Valoración:
Me resistía a ver esta película a causa de la dura tortura que sufrí a manos de su director, Todd Phillips, en Starsky y Hutch. Por si ésta no fuera una lacra suficientemente importante, el mencionado realizador es también responsable de Road Trip y Aquellas juergas universitarias, lo que no dice demasiado en su favor (últimamente estoy que me salgo con mis eufemismos).
Sin embargo, animado por los comentarios de mis amigos, he decidido arriesgarme y¡voilá!, posiblemente estemos ante la comedia de la temporada. Hablamos de un tipo de humor inteligente, que inserta gags absolutamente hilarantes con un buen desarrollo narrativo, algo a lo que contribuye el buen guión de John Lucas y Scott Moore (Una Navidad sin suegros).
Y es que no hay nada como una buena historia que contar. No estamos ante el típico Desmadre a la americana, sino ante un relato que mezcla hábilmente la crisis de la madurez con todo lo ocurrido en una noche de locura en la ciudad del pecado: Las Vegas.
La trama está muy bien estructurada en clave de flash-back, narrada a partir de los pocos recuerdos que sus protagonistas tienen de la noche anterior. Al despertar en la habitación del hotel con una resaca brutal y varias horas de amnesia, deberán investigar las consecuencias devenidas de su gran juerga, lo que redundará en beneficio del relato, ya que el guión le confiere el grado adecuado de intriga para que el espectador no sólo se parta de risa, sino que también esté interesado en la resolución final.
Así pues estamos ante una película que explota la nostalgia de quienes, debido a sus responsabilidades, ya no pueden vivir con el desenfreno con que lo hacían años atrás, a pesar de contar con una edad (poco más de treinta) con la que todavía se sienten jóvenes. Lo bueno es que dicha reflexión está contada con gracia, de manera que no sólo despertará los recuerdos de muchos espectadores, sino que también divertirá a raudales.
Otro acierto son los intérpretes, ya que en todo momento se ve la gran química que hay entre ellos: Justin Bartha (La búsqueda) es el sufrido novio, Bradley Cooper (Expediente 39, Qué les pasa a los hombres) es el típico guaperas que quiere huir por un día de su rutina y volver a experimentar lo que sentía cuando no tenía ataduras, Ed Helms (Una noche en el museo 2) trata de ser la voz de la razón aunque descubrirá que vive engañado consigo mismo y, por último, Zach Galifianakis (Algo pasa en Las Vegas) será el sempiterno pirado del grupo. También nos deleitaremos con la breve presencia de la impactante Heather Graham y nos lo pasaremos en grande con el pequeño pero impagable cameo, de uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos: Mike Tyson.
Uno de los paradigmas de una película es que, como mínimo, debe ofrecer lo que uno espera de ella. Si se tiene la suerte de encontrar un filme que supera las expectativas, como es el caso, mejor que mejor.
Me la ha recomendado mucha gente y la verdad es que tiene buena pinta, a ver si la veo un día de estos...
ResponderEliminarSaludos
THE HANGOVER todavía llega a mi ciudad, a lo mejor de doy una oportunidad porque tú y otras personas que han escrito sobre la película alaban el guión, la forma en que está construida.
ResponderEliminarPor otro lado, me alegra que te hayas topado con una buena película en el cine porque la verdad es que se te notaba muy desmotivado (especialmente me refiero a la semana en que escribiste sobre DISTRICT 9 y GAMER).
Saludos,