Tras la mediocre cinta de Ang Lee sobre "Hulk", en la que se desperdició el talento de actores de la talla de Eric Bana y Jennifer Connelly en un producto orientado a niños de seis años, tenía serias dudas acerca de esta segunda parte sobre increíble hombre verde de la Marvel. El director elegido, Louis Leterrier, había realizado hasta la fecha sólo dos películas: la correcta "Danny de dog" y la no tan correcta "Transporter 2", así que, de entrada, la cosa no pintaba demasiado bien. Pero he aquí que me llevé la sorpresa de la temporada al encontrarme una película profunda que abordaba asuntos como lo atormentado de la vida de su protagonista o las ansias de poder de un alto cargo militar que desprecia la vida de todos, incluso la de su hija, con tal de obtener el arma definitiva para el ejército de su país.
Es más una historia de personajes que una película de acción (y eso que no adolece de secuencias trepidantes ni de buenos efectos especiales). Y Edward Norton, posiblemente el mejor intérprete de su generación, se encarga de aportar ese sobrecogedor aspecto sombrío de alguien que quiere ser normal aún a sabiendas de que su empresa nunca llegará a buen puerto, dado el alto grado de intereses existentes para que no lo consiga. Norton nos ofrece toda una lección de método con múltiples y atinados gestos que demuestran lo que pasa por su cabeza sin necesidad de colocar ninguna voz en off. Además, está secundado por un elenco de lujo, con los excelentes William Hurt y Tim Roth en un rol de villanos que desempeñan a la perfección y con Liv Tyler como el gran amor del protagonista, con quien resulta tener bastante química en pantalla.
Creo firmemente que son los actores quienes hacen buena esta película ya que el argumento no es precisamente original, pero tratándose de superhéroes ya está casi todo visto, por lo que ser excesivamente exigente a este respecto resultaría un tanto injusto. Además, con las decepciones que nos está tocando sufrir este verano en España en lo que a estrenos se refiere, "Hulk 2" ha resultado una agradable sorpresa dentro de un reinado de mediocridad que esperemos termine pronto.
Es más una historia de personajes que una película de acción (y eso que no adolece de secuencias trepidantes ni de buenos efectos especiales). Y Edward Norton, posiblemente el mejor intérprete de su generación, se encarga de aportar ese sobrecogedor aspecto sombrío de alguien que quiere ser normal aún a sabiendas de que su empresa nunca llegará a buen puerto, dado el alto grado de intereses existentes para que no lo consiga. Norton nos ofrece toda una lección de método con múltiples y atinados gestos que demuestran lo que pasa por su cabeza sin necesidad de colocar ninguna voz en off. Además, está secundado por un elenco de lujo, con los excelentes William Hurt y Tim Roth en un rol de villanos que desempeñan a la perfección y con Liv Tyler como el gran amor del protagonista, con quien resulta tener bastante química en pantalla.
Creo firmemente que son los actores quienes hacen buena esta película ya que el argumento no es precisamente original, pero tratándose de superhéroes ya está casi todo visto, por lo que ser excesivamente exigente a este respecto resultaría un tanto injusto. Además, con las decepciones que nos está tocando sufrir este verano en España en lo que a estrenos se refiere, "Hulk 2" ha resultado una agradable sorpresa dentro de un reinado de mediocridad que esperemos termine pronto.
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