muchos (y me incluyo) 24 es la mejor serie de la historia, así que, aunque no me guste el final que tienen previsto para el año que viene (ya veremos si lo mantienen), ya estoy impaciente por que llegue el próximo enero y podamos volver a disfrutar con las aventuras del mejor agente en activo de la ficción norteamericana.

sábado, 16 de mayo de 2009

Ángeles y demonios

Valoración: Regular

En lo que a novela se refiere, Ángeles y demonios es muy superior a El código Da Vinci. Cinematográficamente hablando también lo es, pero aún así, la adaptación deja mucho que desear, de forma que nos encontramos ante un nuevo fracaso surgido de la relación Dan Brown - Ron Howard (evidentemente me refiero a fracaso artístico, no taquillero).

Como muchos de vosotros ya sabéis, Ron Howard es un director de mi agrado. He disfrutado mucho con películas como Cinderella man, Una mente maravillosa o Llamaradas. Sin embargo, este filme hace demasiadas aguas como para no tenerlo en cuenta.

Entiendo que es muy difícil plasmar en un largometraje todo lo que sucede en un libro, pero al menos hay que intentar mantenerse fiel en los aspectos más importantes del mismo. En concreto, mi mayor decepción ha llegado al comprobar la poca intensidad con la que el relato está narrado. El guión de David Koep (Ojos de serpiente, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal) y Akiva Goldsman (Cinderella Man, Una mente maravillosa) cuenta, con bastante torpeza, cómo los protagonistas de la historia deben recorrer la ciudad de Roma, sin apenas tiempo material, para intentar evitar una serie de asesinatos, en una persecución que debería ser frenética. Sin embargo, lejos de mantener al espectador en vilo, uno termina por aburrirse ya que lo único que muestra ciertos visos de tensión es un reloj que de vez en cuando aparece en la parte inferior de la pantalla, mostrando que el tiempo se acaba (desgraciadamente nada que ver con la exitosa 24).

Por si fallar en la intensidad narrativa no fuera suficiente, observamos ciertos patinazos del guión, en el sentido de que aquellos que no hayan leído la novela, en muchas ocasiones se preguntarán, "¿por qué?". No es la primera película de aventuras en la que el encargado de resolver el misterio debe encadenar una serie de pistas para llegar al final. Filmes como La búsqueda (y la nombro por no ser precisamente Indiana Jones) generan el punto de ansiedad necesario en quien la ve, para hacer atractiva la trama según se van resolviendo dichas pistas. Aquí no sucede eso ya que la poca capacidad de guionistas y director para sintetizar las ideas principales del libro, ocasiona el tener que cortar metraje en lo que sería la parte más interesante de la trama.

Lo mismo sucede con los personajes. Ya conocemos a Langdon del filme anterior, por lo que no hay que perder tiempo en su presentación. Pero no definir de alguna manera al temible asesino que tiene a todo el mundo en jaque, me parece una absoluta falta de rigor cinematográfico. El guión sólo otorga cierta profundidad al Camarlengo (Ewan McGregor) dejando a un lado a varios personajes que conferirían mayor calado a la historia, quedando al final una importante sensación de mediocridad.

Como he dicho al principio, a pesar de la baja calidad de la película, Dan Brown tiene el tirón necesario como para que Ángeles y demonios sea un éxito en taquilla, lo que salvará a Howard y compañía ya que aquí, lo que importa no es la calidad, sino la viabilidad económica. Tampoco entiendo la legión de seguidores que tiene dicho escritor, ya que si bien éste es su mejor libro, el resto está muy por debajo de los principales novelistas de thriller de la actualidad.

Lo mejor de todo es que ya no hay más historias acerca de Robert Langdon (interpretado por Tom Hanks a pesar de que la descripción del libro lo acerca más a Harrison Ford) así que espero, por el bien del Séptimo Arte, que Ron Howard se olvide de Dan Brown y vuelva pronto a hacer buen cine.

