Buen colofón a la segunda trilogía de Star Wars con la mejor película de las tres. En esta ocasión, Lucas ha sido fiel al espíritu de la primera trilogía, confiriendo más importancia a los personajes y al asunto central (el bien contra el mal) que a las ridículas y poco creíbles historietas que vimos en Episodio I y II. A pesar de que uno nunca termina de creer que McGregor sea el gran Obi Wan que fue en su día Alec Guinness y que Christensen sigue sin tener el carisma que procedería en un personaje de tal envergadura como el suyo, la película introduce al espectador en el mundo de la primera trilogía mediante un guión que enlaza ambas sagas, con espectaculares duelos a espada láser y dejando claro de una vez el papel que representará cada personaje en el desenlace final de la historia.
Los momentos de tensión e incluso terror llegan a su clímax con la exterminación de los Jedi, quizá el único instante en que Christensen se salva de su quema particular. Y qué decir de los efectos especiales... Sin duda, marcarán época.
Por fin vemos a un Yoda protagonista, un ser que da una falsa idea de endeblez física pues resulta ser el Jedi más poderoso de todos, más fuerte incluso que Palpatine. También llegaremos al ansiado momento en que Anakin se convierte en Vader, un tanto desaprovechado en su desarrollo, pero tan esperado que cuando volvemos a ver al mítico villano de la trilogía original, con la voz de Constantino Romero y sus costosas y aterradoras respiraciones, uno no puede por menos que aplaudir.
Otro de los fallos de la película (en mi opinión bastante importante) es que las edades de algunos caracteres no cuadran con las historias contadas en los episodios 4, 5 y 6. De la misma manera, no hacer ningún tipo de referencia a todo un exponente de la saga como Han Solo (y eso que aparece incluso su fiel compañero Chewbacca) me parece de lo más inapropiado.
En líneas generales, estos tres episodios han decepcionado un tanto. Afortunadamente lo mejor ha llegado al final, con lo que nos quedamos con un relativo buen sabor de boca, que seguro mejorará cuando volvamos a ver los films originales.
Los momentos de tensión e incluso terror llegan a su clímax con la exterminación de los Jedi, quizá el único instante en que Christensen se salva de su quema particular. Y qué decir de los efectos especiales... Sin duda, marcarán época.
Por fin vemos a un Yoda protagonista, un ser que da una falsa idea de endeblez física pues resulta ser el Jedi más poderoso de todos, más fuerte incluso que Palpatine. También llegaremos al ansiado momento en que Anakin se convierte en Vader, un tanto desaprovechado en su desarrollo, pero tan esperado que cuando volvemos a ver al mítico villano de la trilogía original, con la voz de Constantino Romero y sus costosas y aterradoras respiraciones, uno no puede por menos que aplaudir.
Otro de los fallos de la película (en mi opinión bastante importante) es que las edades de algunos caracteres no cuadran con las historias contadas en los episodios 4, 5 y 6. De la misma manera, no hacer ningún tipo de referencia a todo un exponente de la saga como Han Solo (y eso que aparece incluso su fiel compañero Chewbacca) me parece de lo más inapropiado.
En líneas generales, estos tres episodios han decepcionado un tanto. Afortunadamente lo mejor ha llegado al final, con lo que nos quedamos con un relativo buen sabor de boca, que seguro mejorará cuando volvamos a ver los films originales.
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