jueves, 19 de agosto de 2010

La proposición


Valoración: Interesante

La proposición
supuso, en 2009, el retorno a lo más alto de la taquilla para Sandra Bullock, ya que recaudó, en su primer fin de semana en Estados Unidos, más de 34 millones de dólares, sitúandose como número uno en su primera semana, aventajando en unos catorce millones a Año uno, comedia que se estrenaba a la vez.

Fue el tercer film en el que la directora Anne Fletcher trataba asuntos de boda (previamente dirigió 27 vestidos y fue adjunta a la producción en Planes de boda de Adam Shankman). En él, tenemos la típica comedia romántica que cumple algunos de los esquemas típicos del género, en la que dos personajes que, de entrada, parece imposible que puedan sentir algo el uno por el otro, tras un desarrollo tipo screwball comedy (o comedia romántica alocada) comienzan a mirarse de distinta manera.

El guión del debutante Pete Chiarelli narra dicho desarrollo con reminiscencias a aquella película de Peter Weir titulada French Kiss (Matrimonio de conveniencia), ya que la protagonista deberá pedir a uno de sus empleados que contraiga matrimonio con ella, pues es canadiense y está a punto de ser deportada. El problema es que se trata de una odiosa jefa y dicho empleado (para más señas su secretario, lo que evoca en cierta manera al film de Mitchell Leisen, Ella y su secretario) de entrada, no está muy por la labor.

La jefa en cuestión es una divertidísima Sandra Bullock, quien coge rápidamente el aire a su papel. El secretario es Ryan Reynolds (el afortunado marido en la vida real de Scarlett Johansson) y hay que decir que, a pesar de la diferencia de edad (doce años) la química entre ellos es suficiente como para salvar el film.

Además del buen hacer de los dos protagonistas, nos reiremos con situaciones bastante cómicas debidas al engaño de ambos, hacia la familia de él, ya que deben hacer creer a todo el mundo que es un matrimonio convencional.

Bien secundados por actores como Mary Steenburgen (Regreso al futuro III, Philadelphia), Craig T. Nelson (La joya de la familia, The Skulls: sociedad secreta) o Betty White (la abuela más loca de las chicas de oro), estamos ante una película que si bien no aporta nada nuevo, tampoco engaña a nadie, ya que ofrece lo que se espera: pasar un rato divertido. No está mal.

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