El código Da Vinci

Valoración: Mala

Adaptación cinematográfica del Best-Seller de Dan Brown El código Da Vinci. El a veces brillante director Ron Howard da un evidente paso atrás en su carrera como cineasta con una película excesivamente larga, aburrida y que necesita de una lectura de la novela en la que está basada para una comprensión total de lo que se explica.

El guión es un auténtico desastre, pues deja muy poco metraje para la parte más interesante de la novela, la investigación policial, la cual narra de forma bastante atropellada, destinando un gran número de minutos al embrollo mental de Brown, mostrando su desatino al entremezclar sucesos históricos ciertos con las paranoias del propio escritor, de las que está muy orgulloso, pero por las que puede ir a juicio por plagio ya que no son ideas propiamente suyas.

El film está realizado en torno a su estrella, Tom Hanks, de tal manera que se ningunea totalmente al personaje encarnado por Audrey Tautou, quien hace una de las interpretaciones menos creíbles de su carrera para favorecer las peripecias del propio Hanks; todo un despropósito. De hecho, pocos actores siguen el espíritu de la novela, con la excepción de Jean Reno, que es de lo poco creíble en este film.

El mayor insulto llega de parte del villano de la historia, Paul Bettany, que ya demostró en Firewall carecer de calidad interpretativa para encarnar a un "malo" de lo más común. En esta ocasión su cometido es hacer de Silas, uno de los mejores personajes del libro, un malvado de los que dejan huella, pero que en manos de Bettany ha resultado un personaje de lo más patético y desaprovechado.

Los efectos especiales son más bien toscos cuando se trata de visualizar imágenes del pasado y nada novedosos cuando se muestra la capacidad del protagonista para resolver jeroglíficos, pues parecen sacados literalmente de una de las grandes películas de Howard, Una mente maravillosa.

Para aquellos a quienes les haya gustado el libro, el film sigue más o menos las pautas escritas por Brown, pero para los que quieran ver un buen relato sobre el Santo Grial, les remito a la tercera parte de la saga Indiana Jones, donde se encontrarán con una magnífica película, muy por encima de este deplorable film.

jueves, 14 de mayo de 2009

El sexto sentido

Valoración: Excelente

En 1999 M. Night Shyamalan sorprendió con este contundente, impactante e inquietante thriller que explora el miedo y la angustia hasta límites insospechados.

La película se basa en uno de los mejores guiones que jamás se haya escrito, el cual además de cuidar a la perfección a sus caracteres principales, también mima maravillosamente todos los aspectos de la impresionante puesta en escena. No sólo contamos con un terror inteligente (que ya es mucho) sino que existe un sinfín de matices y detalles que consiguen un éxito sin precedentes, al tratarse de una película que es necesario ver una y otra vez para poder disfrutar por completo de toda su magnitud. También hay un toque romántico perfectamente insertado, muy ligado a las novelas de terror clásicas como las de Edgar Allan Poe, lo que demuestra por parte de Shyamalan un absoluto conocimiento del género.

El sexto sentido, además de ser una película referencia del cine de terror, logró que por fin la crítica valorase en su justa medida a Bruce Willis, un excelente intérprete siempre infravalorado por ser una estrella del cine de acción, a pesar de que ya había demostrado su gran repertorio en films como Doce monos o Recuerdos de guerra. Willis ofrece una auténtica lección de método con un personaje muy distante, de corazón herido, que trata de redimirse tratando de curar a un indefenso niño, el cual está inmerso en un mundo de oscuridad y tinieblas. Haley Joel Osment interpreta de forma sublime a este pequeño inocente que no sabe cómo salir de su mundo sobrenatural, incomprendido y tomado por loco, incluso por su propia madre. Ambos acabarán sanándose el uno al otro, en un maravilloso relato que culmina con uno de los mejores finales que se recuerdan en el séptimo arte, tanto por efectista como por esa sensación final que le queda a uno en el cuerpo cuando ha terminado de ver una auténtica obra maestra.

Shyamalan llegó al estrellato con este film en el que nada queda al azar. Su manejo de la cámara es perfecto, intercalando impactantes planos con lentos movimientos tipo "scroll" para resaltar lo más importante de cada acción. Además el dominio del tempo para narrar la historia es impresionante, ya que controla en grado sumo el volumen de información que debe tener el espectador para que el relato funcione a las mil maravillas.

