Para un amante del cine de terror, ver el estreno del remake de "Viernes 13" un viernes y trece, es todo un puntazo, por mucho que sea la enésima continuación de la mítica película que en 1980 aterrorizó a la juventud del momento.
Lo de esta saga es curioso: Jason es la principal estrella a pesar de que el asesino en la película original era la madre (conviene tener claro este hecho para que no nos suceda lo mismo que a Drew Barrymore en "Scream"). A lo largo de once películas hemos visto al señor Vorhees en tantas situaciones que la sorpresa resulta imposible. Se llegó a rizar el rizo en "Jason X", donde sembró el terror en el seno de una tripulación espacial o en "Freddy vs Jason", enfrentándose al temible Freddy Krueger. Sin embargo, ha sido en esta película cuando Jason se ha jugado el tipo de verdad, ya que hasta los nietos del último tramoyista que haya participado en el film van a terminar en libertad condicional, en cuanto "Shark" descubra que a este asesino en serie se le ha ocurrido ir tras su hija.
Pero no es la única presencia televisiva en esta película ya que el protagonista es Jared Padalecki, de forma que dada la temática del film, uno tiene la impresión de estar viendo un capítulo de "Sobrenatural" echando de menos, indefectiblemente, a su hermano en la ficción (Dean) sin el cual todo resulta mucho más soso. Por no hablar de Richard Burgi (el exmarido de Susan en "Mujeres desesperadas") quien tendrá un momento de respiro al cambiar a Jack Bauer (lo torturó de varias maneras en "24") por Jason.
La película no da mucho de sí: un grupo de adolescentes ávidos de sexo y drogas verán truncada su idílica estancia en una zona de acampada por culpa de nuestro archiconocido asesino, es decir, lo de siempre. El guión no provoca sustos (todos están ya demasiado vistos) y los efectos, en los que había cierta esperanza al contar con Michael Bay en la producción, no son nada del otro mundo. Y ya que mencionamos el paupérrimo guión, hemos de señalar que en el tramo final hay una importante reminiscencia a "La jungla de cristal", tan fuerte que posiblemente llegue a abochornar al gran John McTiernan (director de la misma).
La sensación final, sin embargo, no es del todo mala, algo que se debe en gran medida a las expectativas. Y es que al oír hablar de una nueva película de "Viernes 13", el espectador cree que se va a encontrar algo tan malo que, al final, rebaja en un grado importante sus exigencias.
En definitiva: un film absolutamente prescindible,sólo apto para los incondicionales del género.
Lo de esta saga es curioso: Jason es la principal estrella a pesar de que el asesino en la película original era la madre (conviene tener claro este hecho para que no nos suceda lo mismo que a Drew Barrymore en "Scream"). A lo largo de once películas hemos visto al señor Vorhees en tantas situaciones que la sorpresa resulta imposible. Se llegó a rizar el rizo en "Jason X", donde sembró el terror en el seno de una tripulación espacial o en "Freddy vs Jason", enfrentándose al temible Freddy Krueger. Sin embargo, ha sido en esta película cuando Jason se ha jugado el tipo de verdad, ya que hasta los nietos del último tramoyista que haya participado en el film van a terminar en libertad condicional, en cuanto "Shark" descubra que a este asesino en serie se le ha ocurrido ir tras su hija.
Pero no es la única presencia televisiva en esta película ya que el protagonista es Jared Padalecki, de forma que dada la temática del film, uno tiene la impresión de estar viendo un capítulo de "Sobrenatural" echando de menos, indefectiblemente, a su hermano en la ficción (Dean) sin el cual todo resulta mucho más soso. Por no hablar de Richard Burgi (el exmarido de Susan en "Mujeres desesperadas") quien tendrá un momento de respiro al cambiar a Jack Bauer (lo torturó de varias maneras en "24") por Jason.
La película no da mucho de sí: un grupo de adolescentes ávidos de sexo y drogas verán truncada su idílica estancia en una zona de acampada por culpa de nuestro archiconocido asesino, es decir, lo de siempre. El guión no provoca sustos (todos están ya demasiado vistos) y los efectos, en los que había cierta esperanza al contar con Michael Bay en la producción, no son nada del otro mundo. Y ya que mencionamos el paupérrimo guión, hemos de señalar que en el tramo final hay una importante reminiscencia a "La jungla de cristal", tan fuerte que posiblemente llegue a abochornar al gran John McTiernan (director de la misma).
La sensación final, sin embargo, no es del todo mala, algo que se debe en gran medida a las expectativas. Y es que al oír hablar de una nueva película de "Viernes 13", el espectador cree que se va a encontrar algo tan malo que, al final, rebaja en un grado importante sus exigencias.
En definitiva: un film absolutamente prescindible,sólo apto para los incondicionales del género.
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