Mostrando entradas con la etiqueta Tyrese Gibson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tyrese Gibson. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de julio de 2011

Transformers 3: El lado oscuro de la luna




Valoración:Pasable

Para leer la crítica completa de Transformers 3, pinchad aquí

El pasado miércoles fui a ver Transformers: La cara oculta de la luna (AKA Transformers 3, AKA Transformers: Dark of the Moon) y traté de hacerlo con la mente abierta, intentando olvidar la tortura mental que para mí supuso Transformers 2. Y he de decir que, para mi sorpresa, me gustó más que la segunda parte aunque, todo sea dicho, el tramo final (de unos tres cuartos de hora, nada más y nada menos) fue el mismo pim-pam-pum sin sentido que supuso el metraje completo del capítulo intermedio de la saga.

Quizá me excedo con el cinco. Puede que sean las circunstancias: uno termina un duro día de trabajo, quiere desconectar, ve una de acción (que no llega ni de lejos a las grandes películas de este género en los 80 y 90, pero que durante aproximadamente hora y media tiene un pase), descubre a la espectacular modelo Rosie Huntington-Whiteley (con la que no eché de menos en ningún momento a Megan Fox), advierte que Shia LaBeouf cada vez es mejor actor, se ríe con ciertos gags y bueno, si la peli es pasable, eso significa que se gana el aprobado por los pelos. Menos es nada, ¿verdad?

Eso sí, al terminar el visionado de la película uno se pregunta ciertas cosas, como ¿qué piensa Michael Bay de la vida? (de la vida cinematográfica, se entiende). Es que cada vez recuerdo más La Roca y compruebo que sus nuevas películas, cada vez se asemejan menos. Aquélla por lo menos tenía argumento y buenos momentos de suspense. Ahora parece que todo queda supeditado a unos increíbles efectos especiales (eso hay que reconocerlo) y nada más.

Aún así, no es oro todo lo que reluce, como demuestra el siguiente vídeo de youtube:


Si alguien osa decir que su película es la mejor en tres dimensiones desde Avatar, ¿cómo es posible que recicle imágenes de una película producida seis años atrás, filmada sin tecnología 3D? Cuidado, señor Bay, alguien podría acusarle de fraude.


Shia LaBeouf, Rosie Huntington-Whiteley, John Malkovich, Josh Duhamel, Patrick Dempsey, John Turturro, Frances McDormand, Ken Jeong, Peter Cullen, Tyrese Gibson

sábado, 29 de mayo de 2010

Legión


Valoración: Muy mala

¿Conocéis una serie de televisión titulada Sobrenatural? Versa sobre dos hermanos que, moviéndose al margen de la ley, hacen frente al mal en todos sus estados. En la cuarta temporada comienzan a aparecer ángeles y se disputa una guerra entre éstos y un grupo de demonios, con los Winchester (los hermanos en cuestión) en el centro del meollo. Pues bien: cualquier capítulo de la citada temporada es muchísimo mejor que este bodrio lamentable llamado Legión, ópera prima de Scott Stewart, responsable de los efectos visuales de películas tan espectaculares como La jungla 4.0, Iron Man o la mítica Blade Runner. Curiosamente este film descuida bastante el apartado técnico, con una puesta en escena similar a la serie B y secuencias de acción con tantos planos por segundo, que aburren y marean más que otra cosa.

Legión es una película que no hay por donde cogerla (no me extraña que haya tardado más de la cuenta en emitirse en nuestro país). De entrada el argumento es, más o menos, el siguiente: Dios está harto de la humanidad y envía a una legión de ángeles para borrar al hombre de la faz de la tierra. Y digo más o menos porque ángeles, como tales, sólo envía a uno: el grandote Kevin Durand que últimamente aparece como secundario en todos los sitios (Perdidos, El tren de las 3:10, Lobezno, Robin Hood...).