En una palabra: Insuperable.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Frases de cine II

1.-“ Para conseguir un Oscar todo el mundo sabe que no hay que hacer de retrasado total. Dustin Hoffman: Rain Man. Cara y pinta de retrasado pero no lo era; hacía trampas a las cartas. ¿Autista? Sí. ¿Retrasado? No. Luego esta Tom Hanks: Forrest Gump. ¿Lento? Sí. ¿Torpe? Tal vez. Pero camelarse a Nixon y ganar un campeonato de ping pong no es de retrasado. Y era un puto héroe de guerra. ¿Conoces a un héroe de guerra retrasado? Tu personaje, en cambio, era retrasado total, macho. Eso es lo peor... ¿No te lo crees? Pregúntale a Sean Penn: Yo soy Sam, ¿te acuerdas? Retrasado total...¡y se fue de vacío!” – Robert Downey Jr. a Ben Stiller en Tropic Thunder.

2.-“Te voy a hacer de todo” – Hugh Jackman a Michelle Williams en La lista.

3.-“¿Comprende mi frustración? ¡Pomposo hijo de puta!” – Clint Eastwood en En la línea de fuego.


4.-“Si vuelve a interrumpirme le arrancaré los ojos y jugaremos con ellos al golf” – Carlos Santos en Misión: salvar la Tierra.

5-“¿Es que nunca aprendéis? – Jet Li en El único.

6.-“Se ha metido en un charco de mierda sin el calzado adecuado” – Brian Cox en El mito de Bourne.

7.-“Si me habéis tendido una trampa, os encontraré y quemaré el edificio con vosotros dentro” – Timothy Olyphant en Hitman.

8.-“Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría llegar a tener” – Clint Eastwood en Sin perdón.


9.-“Gracias señor, siempre quise vivir con un chiflado” – Steve Guttemberg (Mahoney) al capitán Harris en Loca academia de policía tras saber que compartiría cuarto con Tackleberry.

10.-“No se nos da muy bien eso de acatar órdenes, señor” – Liev Schreiber en X-Men orígenes: Lobezno.

11.- “¿Qué activa antes el detector de metal, el plomo de tu culo o la mierda de tu cerebro?” – Bruce Willis en La jungla de cristal 2.


12.-“No me acuerdo de olvidarte” – Guy Pierce en Memento.

13.-“El ejército es un sable, no un escalpelo” – Bruce Willis en Estado de sitio.


14.-“Logan, pese a mi tolerancia con tus hábitos de fumador, sigue fumando eso aquí dentro y pasarás el resto de tu vida creyéndote una niña de seis años” – Patrick Stewart en X-Men 2.

15.-"Ahora sé por qué llorais, pero es algo que yo nunca podré hacer" – Arnold Schwarzenegger en Terminator 2.


16.-“Algunos de los mejores momentos de la vida son errores” – Uma Thurman en Paycheck.

17.-“No me toques las pirámides” – Zinedine Zidane en Asterix en los juegos olímpicos.


18.-“Las cosas nunca son lo que parecen con las mujeres de esta familia” – Shirley MacLaine en Dicen por ahí.

19.-"¿Cómo se dice adiós en chino? Gracias, no quiero más rosas" – Jason Statham en Lock and Stock.


20.-"¿Te acuerdas que prometí matarte el último? Te engañé" – Arnold Schwarzenegger en Comando.

21.- “Dar cera, pulir cera” – Pat Morita en Karate Kid.

22.-"Comprendo... ¿Te supera en rango, hijo? Eres un hombre afortunado, si nunca una superior te ha hecho una mamada, no sabes lo que te pierdes. Ascendedlas a todas, digo. Claro, como soy coronel, tendré que esperar a que elijan a una mujer de presidente de los Estados Unidos. Mientras, seguiré con las duchas frías..." Jack Nicholson en Algunos hombres buenos.


