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jueves, 19 de enero de 2012

Crítica de cine: Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres, de David Fincher


Valoración: Notable

Versión americana de la novela de Stieg Larsson "Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres", dirigida por David Fincher y protagonizada por Daniel Craig y Rooney Mara.

Podéis leer la crítica pinchando aquí


Llevo unos días de cachondeo con todos aquellos que van de liberales, sobre todo con sus opiniones de cine, pero que se vuelven dictadores cuando deben respetar las opiniones de los demás. Bueno, ellos pierden los papeles y yo me río. Algún día se darán cuenta del ridículo que hacen e incluso puede que hasta se disculpen.

Así que, siguiendo con el cachondeo (que en esta vida, como dice un amigo mío, es mejor reír que tener dinero) vamos con la enésima referencia a esa mediocridad titulada Drive. ¿Sabéis cual es la diferencia entre buen cine y mal cine? Buen cine es el que hace David Fincher y mal cine es todo aquello que se mueva en una línea similar a Drive.

Bueno, una vez puestos en su sitio todos aquellos anti-liberales (lo siento chicos, es lo que sois) he de decir que la semana pasada salí maravillado de este peliculón llamado "Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres".

Es curioso cómo, en una película muy larga (más de dos horas y media) en la que ya sabes lo que va a pasar (la película anterior data de 2009), uno de los aspectos más destacables sea la recreación del suspense. ¿Cómo va a intrigar algo si ya conoces su final? Sí, es una buena pregunta. La respuesta es simple: un director con talento.

En esta ocasión mi opinión va en consonancia con la mayoría (aunque no os habituéis a ello). La película te va absorbiendo, te atrapa en su trama. La atmósfera es fantástica, oscura, fétida, criminal pero con lujos y detalles. ¿Cómo es eso posible? La respuesta sigue siendo la misma: Fincher es Fincher.

Los actores también perfectos. Daniel Craig otorga a su personaje un carisma que en la anterior película no sabíamos que tenía. Y Rooney Mara simplemente está perfecta (mucho mejor que Noomi Rapace hace tres años).

Tenía ganas de volver a ver a Fincher en una de crímenes y misterio. La última fue Zodiac, la cual me pareció una maravilla. Y en esta ocasión lo ha vuelto a bordar.

En los Globos de Oro, Millennium no se ha llevado nada. Tenía dos nominaciones, a mejor actriz dramática y a banda sonora, pero nada más. Al menos Fincher vio reconocido su trabajo en estos premios, el año pasado, con la magnífica La red social, aunque dudo mucho que en los Oscar vayan a reconocer su magnífico trabajo, al menos a corto plazo.

No me extenderé con detalles técnicos (para eso tenéis la crítica elaborada por mí mismo en el primer enlace) simplemente diré que, si os gusta el buen cine, disfrutaréis viéndola. Y si no os gustan las películas de verdad, bueno, siempre tendréis Drive :o))))

Ficha técnica de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres:

A Sony Pictures Entertainment release of a Columbia Pictures and MGM presentation of a Scott Rudin/Yellow Bird production.
 
Produced by Scott Rudin, Ole Sondberg, Soren Staermose, Cean Chaffin.
 
Executive producers, Zaillian, Mikael Wallen, Anni Faurbye Fernandez.
 
Co-producers, Berna Levin, Eli Bush.
 
Directed by David Fincher.
 
Screenplay, Steven Zaillian, based on the book by Stieg Larsson, originally published by Norstedts.
 
Mikael Blomkvist - Daniel Craig
Lisbeth Salander - Rooney Mara
Henrik Vanger - Christopher Plummer
Martin Vanger - Stellan Skarsgard
Frode - Steven Berkoff
Erika Berger - Robin Wright
Bjurman - Yorick van Wageningen
Anita Vanger - Joely Richardson
Cecilia - Geraldine James
Armansky - Goran Visnjic
Det. Morell - Donald Sumpter
Wennerstrom - Ulf Friberg

viernes, 18 de diciembre de 2009

Algo pasa en Hollywood


Valoración: Interesante

El realizador de películas tan insignes como El mejor, Sleepers o Rain Man, Barry Levinson, dirige esta comedia con intenciones satíricas sobre los entresijos del mundo de Hollywood, basada en las vivencias de Art Linson, productor de films como Heat o El club de la lucha.

Hablaba de las intenciones. Sí, ciertamente hay más comedia que sátira, lo que quizá decepcione a aquellos que esperaban un relato ácido y mordaz. Pero es que el guión es algo pobre, ya que sólo llega a profundizar en el papel del protagonista, un buen Robert de Niro, que parece recuperarse tras participaciones muy por debajo de sus posibilidades como El escondite o El enviado.

El argumento es un clásico: cine sobre cine, aunque queda bastante por debajo de la espléndida El crepúsculo de los dioses, posiblemente el mejor largometraje basado en dicha premisa. De ahí que su salvación provenga del magnífico reparto coral contratado, exceptuando la inexpresiva Kristen Stewart de Crepúsculo, por supuesto. Al ya mencionado de Niro se unen nombres de la talla de Sean Penn, Robin Wright Penn, Catherine Keener, John Turturro... Y dejo al mejor para el final: un divertidísimo Bruce Willis que se ríe de sí mismo en un rol autoparódico, interpretando con muchísima gracia a una estrella de cine con un ego más grande que el edificio Nakatomi Plaza, que está a punto de cargarse toda una producción simplemente porque no quiere afeitarse. Por lo visto la anécdota está basada en algún problema con Alec Baldwin surgido en el rodaje real de El desafío, película producida, curiosamente, por Art Linson.

