sábado, 2 de agosto de 2008

Hancock

Valoración: Regular

La corta carrera en la dirección de Peter Berg es un tanto errática. Capaz de realizar buenas películas como "La sombra del reino", mediocridades como "El tesoro del amazonas" o excentricidades como "Very bad things", ahora le ha dado por subirse al carro de los superhéroes y la cosa le ha salido muy mal. No es sólo que haya tenido que competir con dos buenas películas del género como la magnífica segunda parte de "Hulk" o la imponente "Ironman", sino que ha tratado de abarcar demasiadas cosas dentro de un mismo film para, al final, estrellarse estrepitosamente.

"Hancock" es una película que sólo funciona en su primera mitad. Concebida como comedia, fracasa al llegar al ecuador del metraje, momento en que abandona el mencionado género para convertirse, de golpe y porrazo, en un drama lacrimógeno. Y es que no es de recibo crear expectativas de carcajada asegurada para después cambiar por completo e intentar hacer llorar al espectador; eso es engañar al gran público.

Así que, la palabra que mejor define "Hancock" es la de decepción. En los momentos en que se centra en un superhéroe desastroso (como ya he comentado, su primera mitad) el film raya en lo fabuloso. Una comedia que haga reír a mandíbula batiente mediante ingeniosas e imaginativas situaciones así debe ser definida. Will Smith se movía en su salsa como gran actor de comedia que es, bien secundado por otro al que le va muy bien dicho género, Jason Bateman. ¿Por qué entonces cambiar lo que tan bien está funcionando? A mi entender, Berg ha querido que la película tuviera un final con fondo, algo incomprensible en una parodia, de ahí que el resultado global haya sido tan funesto, razón por la cual no recomendaré su visionado.

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