23.-“Tiene quince años, payaso y como se te ocurra mirarla, te meto un paraguas por el culo y después lo abro” – Bruce Willis en El último boy scout.


24.-¿De dónde surge el poder, de la sangre o del destino del derecho divino? – Edward Norton en El ilusionista.

25.- "Cuando un hombre acosa a una mujer con la intención de violarla, yo mato al hombre; ésa es mi política". – Clint Eastwood en Harry el Sucio.


martes, 12 de mayo de 2009

Ciclo Bruce Willis


Hasta la fecha, este blog se ha caracterizado (tanto ahora como en la dirección antigua) por contar con tres tipos de posts, a saber, estrenos de cine, homenajes (frases célebres o intérpretes que nos han dejado) y, de vez en cuando, referencias televisivas.

A partir de ahora iré insertando ciclos por actor o director, así que, de vez en cuando, podréis comprobar que escribo opiniones sobre películas antiguas (no sólo estrenos). He comenzado con mi querido Bruce Willis, uno de esos intérpretes que tienen bien merecido el Oscar pero, a causa de su condición de protagonista de cine de acción, da igual que haga Doce monos o El sexto sentido, porque nunca le concederán la codiciada y devaluada estatuilla.

Ya he colocado lo que pienso acerca de El último boy scout y Pulp Fiction, dos filmes que, además de estar dentro de la biografía de Bruce Willis, son de mis favoritos. Evidentemente no colgaré opiniones de todas y cada una de las películas en las que haya participado el héroe de La jungla de cristal (sería un trabajo ímprobo) pero sí que iré colocando sus películas más importantes, así como otras que también me han hecho gracia.

Cuando termine con Willis, iniciaré otro ciclo. Veremos por quién me da. Un saludo a todos los lectores y un pequeño aviso: pronto colgaré el segundo post sobre frases famosas. Estad atentos.

lunes, 11 de mayo de 2009

Pulp Fiction

Valoración: Excelente

El irreverente Quentin Tarantino alcanzó su cima cinematográfica con esta excelente película, propia de un auténtico genio. Tarantino demostró no sólo ser un hábil realizador, impartiendo lecciones con la cámara en todos y cada uno de los muchos planos secuenciales que se dan en todo el film, sino también ser un escritor de altura, con un guión que hizo del flashback una auténtica obra de arte. La forma de alterar la secuencia cronológica del relato conectando diferentes momentos para después trasladar la acción al pasado es sublime, de forma que el espectador quedará maravillado ante las repentinas vueltas hacia atrás en el tiempo de varios de sus personajes.

Tarantino crea una original historia de cine negro con todos los elementos clásicos del género como asesinos, boxeo, drogas, mujeres fatales... Combinados todos ellos hábilmente para confeccionar una incontrolable espiral de violencia, la cual es el leit motiv de todo el film.

Pero aún no hemos llegado a lo mejor de Pulp fiction, que es la excelente y ocurrente manera de generar secuencias de un dramatismo absoluto con inteligentísimos toques de humor, hecho este que convierte al film de Tarantino en una de las mejores películas en la historia del Séptimo Arte.

Otro de los méritos del maestro Tarantino fue reunir un reparto coral con actores de primera línea, con lo que confirió mayor majestuosidad a su obra. Si bien la crítica internacional alabó el buen hacer de John Travolta, realmente son tres los personajes que más llaman la atención, con una calidad interpretativa que no dejó indiferente a nadie: Samuel L. Jackson como un despiadado gangster que tiene un momento de lucidez en su vida, Bruce Willis como un veterano boxeador que se introduce en un juego muy peligroso y Harvey Keitel, en un rol secundario, como un ocurrente empleado de limpieza que trabaja para el capo de la mafia local. La dificultad de definir a la perfección todos y cada uno de los muchos personajes que abarrotan el film, es otro mérito del guión que fue galardonado con un premio de la Academia.

