El mediocre realizador John Moore ("Tras la línea enemiga", "El vuelo del Fénix") ha sido el encargado de llevar a la ficción cinematográfica a "Max Payne", un excelente videojuego que ha marcado época. No era muy complicado crear una buena película aprovechando todo lo que ofrecía el juego en cuestión (de hecho con seguir el guión del mismo hubiera bastado) pero la poca calidad tras las cámaras unida al guionista novato Beau Thorne, íntimo amigo de una calamidad como el tejano Bryan Bertino ("Los extraños") han supuesto una pérdida de oportunidad importante ante las grandes posibilidades que ofrecía el relato de "Max Payne".
Para continuar con la sucesión de descalabros, el director de casting debe de ser otro "genio", pues no se le ha ocurrido otra cosa que colocar como protagonista a Mark "rigidez facial" Wahlberg, lo que ha terminado de minar el carisma del personaje. Max Payne es un antihéroe, alguien que lo ha perdido todo y que sólo vive por venganza, por lo que las normas no funcionan para él. Si Bruce Willis tuviera quince años menos, es un rol que le habría venido como anillo al dedo, pero se han decantado por el ex-Back Street Boy y así les ha ido. Por lo visto en la academia de interpretación a Wahlberg le enseñaron que fruncir el ceño y ponerse chulo es lo mismo, de tal manera que cada día recuerda más a otro de los máximos exponentes de la sección del museo de cera de Hollywood: Steven Seagal. De hecho, el único actor de todo el elenco que realmente aporta algo a la película es Amaury Nolasco (el famoso Sucre de "Prison Break") lo cual no es demasiado halagüeño.
No todo es malo en "Max Payne". Hay que reconocer que su fabulosa ambientación logra que quienes hemos jugado a dicho videojuego comencemos a ver la película con muchas ganas. La estética es sublime, pero no sólo de decorados vive el cine.
Y en cuanto a la acción, ésta prácticamente no existe, lo cual es un insulto pues debería haber tenido una carga importante dadas las características de la historia original. Hay dos tiroteos en todo el metraje y uno de ellos es patético, pues tratan de introducir con calzador una escena en la que poder utilizar el famoso recurso que "Matrix" puso de moda, el "Bullet time", simplemente porque es una de las opciones del juego.
En resumidas cuentas, esta bochornosa película nos lleva a una contradicción: Es visualmente impecable; lástima que no se deje ver.
Para continuar con la sucesión de descalabros, el director de casting debe de ser otro "genio", pues no se le ha ocurrido otra cosa que colocar como protagonista a Mark "rigidez facial" Wahlberg, lo que ha terminado de minar el carisma del personaje. Max Payne es un antihéroe, alguien que lo ha perdido todo y que sólo vive por venganza, por lo que las normas no funcionan para él. Si Bruce Willis tuviera quince años menos, es un rol que le habría venido como anillo al dedo, pero se han decantado por el ex-Back Street Boy y así les ha ido. Por lo visto en la academia de interpretación a Wahlberg le enseñaron que fruncir el ceño y ponerse chulo es lo mismo, de tal manera que cada día recuerda más a otro de los máximos exponentes de la sección del museo de cera de Hollywood: Steven Seagal. De hecho, el único actor de todo el elenco que realmente aporta algo a la película es Amaury Nolasco (el famoso Sucre de "Prison Break") lo cual no es demasiado halagüeño.
No todo es malo en "Max Payne". Hay que reconocer que su fabulosa ambientación logra que quienes hemos jugado a dicho videojuego comencemos a ver la película con muchas ganas. La estética es sublime, pero no sólo de decorados vive el cine.
Y en cuanto a la acción, ésta prácticamente no existe, lo cual es un insulto pues debería haber tenido una carga importante dadas las características de la historia original. Hay dos tiroteos en todo el metraje y uno de ellos es patético, pues tratan de introducir con calzador una escena en la que poder utilizar el famoso recurso que "Matrix" puso de moda, el "Bullet time", simplemente porque es una de las opciones del juego.
En resumidas cuentas, esta bochornosa película nos lleva a una contradicción: Es visualmente impecable; lástima que no se deje ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario