Valoración:
Nueva adaptación de la novela de Gordon Williams que dio origen al polémico filme de Sam Peckinpah, dirigida por Rod Lurie y protagonizada por James Marsden, Kate Bosworth, James Woods y Alexander Skarsgård.
Podéis leer la crítica pinchando aquí
Hace unos años, viendo una noticia en la televisión, mis entonces compañeros de piso y yo nos partíamos literalmente de risa al escuchar que los guionistas de Hollywood se declaraban en huelga (de hecho las únicas huelgas de este tipo que me he tomado en serio han sido la de actores de doblaje y la de los guionistas de 24).
Tras las risas, alguien comentó: "¿pero no llevan ya años en huelga?". Años después, viendo que los remakes siguen inundando Hollywood, pienso que la huelga continúa. ¿De verdad hacía falta otra versión del libro The Siege of Trencher's Farm, de Gordon M. Williams, máxime cuando ya existe una gran película al respecto?
Para empezar, el filme que acaba de estrenar Rod Lurie (algunos se acordarán del "rollazo" Candidata al poder o de la correcta La última fortaleza) no es otra adaptación del libro, sino un remake de la película original. Cualquiera que haya leído la novela sabrá que únicamente hay violencia. La parte del sexo la introdujo Peckinpah, de tal manera que convirtió su filme de 1971 en una película transgresora, incorrecta, relevante... En pocas palabras: inolvidable.
¿Por qué el remake? Porque no hay ideas. Para paliar esta falta de imaginación (para mí que la mayoría de escritores con talento trabajan en televisión, pero bueno, eso ya es otra cuestión a analizar) existen varias fórmulas. Una es el remake, bien de una película, bien de una producción televisiva, como la infame No tengas miedo a la oscuridad (sí, también me la he tragado y hablaré sobre ella en unos días).
Otra es adaptar algún libro de éxito, como ha sucedido estos últimos años con Crepúsculo y Harry Potter. También está de moda que algún director europeo desconocido haga una película de acción que no sea de acción (otra "joyita", Drive, la cual analizaré entre hoy y mañana).
La pregunta es: ¿por qué no se limitan a hacer su trabajo? Es decir, idear una historia con una trama interesante, personajes definidos, actores que hayan trabajado sus papeles... No sé, hacer cine, que para eso pagamos una entrada.
Una buena película puede gustar aunque el tema tratado, en principio, no sea de interés propio. Me sucedió el año pasado con La red social. No soy ningún loco del facebook. Lo utilizo para ciertas cosas, pero no me paso el día contando en internet si me he lavado los dientes, si he salido a dar una vuelta, si me he echado la siesta... Así que, en principio, el filme en cuestión no despertaba en mí ninguna curiosidad. Entonces, ¿por qué fui a verla? ¿Por qué cuando salí del cine dije que para mí había sido la mejor película del año? Y eso que estaba Origen (ya sabéis cuánto me gusta la buena ciencia ficción).
La respuesta es simple: David Fincher en la dirección, Aaron Sorkin en el guión. Es decir, juntamos a un director y un guionista con talento para dar y tomar, les damos medios para hacer una película y ¡Voilá! No es tan difícil.
A todo esto, ¿de qué estábamos hablando? Ah, sí, de Perros de paja, ¿veis como es una película olvidable? Bien, ¿recomendable o no? La primera vez que la vi pensé que no, que quien sienta curiosidad puede esperar a verla de alquiler o en la tele. Sin embargo, con el final de año que llevo (Immortals, Drive, No tengas miedo a la oscuridad...) la verdad es que no queda tan mal.
Pero claro, si habéis visto la original de Sam Peckinpah, la cosa cambia, porque Dustin Hoffman no es un X-Men (James Marsden), Kate Bosworth está tan buena como Susan George pero una es actriz (George) y la otra no y, como colofón final, si la de 1971 fue tan polémica que llegó a recibir censura (en la secuencia de la violación), la de ahora es políticamente correcta hasta el extremo. Así que, vosotros mismos.
Otra es adaptar algún libro de éxito, como ha sucedido estos últimos años con Crepúsculo y Harry Potter. También está de moda que algún director europeo desconocido haga una película de acción que no sea de acción (otra "joyita", Drive, la cual analizaré entre hoy y mañana).
La pregunta es: ¿por qué no se limitan a hacer su trabajo? Es decir, idear una historia con una trama interesante, personajes definidos, actores que hayan trabajado sus papeles... No sé, hacer cine, que para eso pagamos una entrada.
Una buena película puede gustar aunque el tema tratado, en principio, no sea de interés propio. Me sucedió el año pasado con La red social. No soy ningún loco del facebook. Lo utilizo para ciertas cosas, pero no me paso el día contando en internet si me he lavado los dientes, si he salido a dar una vuelta, si me he echado la siesta... Así que, en principio, el filme en cuestión no despertaba en mí ninguna curiosidad. Entonces, ¿por qué fui a verla? ¿Por qué cuando salí del cine dije que para mí había sido la mejor película del año? Y eso que estaba Origen (ya sabéis cuánto me gusta la buena ciencia ficción).
La respuesta es simple: David Fincher en la dirección, Aaron Sorkin en el guión. Es decir, juntamos a un director y un guionista con talento para dar y tomar, les damos medios para hacer una película y ¡Voilá! No es tan difícil.
A todo esto, ¿de qué estábamos hablando? Ah, sí, de Perros de paja, ¿veis como es una película olvidable? Bien, ¿recomendable o no? La primera vez que la vi pensé que no, que quien sienta curiosidad puede esperar a verla de alquiler o en la tele. Sin embargo, con el final de año que llevo (Immortals, Drive, No tengas miedo a la oscuridad...) la verdad es que no queda tan mal.
Pero claro, si habéis visto la original de Sam Peckinpah, la cosa cambia, porque Dustin Hoffman no es un X-Men (James Marsden), Kate Bosworth está tan buena como Susan George pero una es actriz (George) y la otra no y, como colofón final, si la de 1971 fue tan polémica que llegó a recibir censura (en la secuencia de la violación), la de ahora es políticamente correcta hasta el extremo. Así que, vosotros mismos.
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