Por último, tenemos esos pequeños detalles que hacen de Tarantino un ser único. No me refiero sólo a la perfecta ambientación y a la inigualable y exitosa banda sonora, sino a ciertas sorpresas a las que suele recurrir como, por ejemplo, inventar una marca propia de tabaco o hacer cavilar a todo el mundo sobre el contenido de cierto maletín, que ha llegado a generar montones de blogs en internet especulando sobre el mismo.

Así pues, una magistral película que se vio injustamente ninguneada en la edición de los Oscar de 1995, en la cual este film junto con Cadena Perpetua de Frank Darabont merecieron haberse repartido la totalidad de las estatuillas doradas, pero los necios miembros de la Academia no supieron negarse a su patriotismo ante la historia narrada por la sobrevalorada Forrest Gump. Injusticias en los Oscar ha habido siempre; afortunadamente la repercusión de Pulp fiction no dejó lugar a la duda ante su inmensa calidad.

domingo, 10 de mayo de 2009

El último boy scout

Valoración: Excelente

El genial director Tony Scott (hermano de Ridley) dirigió en 1991 la que podría ser la mejor película de la historia con un antihéroe como protagonista. Hablamos, evidentemente, de El último boy scout, un filme que huye de lo políticamente correcto para llamar a cada cosa por su nombre, algo de lo que desgraciadamente adolecemos hoy en día.

Mediante un estupendo y cuidado guión (el mejor pagado de la historia hasta que Joe Ezsterhas escribió el de Instinto básico) la acción se desarrolla a ritmo de video-clip, con una estética perfecta, acción a raudales y un sentido del humor sarcástico, inteligente y brillante.

Los personajes están perfectamente trabajados, dejando cada uno su impronta personal en la historia. Es aquí donde hablaremos de su protagonista, un Bruce Willis que, decididamente, nació para interpretar este papel, el cual podríamos definir como su John McClane de Jungla de cristal, pero a lo bestia: totalmente desencantado de la vida, alguien a quien no le importa lo más mínimo su integridad física o su futuro, fracasado en el ámbito personal y familiar, pero que en lo más profundo de su ser tiene un sentido del deber moral que le obligará a hacer todo lo necesario por que triunfe el bien, o lo que es lo mismo, una auténtica tesis doctoral de lo que deben ser los arquetipos del antihéroe por excelencia.

Scott no quiere descuidar el humor. Si el protagonista es el más chulo, el más duro y el más sarcástico, ¿qué mejor que ponerle un contrapunto para así desarrollar un argumento tipo buddy movie? El cómico Damon Wayans (Más pelas) fue el encargado de desarrollar esta función de partenaire de Willis y lo cierto es que el dúo funcionó a la perfección en la gran pantalla.

Pero no habría heroismo de ningún tipo si los villanos no tuvieran el suficiente calado. Hablamos de tipos a quienes no les importa en absoluto llegar a cometer una masacre en favor del buen funcionamiento de sus negocios. Noble Willingham (Walker Texas Ranger) y Taylor Negron (Verano de corrupción) cumplieron perfectamente con sus malvados roles, dando así a la producción un carácter de seriedad que de otro modo no habría conseguido.

Ya para terminar con los actores y como curiosidad, comentar la aparición de dos rostros muy conocidos por razones bien distintas: la exhuberante Halle Berry, en una de sus primeras apariciones en cine y Bruce McGill, el sempiterno compañero de McGyver.

Así pues tenemos una formidable historia de cine negro, cuya trama no descuida en ningún momento la intriga y el suspense, perfectamente interpretada, excelentemente coreografiada, con una impecable factura visual tanto en efectos como en fotografía, que parece mejorar con el paso de los años, convirtiéndose así, por derecho propio, en una de las mejores películas de acción de la historia del cine.

sábado, 9 de mayo de 2009

La hora once


La hora once es la adaptación de una miniserie británica del mismo nombre, que en su día protagonizó Patrick Stewart (curiosamente protagonista de algunas películas de Star Trek). El creador es el conocido productor norteamericano Jerry Bruckheimer, quien a sus exitosas producciones cinematográficas también puede sumar los triunfos televisivos de C.S.I. o Caso abierto.