El guión es una colección de clichés mal montados. Para empezar, todo recuerda de un modo sospechoso a otra serie de televisión titulada Ángeles y Demonios (nada que ver con el sobrevalorado Dan Brown). Después tenemos un inicio a lo Acorralado (hasta hay diálogos haciendo referencia a Rambo, por si no nos enterásemos debido al sopor que destila todo el relato). Parte del desarrollo parece una mala adaptación de Terminator, ciertos efectos son semejantes a La momia, algunos intentos de golpe de humor son tristes parodias de Terroríficamente muertos, aparecen personas poseídas gateando como en El exorcista y parte del final evoca, de alguna manera, a Aliens, aunque no precisamente a la maestría de su director, James Cameron.

Unimos la total ausencia de ritmo, los bochornosamente poco inteligentes diálogos, la torpe y poco conseguida mezcla de géneros (acción, terror, western y apocalipsis) y el poco interés que desprende la repetitiva historia de un grupo heterogéneo de personas encerradas, tratando de sobrevivir (el 90% del metraje se desarrolla en una gasolinera en medio del desierto) y obtenemos el peor guión de 2010 hasta la fecha.

Pero si el libreto es horrible, el elenco de actores se mueve por los mismos derroteros. Por un lado tenemos a dos "distinguidos" miembros del club de la rigidez facial: Lucas Black (A todo gas 3, Locos en Alabama) y Tyrese Gibson (A todo gas 2, Death Race); por otro lado Dennis Quaid (El chip prodigioso, Un domingo cualquiera) encarna el prototipo de veterano venido a menos, desgraciadamente de moda en Hollywood, con capacidad únicamente para poner cara de mala uva. Y, desde luego, no podían faltar un par de atractivas jóvenes sin talento, como Adrianne Palicki (curiosamente apareció en cuatro episodios de Sobrenatural) y Willa Holland (O.C., Gossip girl) mucho más pendientes de lucir poses que de interpretar.

Pero ninguno es comparable al protagonista, un Paul Bettany cuya imagen, armado hasta los dientes, resulta patética. De hecho, con su currículum (Destino de caballero, El misterio de Wells, Wimbledon, Firewall, El código Da Vinci...) habría que poner una señal de alarma sobre su nombre, como aviso de peligro cada vez que aparezca en el reparto de una película.

Aunque hay que reconocer que al menos hay una actriz que se salva, en una más que honrosa interpretación de una mujer adinerada, cuyo personaje tiene una transición de inicial pija protestona a madre preocupada y aterrorizada. Hablamos de Kate Walsh, más conocida por los fanáticos de Anatomía de Grey o Sin cita previa como la doctora Addison Montgomery.

Así pues ni acción, ni entretenimiento, ni método, ni calidad, ni miedo, ni interés ni nada de nada, sólo un brutal aburrimiento que no llega a desesperar al no exceder los cien minutos. El que avisa no es traidor.

sábado, 4 de julio de 2009

Transformers 2: La venganza de los caídos

Valoración: Mala

En los últimos tres años, Steven Spielberg ha producido tres películas de ciencia ficción con tres cosas en común: el mismo protagonista (Shia LaBeouf), un guión lamentable y un uso absolutamente machista de las actrices, utilizadas como meras comparsas para la función de hacer más vistoso el filme. ¿Qué ha sido del derroche de imaginación que supuso Minority Report? ¿Qué hay de la gran calidad que atesoró Encuentros en la tercera fase, toda una referencia del género?

No puedo enfadarme con el genio que realizó Indiana Jones, Tiburón o E.T., pero precisamente eso es lo que más me molesta: que un cineasta de la altura de Spielberg permita que Michael Bay ponga las manos en uno de sus proyectos. A Bay se le acabó la chispa tras La Roca y Armageddon... Me refiero a la chispa que implica llevar a cabo una película medianamente buena, porque en lo que sí ha demostrado ser un auténtico filón es en culminar productos con beneficios megamillonarios. Así Spielberg puede volver a intentar que a Dreamworks le concedan varios Oscar por efectos especiales (estará resentido porque en la primera Transformers no se llevó nada) además de ganar dinerito contante y sonante, verdadero leit motiv del Hollywood actual.