A pesar de que el relato, indefectiblemente, deja una sensación final de lo que pudo ser y no fue, hay que reconocer que entre el dinámico montaje, el estresante ritmo narrativo y ese fenómeno llamado Bruce Willis, Algo pasa en Hollywood es una película bastante amena y entretenida, considerada film menor teniendo en cuenta el curriculum de Levinson, pero más que aceptable para pasar un buen rato.

viernes, 29 de mayo de 2009

El protegido

Valoración: Excelente

M. Night Shyamalan dirigió en el año 2000 la mejor película que jamás se haya hecho basada en el mundo del cómic, El protegido, filme incomprendido donde los haya que con el paso del tiempo parece que va ganando adeptos, hasta el punto de llegar al reconocimiento de clásico.

De ritmo lento, el argumento es muy diferente a lo que hoy en día se intuye sobre las películas de superhéroes. Shyamalan, muy al contrario de los esquemas dictados por Marvel o DC, trata de acercar este mundo a la realidad, alejándose por completo de proyectos similares absolutamente contaminados por la cultura del video-clip. Para ello utiliza un lenguaje muy próximo a la vida cotidiana, como los conflictos familiares o los problemas de identidad del protagonista, un inconmensurable Bruce Willis que volvió a dejar atónitos a todos aquellos que no creían en su capacidad interpretativa. Y es que, si el protagonista de La jungla de cristal tiene una gracia sin igual a la hora despachar a terroristas a diestro y siniestro, mientras suelta la chulería de turno en sus películas de acción, aquí, cuando se pone el chubasquero, impresiona mucho más que cualquier personaje ataviado con traje de licra y capa, moviéndose en la línea de realidad ya comentada, pues nada impacta más que las cosas que sentimos cercanas y posibles.

Con respecto al resto del reparto, la calidez y humanidad de los personajes interpretados por la estupenda Robin Wright Penn y Spencer Treat Clark (esposa e hijo del protagonista) contrastan con la oscura y fría personalidad de Samuel L. Jackson, que encarna a la perfección a un solitario y enfermizo coleccionista de comics que encierra una terrible verdad.

Con su estilo particular, Shyamalan dosifica la información para que, poco a poco, vaya calando en el espectador. Destilando talento en cada toma, el director intercala precisos planos secuenciales con ángulos muy difíciles de conseguir, demostrando un dominio de la puesta en escena impagable. Perfectamente ambientada y plagada de simbología en continuo homenaje a los comics, la trama va en aumento, creando un inquietante clima que aumenta paulatinamente el interés por saber cómo terminará todo, culminado por una espectacular última media hora en la que todas las piezas encajan a la perfección.

Si por algo destaca esta producción es por su elegancia y sobriedad: un impecable despliegue visual y sonoro (la banda sonora de James Newton Howard está utilizada con suma inteligencia) con cierto aire de melancolía (a lo que contribuye la fotografía de Eduardo Serra) y aterradora atmósfera, que mantiene sabiamente el suspense hasta llegar al clímax final, con una de esas revelaciones que deja al espectador clavado en el asiento.

Corren rumores de una segunda parte, no en vano, El protegido fue concebido como una trilogía. Ojalá sea cierto y Shyamalan vuelva por la senda de sus éxitos. En El sexto sentido, El protegido y Señales demostró ser un cineasta genial. En El bosque, La joven del agua y El incidente, el genio pareció apagarse. Esperemos que vuelva a salir de la lámpara.

domingo, 19 de abril de 2009

La sombra del poder

Valoración: Notable

El director de la magnífica El último rey de Escocia, Kevin Macdonald (escocés, por cierto) realiza esta magnífica adaptación al cine de la miniserie homónima de la BBC, centrada en el poder, la corrupción y el periodismo. McDonald demuestra un buen dominio de cámara con planos secuenciales y hermosas tomas aéreas, que aseguran una buena factura visual de la película. Pero esto no es lo mejor de esta imponente producción.

De entrada observamos un metraje largo, pero hay que tener en cuenta que había que condensar seis capítulos de un relato político con muchísimas implicaciones. Sin embargo, la habilidad de los guionistas para contar una trama absorbente, sabiendo cómo dosificar el volumen de información para no resultar confusa, además del empleo de un frenético ritmo narrativo (con un estilo similar en algunos aspectos a Zodiac) y el impecable montaje final de Justine Wright, confieren a la obra el dinamismo suficiente como para que nadie se aburra con su visionado.

Además el filme cuenta con personajes perfectamente definidos y muy bien interpretados, incluso por parte de Ben Affleck, que si bien nunca está a la altura de Russell Crowe, mejora bastante las mediocres interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados. Crowe está perfecto en su rol de periodista de la vieja escuela, alguien que todavía cree que su denostada profesión es algo más que los índices de ventas, mostrándose continuamente en pos de la verdad. Completan el reparto la atractiva Rachel McAdams (Vuelo nocturno), el cómico Jason Bateman (logrará que esbocemos más de una sonrisa con un papel a mitad de camino entre las relaciones públicas y la juerga desenfrenada) y tres veteranos que no necesitan presentación: Hellen Mirren, Jeff Daniels y Robin Wright Penn.

En definitiva, una película absolutamente recomendable que todavía nos hace recuperar la fe a quienes creemos que en el siglo XXI todavía se puede hacer buen cine.