La trama recuerda en algunos aspectos a Expediente X, sólo que aquí no hay conspiraciones gubernamentales que impidan la investigación de los protagonistas. Eso sí, el argumento es de ciencia ficción y la pareja protagonista está formada por una bella y eficaz agente del F.B.I., interpretada por Marley Shelton (Planet terror, Sin city) y un eminente y brillante científico en la piel de Rufus Sewell (El ilusionista, Destino de caballero, Dark City).

Podríamos calificar este espacio televisivo como una serie con buenas intenciones, más o menos entretenida, pero que no aporta nada nuevo al género. Asimismo, teniendo en cuenta que no hay (al menos de momento) una trama central que una todos los episodios, no sucede nada si uno se pierde alguno de vez en cuando, lo que tiene, como todos sabéis, sus cosas buenas y sus cosas malas.

Sin poder ser calificada de mala (entre otras cosas porque la producción es buena, los actores están bien y resulta entretenida), mucho tendrán que mejorar los capítulos venideros para situarse entre las principales series de ciencia ficción.

Actualmente puede verse en la FOX y en la Sexta.

Star Trek

Valoración: Pasable

Las precuelas están de moda. Primero fue Lobezno y ahora le toca al universo trekkie con la archifamosa Star Trek, de la mano de J.J. Abrams, a quien todos conocemos por ser el creador de series tan famosas como la magnífica Perdidos, Alias, la simplona Felicity (esta última no va demasiado en su línea) o la última, Fringe.

En lo que a cine se refiere, Abrams dejó claro en su primera película, Misión Imposible III, lo que él entiende por el séptimo arte: un divertimento con fuerte base en la faceta audiovisual, que es básicamente lo que ha hecho en ésta, su segunda película. La acción es trepidante y las secuencias en el espacio impecables aunque los impactantes efectos de sonido parecen copiados de las nuevas películas de Star Wars (al menos suenan igual).

Pero el cine es algo más que efectos y Star Trek tiene una serie de fallos en el guión que hacen mucho daño tanto al dinamismo de la narración (hay momentos en los que decae hasta límites insospechados) como por la inaceptable forma de concebir a alguno de sus protagonistas.

No soy un gran fan de la serie, de hecho siempre me he identificado más con el universo de George Lucas en cuanto a sagas espaciales. Pero si fuese un trekkie, no estaría demasiado satisfecho con el maltrato que Abrams ha dado a un personaje del carisma de James T. Kirk, dejándolo en manos del inexperto Chris Pine (ni punto de comparación con William Shatner) y con un libreto que lo define como un niñato malcriado que se cree el ombligo del mundo y que desgraciadamente marca la película con una importante lacra de infantilismo. Con el otro protagonista, el señor Spock, parecen habérselo tomado más en serio: Zachary Quinto se ha convertido en un intérprete de fama mundial por su aparición en series como 24 y Héroes (en esta última dando vida al malvado Sylar) por lo que se le puede otorgar cierta relevancia en la actualidad y, además, físicamente da la talla. Quinto alcanza la rigidez necesaria para interpretar convincentemente a Spock, pero va más allá, añadiendo un punto de profundidad superior al original como fruto de su herencia humana.

De todos modos, el mejor actor de todos es quien encarna al villano, Eric Bana (Munich, Troya) un ser movido por una combinación peligrosa de odio y venganza, que no atiende a ninguna petición moral. Para terminar con el elenco, Winona Ryder aparece brevemente como la madre humana de Spock, mientras que Jennifer Morrison, la guapa ayudante de House, es la madre de Kirk.

La película invierte demasiados minutos en la presentación de todos los personajes famosos de la saga, por lo que el tiempo que destina al argumento de ciencia ficción es demasiado corto como para contar una historia excesivamente interesante, la cual se podría resumir como algo que recuerda demasiado a la temible Estrella de la Muerte de La guerra de las galaxias. Así que mejor lo dejamos ahí.