¿Qué puedo contar de Transformers 2? Básicamente que los robots malos vuelven a la Tierra para intentar vapulear a los buenos mientras Megan Fox pasea por la gran pantalla su exhuberante físico, entrando en el "selecto" grupo que forman Jessica Alba y Kate Bosworth, a saber: no tenemos talento para la interpretación, pero estamos tan buenas que da igual.

Como en la primera parte el guión era muy flojito, en esta segunda han decidido prescindir de él. Así la factoría Dreamworks y Michael Bay pueden dedicarse por completo, los ¡¡¡15o minutos de metraje!!! en demostrarnos que son los mejores del mundo en el apartado técnico de una película. Los efectos son colosales, alucinantes, casi tan impresionantes como Megan Fox. Pero claro, dos horas y media de cine sin contar absolutamente nada pueden llegar a desesperar a cualquiera.

Así pues tenemos explosiones, giros rocambolescos de cámara, más explosiones, edificios arrasados, todavía más explosiones, vehículos volando, más explosiones aún y ninguna historia que contar. Teniendo en cuenta todo el dineral gastado en producir, realizar y montar toda esta cantidad de efectos, ¿no habría sido mejor reducir media hora en la duración final y, con ese dinero ahorrado, pagar a un buen guionista para que, al menos, el resultado final fuera el de una película entretenida?

Para mí Spielberg es un ídolo pero, sinceramente, cada día lo entiendo menos.

Transformers

Valoración: Pasable

Michael Bay (La roca, Armageddon, Pearl Harbor) dirigió en 2007 la adaptación cinematográfica de la famosa serie de dibujos animados de los 80 Transformers, que todos conocemos por la cantidad de juguetes que logró sacar a la venta.

Si Bay está al frente de un proyecto, ya sabemos qué esperar: Millones de dólares invertidos en los efectos especiales, ritmo frenético para que el espectador no pueda ni llegar a pestañear, abuso del travelling con cámara lenta sobre los protagonistas para enfatizar la importancia de algún momento de la historia, poses chulescas de dichos protagonistas, montontes de explosiones, coches volando por los aires y, sobre todo, muy poca exigencia en el guión.

Transformers sigue los arquetipos citados en el párrafo anterior. Una trama de ciencia ficción (no sé si por los robots o por el hecho de que alguien del físico de Megan Fox se fije en un perdedor como el personaje interpretado por Shia LaBeouf), en la que un adolescente se ve en medio de una conspiración alienígena por dominar la Tierra. Dicho así no suena del todo mal, sobre todo tras ver una primera hora de metraje plena de ritmo, tras la cual tuve la impresión de que me iba a encontrar al mejor Bay (al de La Roca). Pero mi gozo terminó en un pozo ya que, a partir de ahí, la película va cuesta abajo y sin frenos.

Muchos son los rostros conocidos en este filme. Para los amantes de las series, tenemos a Josh Duhamel (Las Vegas), Amaury Nolasco (Prison Break), Michael O'Neill (The Unit) o Glenn Morshower (el inolvidable agente Aaron Pierce de 24). Pero quienes confieren un poquito de calidad interpretativamente hablando, son dos secundarios de lujo: Jon Voight y John Turturro, sin duda lo mejor del filme en este apartado.

Así pues tenemos una película producida por Steven Spielberg (son tantas las referencias a E.T. y Los Gremlins que creo que no se le escapa a nadie) que vive por y para sus impresionantes efectos visuales y de sonido, llegando incluso a estar nominada al Oscar hasta en tres apartados técnicos, que puede resultar entretenida en algunos momentos, pero que nunca aguantaría un segundo visionado. No voy a descubrir a Spielberg como director, pero ¿cómo es posible que quien haya producido Cartas desde Iwo Jima, llegue a poner dinero para un filme que parece tener como objetivo competir con su gran amigo, George Lucas, en ver quién desarrolla los efectos más estridentes y aparatosos del mercado?