Valoración:
No soy, precisamente, un enamorado del cine catastrofista de Roland Emmerich. Sin embargo, debo reconocer que Independence Day es una cinta con la que he disfrutado mucho, tanto la primera vez que la vi en el cine, como en los sucesivos visionados en vídeo y DVD. De hecho, tras haber visto la mediocre Skyline, Independence Day todavía me parece mejor.
Estamos ante un buen film de invasiones extraterrestres, con ciertas influencias de la madre de este género, La guerra de los mundos, pero con clara vocación de blockbuster. ¿Es esto tan malo? Si se es fiel a dicho espíritu y no se trata de alcanzar otras metas, no veo por qué hay que defenestrar el cine destinado únicamente a entretener.
Al igual que en V, un buen día llega a la Tierra un gran número de naves gigantescas que sobrevuelan las principales ciudades del planeta. Pero a diferencia de la serie de televisión mencionada, aquí no fingen ser amigos, sino que directamente entran a saco, arrasándolo todo. La humanidad, tecnológicamente muy inferior a la raza visitante, temerá por creer estar ante el apocalipsis final, tema tan recurrente en el cine de Emmerich, que ya ha asolado nuestro mundo con todo tipo de cataclismos.
Técnicamente la película es prodigiosa. Si algo sabe hacer Emmerich es cuidar la factura visual de sus films, para que el espectador salga enamorado de tanto efecto especial. Lo bueno es que también tiene cosas que contar. Convengo en que no es el colmo de la originalidad, pero al menos logra que el público se identifique con algunos de sus personajes (en especial un muy simpático Will Smith) y se ponga de su parte en contra de la invasión.
El fuerte de la película son sus secuencias de acción, las cuales calificaré de virtuosas. Todo está coreografiado al detalle: tiros, explosiones, persecuciones, combates... La verdad es que es un auténtico disfrute.
La parte floja corresponde al guión de Dean Devlin (Soldado Universal, Stargate), más en concreto a lo estereotipado de ciertos personajes y a algunos diálogos, como la arenga patriótica del Presidente de los Estados Unidos hacia los últimos supervivientes, antes de la colosal batalla final. Sintiéndolo mucho, Bill Pullman no goza del carisma pretendido como líder del mundo libre. Afortunadamente actores como Will Smith y Jeff Goldblum, entre otros, salvan gran parte de la trama.
La mayoría de las críticas se centraron en su licencioso final (que no desvelaré por si todavía hay alguien que no la ha visto). Y sí, estoy de acuerdo en que la solución aportada para el último tramo es bastante disparatada, pero ¿acaso no habéis visto películas de James Bond? Además, prefiero un cierre con una explicación cogida por alfileres, que ninguno, como es el caso de la actual Skyline.
Se dice que Emmerich, embriagado con el éxito que supuso para él 2012 en términos recaudatorios, se va a atrever con no una, sino dos secuelas de Independence Day, la cual ya obtuvo jugosos beneficios allá por 1996 (vamos, que no soy el único que la encontró de su agrado). Personalmente, creo que el film original fue una buena película de acción, con suficientes dosis de emoción, tensión y humor como para calificarla como buena. Si los rumores se cumplen y hay una continuación, espero que sea, como mínimo, tan divertida como ésta.
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