¿Entretenida? A ratos. ¿Calidad? La mayoría se queda en los efectos. ¿Importancia en el género? No demasiada. ¿Preparada para ser la primera de muchas? Dependiendo de cómo funcione en taquilla, no dudéis que tendremos Star Trek para rato aunque, personalmente, me quedo con las originales.

lunes, 4 de mayo de 2009

X-MEN 3

Valoración: Pasable

Capítulo final, con permiso de las precuelas, de la saga cinematográfica dedicada al cómic de la Marvel La patrulla X. Brett Ratner, cuyo mejor trabajo hasta la fecha es El dragón rojo, sucede a Bryan Singer en la dirección con una película bastante entretenida, pero simple hasta la saciedad. Es una pena que Singer se decantara por Superman Returns, ya que la calidad de la saga descendió muchos enteros con el cambio de realizador y guionista.

Y es que el guión queda supeditado en demasía a los efectos especiales, lo que no es de extrañar, ya que los escritores son, por un lado, el guionista de xXx2, Simon Kinberg y por otro Zak Penn, responsable entre otras de Elektra, así que id haciendoos una idea. Hablamos de un libreto que no aprovecha las posibilidades de muchos de los personajes, otorgando un claro protagonismo a Hugh Jackman, de forma que él y Kelsey Grammer son, posiblemente, lo mejor del film. Pero contar con un villano de la talla de Vinnie Jones y reducirlo a una simple pelea con Lobezno, espectacular por cierto, es una osadía; por no hablar de la escasa participación de Rebecca Romijn, todo un insulto para los espectadores.

Salvando el claro suspenso en guión, nos quedan la espectacularidad de ciertas acciones como lo que sucede sobre el puente de San Francisco, las diversas batallas y los temibles poderes de ciertos mutantes, además de unos cuantos comentarios irónicos, lo que confiere a la historia el grado de entretenimiento suficiente como para que merezca la pena ir a verla al cine. Sin lugar a dudas, la segunda parte ha sido la mejor con diferencia de la, por el momento, tetralogía, ya que tenía una buena historia que contar. Desgraciadamente este tercer episodio parece haber agotado la saga, de ahí que ahora se hayan decantado por la precuela... ¿O serán precuelas? Seguiremos informando.

X-MEN 2

Valoración: Interesante

Bryan Singer consiguió dejar en mal lugar a aquellos que afirman que segundas partes nunca fueron buenas con X-Men 2, un filme que supera en todos los aspectos a la película original, rodada tres años antes. Debido al buen resultado en taquilla de X-Men, Singer dispuso de más medios para llevar a cabo esta secuela, los cuales aprovechó adecuadamente para ir más allá en lo que a efectos especiales y espectacularidad se refiere.

El ritmo narrativo de esta nueva entrega es mayor, debido, entre otras cosas, a que se trata de los mismos caracteres, luego no hay que perder tiempo en presentaciones. Así, el guión puede centrarse en ciertas particularidades de alguno de los protagonistas, en especial Hugh Jackman y Rebecca Romijn, que son las indiscutibles estrellas de esta producción, con unos personajes perfectamente explotados para el deleite popular.

La historia es de más calado que la anterior. Ahora aparece un nuevo villano, Stryker, bien interpretado por Brian Cox (El mito de Bourne) que será el principal rival del temible Magneto, llevando ambos el odio entre mutantes y humanos hasta sus últimas consecuencias. En medio se encontrarán el profesor Xavier y los suyos, quienes tendrán que hacer acopio de todo su talento para intentar evitar una catástrofe de proporciones inimaginables.

En definitiva, Singer consiguió aumentar la fama de la Patrulla X mejorando el éxito en taquilla y en crítica de la primera parte, gracias a un relato que, además de entretener con adictivas secuencias de acción y ciertos toques de humor, no olvida profundizar en los personajes más importantes, lo que es muy de agradecer en una producción de estas características.

domingo, 3 de mayo de 2009

X-Men

Valoración: Pasable

Bryan Singer, director de la magnífica Sospechosos habituales, dirigió en 2000 la primera adaptación al cine del cómic de la Patrulla X, que desde aquel momento pasó a concerse en España como X-Men.

