jueves, 19 de marzo de 2009

Underworld

Valoración: Buena

El director de la espectacular Jungla de cristal 4.0, Len Wiseman, debutó en 2003 con Underworld, un buen film de acción basado en una guerra milenaria que enfrenta a dos seres muy conocidos en el género del terror: vampiros y hombres lobo.

Es imposible obviar la gran influencia que Blade ha tenido sobre este film, tanto en las secuencias de acción (balas de plata, espadas y armas futuristas) como en la estética y en ciertos aspectos del guión (el poder de la sangre y un elegido detrás del cual anda todo el mundo). Aunque también hemos de reconocer ciertas reminiscencias de Matrix en el apartado visual.

El libreto del también debutante Danny McBride nos cuenta una trama más que aceptable con un magnífico proceso narrativo, en el sentido de que se mantiene fiel a lo que ofrece, con un ritmo frenético y contínuo que no decae en ningún momento. La encarnizada lucha entre ambos clanes se verá dominada por las ansias de poder y las traiciones de algunos de sus miembros, en un relato que se va deshilvanando poco a poco para terminar contando una terrible verdad, oculta tras varios siglos de mentiras.

Los efectos especiales son dignos de una producción de estas características, con coreografías cuidadas al detalle, magnífico maquillaje y sensación en todo momento de superproducción. Además tenemos la guinda del pastel en la persona de Kate Beckinsale, posiblemente y con permiso de Catherine Deneuve, la vampiresa más atractiva que jamás haya aparecido en la gran pantalla. Su belleza en conjunción con una buena interpretación de un miembro de un ejército de vampiros vengadores, confieren a la historia gran empaque. De hecho, es lo mejor de toda la película.

Resulta curioso observar a algunos de sus compañeros de reparto, famosos en la actualidad por protagonizar series como Moonlight o Prison Break. Me refiero a Sophia Myles (¿os la imaginabais de vampiro tras verla tras Mick Saint John?) o Wentworth Miller (¿y al rapado Michael Soffield con un pelo tan rizado y horrible como el de Ronaldo?). Otro actor de series, Scott Speedman (Felicity) es, desgraciadamente, el protagonista masculino. Speedman se muestra incapaz de otorgar la suficiente profundidad a su personaje, desaprovechando por completo todo lo que éste le ofrece y convirtiéndose en el auténtico punto negro de toda la producción. Lástima de lesión (su hombro impidió que se dedicase a la natación profesional, lo que nos habría ahorrado padecer su mediocridad interpretativa).

Underworld es, ante todo, una película hecha por y para entretener y a fe que lo consigue. El espectador quedará satisfecho al verse cumplidas sus expectativas, aunque no menos que Wiseman, que emuló a Steven Spielber en Indiana Jones en el templo maldito al casarse con la belleza protagonista. Los hay con suerte.

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