Valoración:
Continuando con la poca imaginación que asola Hollywood en general y el cine de terror en particular, llega a nuestras pantallas The Crazies, remake de una película homónima de 1973, rodada por el "zombífilo" George A. Romero, que también ejerce labores de productor ejecutivo en esta versión de 2010.
El encargado de filmar el actual proyecto ha sido Breck Eisner, que ya denotó su falta de ideas en Sahara. Eisner ha contado con más medios que Romero, pero no ha conseguido que el film supere el contexto de Serie B, el cual no tendría por qué ser malo si se cumpliesen algunos de sus cánones, como, por ejemplo, cierta gracia en los diálogos, situaciones irónicas o algún que otro susto bien conseguido. Desgraciadamente ninguna de las secuencias llegará a impactar al espectador, pues son tan convencionales que uno adivina, sin dificultad, lo que va a pasar.
Lo mejor de la película son los primeros minutos: en un apacible pueblecito norteamericano, algunos habitantes comienzan a volverse locos y asesinar a gente. Mientras dura ese momento tipo La invasión de los ultracuerpos, la película se ve con cierto interés. Después aparecen los soldados y la historia pierde todo tipo de aliciente. Creo que es la principal diferencia con el film original, cuyo guión se escribió desde el punto de vista de los altos mandos. La pena es que, al ser un remake, la sorpresa, como tal, no existe.
En cuanto a los actores, resulta curioso hablar sobre la pareja protagonista: a la bella Radha Mitchell (Descubriendo nunca jamás, El fuego de la venganza) la película le viene pequeña, mientras que a Timothy Olyphant (Deadwood, La jungla 4.0) le queda algo grande. Es la diferencia entre quien posee talento y quien no lo tiene. Del resto mencionar a Danielle Panabaker, a quien seguro que conocéis mejor por "la hija de Shark", que aparece en su segundo remake malo de terror (el otro fue el de Viernes 13 en 2009) y, ya que estamos con la televisión, el gran Aaron Pierce de 24 (Glenn Morshower) y uno de los hijos adoptivos de Dexter (Preston Bailey).
Como curiosidad final decir que, a pesar de que la presencia de George A. Romero está en todo el film, la cosa no va de zombis, sino de personas infectadas por un virus (aunque hay que reconocer que su comportamiento es similar).
En resumen, The Crazies es un film menor que adolece de puesta en escena (en ningún momento se logra a atmósfera adecuada que requiere el cine de terror) sin el ritmo narrativo idóneo (el montaje es un pequeño caos) y sin grandes interpretaciones, en el que únicamente se salva el inicio y algún que otro instante de cierta tensión. Aunque lo peor de todo es que ni asusta, ni provoca, ni transmite, algo imperdonable en este género, pero desgraciadamente más habitual de lo que uno quisiera.
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