Singer desarrolló un filme con el entretenimiento por bandera y la verdad es que no lo hizo mal: un grupo de personajes con poderes fruto de diversas mutaciones genéticas, se hallan en una difícil situación ya que una serie de políticos los encuentran como una grave amenaza para la humanidad. El problema es que algunos mutantes sienten lo mismo por las personas normales, por lo que la guerra parece inminente.

Como toda película de superhéroes que se precie, los efectos visuales están muy cuidados, de forma que las secuencias de acción sean espectaculares. Además hay un guión, escrito por el propio Singer, que cuenta las particularidades de los diferentes caracteres, aunque sin profundizar demasiado, fruto del carácter dinámico que posee la narración.

X-Men sirvió para que Hugh Jackman saltara al estrellato. Jackman se adaptó con asombrosa facilidad al papel de Lobezno, inicialmente pensado para Russell Crowe. Un tipo duro, con bastante chulería, solitario, pero con un buen corazón. El elenco que le acompaña es superior a la media, en comparación con otras producciones similares. Por un lado tenemos un espectacular trío de bellezas como la ganadora del Oscar Halle Berry, Famke Janssen (House on Haunted Hill) y la exhuberante Rebecca Romijn (Mujer fatal). Por otro, dos intérpretes de altura como Ian McKellen en el papel del malvado Magneto y Patrick Stewart en el rol del bondadoso profesor Xavier. Completan el reparto James Marsden (Superman Returns) y la televisiva Anna Paquin (True blood).

Así pues, entre lo atractivo de los actores, lo divertido de la trama y la legión de fans que tiene la Patrulla X, Bryan Singer logró contentar a todos: a los productores por el dinero recaudado en taquilla y al público por pasar un rato bastante entretenido. No será X-Men una película recordada por su contribución artística, pero sí por lograr una función muy importante en el cine: entretener.

viernes, 1 de mayo de 2009

X-Men Orígenes: Lobezno

Valoración: Interesante

Gavin Hood, ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa con Tsotsi y director también de Expediente Anwar, ha sido el elegido para realizar la precuela de la Patrulla X, en un filme que se centra en su mayoría en los orígenes del personaje más carismático de dicho cómic: Lobezno.

Afortunadamente para todos, la película es muy superior a X-Men 3, algo que por cierto tampoco era muy difícil. David Benioff (guionista de Troya) narra una entretenida historia que comienza con nuestro protagonista de niño, para después, en unos breves pero intensos minutos, mostrar la evolución que él y su temible hermano fueron sufriendo con el paso del tiempo.

Es aquí donde hago referencia a lo que, en mi humilde entender, ha sido lo mejor de la película: Liev Schreiber. A pesar de los interminables suspiros que se escuchaban en el cine cuando Hugh Jackman aparecía en paños menores, la forma que tiene Schreiber de interpretar al hermano psicópata de Lobezno es de tal altura que se come a todos cada vez que aparece en pantalla. Es la diferencia entre quien actúa y quien depende de su físico.

Volviendo a la trama, la primera mitad resulta muy amena: observaremos cómo Lobezno y Dientes de Sable entran en contacto con el malvado Stryker, nos deleitaremos con las trepidantes secuencias de acción que nos brindará un grupo de mutantes al más puro estilo Delta Force y nos reiremos con los comentarios macarras que de vez en cuando sueltan los protagonistas.

En la segunda parte del metraje la historia trata de conciliar esta película con X-Men y lo cierto es que lo consigue. Aquí, evidentemente, el relato se centra en Lobezno, explotando a Hugh Jackman en todo tipo de peleas con un montón de efectos especiales bastante logrados, contextualizados con una fotografía más que notable.

Quizá lo peor es el giro sorpresa que Benioff nos tiene preparado al final, el cual para mí sobraba en una película de acción como ésta (me ha gustado mucho más el pequeño detalle con los fieles seguidores de 24 que estén viendo la séptima temporada que el giro en cuestión). Pero aún así, este filme cumple las expectativas en el sentido de que ofrece lo que uno esperaba de él, cosa que es de agradecer en una industria cinematográfica actual cuyos trailers superan demasiadas veces a las propias películas.