Valoración:
En la propaganda de esta película se podía leer: "primer largometraje de acción real rodado en 3D de alta definición". Así que, como uno es curioso por naturaleza, me metí en el cine a ver si, al menos, pasaba un rato entretenido. Pero cuando una película tarda más de tres años en llegar a nuestra cartelera (fue estrenada en Cannes en mayo de 2007) es mejor no crearse demasiadas expectativas.
El film está englobado en el subgénero de terror de tipo slasher, es decir, asesino psicópata con predilección por los adolescentes y aunque tiene claras reminiscencias del cine de terror juvenil de los ochenta, más concretamente la serie Viernes 13, observamos claras influencias de Saw y Hostel: la primera por el juego macabro que el asesino lleva a cabo con sus víctimas, con quienes juega a una especie de ruleta rusa, además de los sacrificios a los que están dispuestos los diferentes personajes para salvar la vida y de Hostel el aspecto visual de las torturas, vísceras, sangre y demás elementos de mal gusto, tipo gore.
¿Quién ha realizado esta "joyita"? El director de The F Word y On_Line, Jed Weintrob, que trata de disimular su pésima puesta en escena y su escasa habilidad tras las cámaras con la tecnología en 3D, algo que, por cierto, no consigue, ya que el uso de las tres dimensiones no es precisamente bueno. Cada vez que una secuencia debe ser filmada con algún que otro movimiento rápido de cámara, el 3D casi se desmorona, lo que, teniendo en cuenta las promociones del film, es un sonoro fracaso.
Los fallos visuales podrían tolerarse si la historia ofreciera algo digno que contar, pero entre que los diálogos del libreto del inexperto Zack Ford parecen propios de un quinceañero y no de un profesional del cine, lo previsible del argumento (el supuesto giro final es tan patético como irrisorio y facilón), la incongruencia de varias partes de la trama, la total falta de imaginación, el pobre uso del flash-back para narrar la historia y la escasa o nula profundidad de la mayoría de los personajes, podemos afirmar de una manera categórica que Scar 3D es otra de esas películas que mancillan la memoria de clásicos del terror como Viernes 13 o Halloween.
Con referencias como ésta, no es de extrañar que nadie crea ya en el cine de terror adolescente. Scream de Wes Craven en los 90 y Saw de James Wan en la década de 2000, demostraron que con imaginación y talento todavía se pueden hacer buenas películas dentro del subgénero mencionado. Pero son tantas las calamidades tipo Scar (producciones tan fáciles y baratas que siempre recaudan beneficios) que me temo que tardaremos mucho tiempo en volver a obtener cierta satisfacción tras visionar un nuevo slasher.
El film está englobado en el subgénero de terror de tipo slasher, es decir, asesino psicópata con predilección por los adolescentes y aunque tiene claras reminiscencias del cine de terror juvenil de los ochenta, más concretamente la serie Viernes 13, observamos claras influencias de Saw y Hostel: la primera por el juego macabro que el asesino lleva a cabo con sus víctimas, con quienes juega a una especie de ruleta rusa, además de los sacrificios a los que están dispuestos los diferentes personajes para salvar la vida y de Hostel el aspecto visual de las torturas, vísceras, sangre y demás elementos de mal gusto, tipo gore.
¿Quién ha realizado esta "joyita"? El director de The F Word y On_Line, Jed Weintrob, que trata de disimular su pésima puesta en escena y su escasa habilidad tras las cámaras con la tecnología en 3D, algo que, por cierto, no consigue, ya que el uso de las tres dimensiones no es precisamente bueno. Cada vez que una secuencia debe ser filmada con algún que otro movimiento rápido de cámara, el 3D casi se desmorona, lo que, teniendo en cuenta las promociones del film, es un sonoro fracaso.
Los fallos visuales podrían tolerarse si la historia ofreciera algo digno que contar, pero entre que los diálogos del libreto del inexperto Zack Ford parecen propios de un quinceañero y no de un profesional del cine, lo previsible del argumento (el supuesto giro final es tan patético como irrisorio y facilón), la incongruencia de varias partes de la trama, la total falta de imaginación, el pobre uso del flash-back para narrar la historia y la escasa o nula profundidad de la mayoría de los personajes, podemos afirmar de una manera categórica que Scar 3D es otra de esas películas que mancillan la memoria de clásicos del terror como Viernes 13 o Halloween.
Con referencias como ésta, no es de extrañar que nadie crea ya en el cine de terror adolescente. Scream de Wes Craven en los 90 y Saw de James Wan en la década de 2000, demostraron que con imaginación y talento todavía se pueden hacer buenas películas dentro del subgénero mencionado. Pero son tantas las calamidades tipo Scar (producciones tan fáciles y baratas que siempre recaudan beneficios) que me temo que tardaremos mucho tiempo en volver a obtener cierta satisfacción tras visionar un nuevo slasher.
Un filme bastante convencional desde su argumento, una cinta que no aporta novedades al cine sobre asesinos psicópatas que se cargan a adolescentes.
ResponderEliminarNo obstante ello tiene partes bastantes sanguinarias propias de esta moda que se ha instalado en el cine de terror llamado “torture porn”, donde un bestial maniaco se las “ingenia” para torturar y matar a sus víctimas de manera poco ortodoxa.
O sea, que quede claro, la película tiene una línea argumental muy simple, ya que se quiere hacer hincapié más en el “arte” del tormento infligido a las víctimas. Y es allí donde el filme adquiere algo de atractivo, en su intención de impactar a la audiencia y así obtener la atención del público mediante escenas gore.
La historia nos presenta a una mujer treintañera (interpretada por Angela Bettis) que regresa a su pueblo natal para visitar a sus familiares. Allí se tendrá que enfrentar a un asesino serial similar del que pudo escapar tiempo atrás. Esta joven, la cual nunca pudo superar el trauma vivido en el pasado, irá enfrascándose en los casos de asesinatos que se vuelven a dar en la localidad, los cuales vuelven a poner en jaque a la seguridad de la población.
La historia se desarrolla en dos tiempos narrativos: los actuales que indican el presente del filme y el pasado desplegado mediante flashbacks que nos van dando conocimientos sobre los aterradores pormenores vividos por la protagonista, la cual pudo escapar de las manos del psicópata no sin llevarse algunas cicatrices y complejos de “souvenir”.
Desde lo técnico, nada para destacar. Es más, si hiciera un estricto juicio de valor debería decir que ni el 3D ni la deslucida fotografía logran dar un acabado visual digno para un producto lanzado en el 2007. Hasta pareciera ser una cinta sacada directamente al mercado del video hogareño por el poco esmero tanto en la faceta literaria como en la estética-visual.
Flojo lo de Angela Bettis, quien pareciera actuar sin ganas en esta cinta de terror. No supo darle dramatismo ni convicción a su personaje.
En fin, lo mejor es el sadismo desatado en todo lo referente al torture porn. Mientras que lo peor es la falta de inventiva desde el argumento y lo poco conseguida que está la factura técnica por ser un filme donde se publicita el 3D, y en donde las imágenes son prácticamente monocromáticas.
Le dpoy dos puntos más que mi amigo Edgar, un 4/10
Eres muy generoso, Beto, :o)
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