El realizador de la brillante "El exorcismo de Emily Rose", Scott Derrickson, nos ofrece este remake de la película homónima que en 1951 dirigió Robert Wise (West Side Story). Podríamos decir que se trata de un film de ciencia ficción de carácter menor, basado más en la idea de la película original que en un argumento propio, lo que redunda en un producto que, inequívocamente, pierde muchas oportunidades en lo que a las posibilidades de su guión se refiere.
La película se basa en un fuerte contenido ecológico, culminado por una llamada a la esperanza: ¿podrá el amor salvar a la raza humana? Pero poco más podemos decir en su favor ya que si bien visualmente es correcta, ni sus interpretaciones ni sus efectos ni su suspense alcanzan las cotas deseadas.
El protagonista, Keanu Reeves, desempeña un papel que le viene como anillo al dedo, pues se trata de un personaje que debe mantener una pose impertérrita en lugar de interpretar. Y hay que reconocer que esto lo hace incluso mejor que uno de los peores actores de la actualidad: Javier Bardem.
Sobre el resto del elenco poco hay que decir, ya que el guión no cuida suficientemente los distintos caracteres como para crear situaciones ineresantes entre ellos, de forma que ni la magnífica Jennifer Connelly puede hacer gran cosa a tal efecto. Así que me limitaré a algo a lo que os tengo habituados: las referencias televisivas. Y es que el reparto cuenta con Roger R. Cross (24) Kyle Chandler (Edición anterior), James Hong (uno de esos malvados chinos de "El equipo A") y Robert Knepper (el temible T-Bag de "Prison Break").
Poco más hay que contar sobre "Ultimátum a la Tierra", excepto que sirve como entretenimiento para que los hombres de bien (aquellos que no toleramos las injusticias) olvidemos por un par de horas la infamia en la que está sumida la Federación de Fútbol Española, que el sábado volvió a cometer el enésimo atropello contra el Real Madrid en forma de robo escandaloso.
En definitiva: un film con buenas intenciones en un período de crisis moral y económica, que no se convertirá en película referencia del género.
La película se basa en un fuerte contenido ecológico, culminado por una llamada a la esperanza: ¿podrá el amor salvar a la raza humana? Pero poco más podemos decir en su favor ya que si bien visualmente es correcta, ni sus interpretaciones ni sus efectos ni su suspense alcanzan las cotas deseadas.
El protagonista, Keanu Reeves, desempeña un papel que le viene como anillo al dedo, pues se trata de un personaje que debe mantener una pose impertérrita en lugar de interpretar. Y hay que reconocer que esto lo hace incluso mejor que uno de los peores actores de la actualidad: Javier Bardem.
Sobre el resto del elenco poco hay que decir, ya que el guión no cuida suficientemente los distintos caracteres como para crear situaciones ineresantes entre ellos, de forma que ni la magnífica Jennifer Connelly puede hacer gran cosa a tal efecto. Así que me limitaré a algo a lo que os tengo habituados: las referencias televisivas. Y es que el reparto cuenta con Roger R. Cross (24) Kyle Chandler (Edición anterior), James Hong (uno de esos malvados chinos de "El equipo A") y Robert Knepper (el temible T-Bag de "Prison Break").
Poco más hay que contar sobre "Ultimátum a la Tierra", excepto que sirve como entretenimiento para que los hombres de bien (aquellos que no toleramos las injusticias) olvidemos por un par de horas la infamia en la que está sumida la Federación de Fútbol Española, que el sábado volvió a cometer el enésimo atropello contra el Real Madrid en forma de robo escandaloso.
En definitiva: un film con buenas intenciones en un período de crisis moral y económica, que no se convertirá en película referencia del género.
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