jueves, 22 de julio de 2010

Toy Story 2


Valoración: Muy buena

El padrino II, Aliens, Terminator 2, Indiana Jones en el templo maldito, Shrek 2, El imperio contraataca... ¿Qué tienen en común estás películas con Toy Story 2? Todas ellas destrozan el mito de "segundas partes nunca fueron buenas".

Parecía claro que, tras el exitazo de Toy Story, habría secuela. Ésta llegó cuatro años después y, posiblemente, logró algo muy complicado: superar a la original. Como la presentación de los personajes ya se había llevado a cabo en la primera parte, John Lasseter, que repitió como director en esta secuela, tuvo la oportunidad de profundizar más tanto en sus particularidades como en una nueva historia.

Lo primero que se agradece es que no haya sensación del tipo "ya visto". El relato es nuevo: ya no hay envidia entre los juguetes, sino amistad. Y en virtud de ella, nuestros entrañables personajes vivirán una serie de peripecias y peligros, que deberán sortear utilizando todo su ingenio.

El trepidante inicio recuerda a los comienzos de las películas de Indiana Jones o 007: una aventura dentro de otra aventura. Y la cosa no decae, ya que el guión nos depara todo tipo de sorpresas, desde divertidos homenajes a Star Wars, Godzilla o Parque Jurásico hasta el enfrentamiento a diferentes enemigos, tanto de carne y hueso como propios juguetes, pasando por todo tipo de secuencias de acción de excepcional factura técnica, demostrando lo que había avanzado la tecnología en los cuatro años que separaron las dos primeras películas de la saga (veremos qué inventan ahora, once años después y en 3D).

Nuevamente el relato depara momentos para la reflexión, como amor, amistad, valentía, nostalgia, miedo... El mérito estriba en que el libreto los ofrece con tal habilidad, que calarán entre público de todas las edades, lo cual no es tarea sencilla.

En resumen, John Lasseter consiguió continuar en la línea de lo ofrecido en la primera Toy Story: divertir y, a la vez, hacer pensar sobre cosas importantes a todo aquel que la vio, demostrando que con el esfuerzo adecuado, una secuela puede contar con tanta calidad o más que su predecesora. Por mi parte, merece un aplauso.

Un último apunte por si alguien todavía no la ha visto o simplemente ya no se acuerda: no paréis vuestro reproductor de DVD en cuanto salgan los títulos de crédito porque, como si de una película de Jackie Chan se tratara, se ofrecen varias escenas del tipo "tomas falsas" absolutamente desternillantes.

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