El realizador de la imponente Hijos de los hombres, Alfonso Cuarón, fue el designado para llevar a cabo la tercera parte de las aventuras de Harry Potter. Fue un gran acierto, ya que Harry Potter y el prisionero de Azkaban es, hasta la fecha, la mejor película con diferencia de toda la serie.
¿En qué me baso para emitir tal afirmación? Para empezar, el filme ya no tiene un marcado acento infantil, lo que posibilita una mayor introducción de elementos oscuros, los cuales han protagonizado los mejores momentos de calidad cinematográfica de toda la saga. Cuanto más se centra la historia en la lucha entre las fuerzas del bien y las del mal, en el temible Voldemort y, sobre todo, en la influencia de éste en el protagonista, mejor y más elaborado es el guión, lo que deviene indefectiblemente en un mayor calado de la historia, un aumento del suspense y, en definitiva, un mayor interés por parte del espectador.
Además tenemos el poderío visual del que Cuarón suele hacer gala en sus películas. Los efectos especiales son más impactantes, los escenarios destilan grandeza en la generosa cantidad de planos con la que el director nos deleita y los hechizos de magia cada vez están más conseguidos.
Al igual que en las partes anteriores, se vuelven a producir nuevos fichajes de altura para el elenco. Tras el triste fallecimiento de Richard Harris, el veterano Michael Gambon (Gosford Park, El dilema) fue su sustituto para el papel del carismático Albus Dumbledore y hay que reconocer que supo mantener la altura lograda por Harris. A él se suman actores de la talla de Gary Oldman, Emma Thompson o el siempre solvente como secundario David Thewlis (La profecía) cuyos personajes consiguen conferir una mayor profundidad a la trama, al ser claves para resolver parte del misterioso pasado de Harry Potter.
Es una pena que Alfonso Cuarón no fuese designado director oficial para continuar el resto de la saga, ya que las partes restantes irán disminuyendo su calidad de forma inexorable, en favor de una idea de éxito comercial cimentada en lo que los productores creen que gustará al público adolescente. Entiendo que el dinero es el que manda, pero ¿acaso este filme no fue un rotundo éxito de ventas? Si alguien entiende el cambio de rumbo que la saga adquiriría a partir de la cuarta parte, le invito a que me lo explique, porque a mí se me escapa.
¿En qué me baso para emitir tal afirmación? Para empezar, el filme ya no tiene un marcado acento infantil, lo que posibilita una mayor introducción de elementos oscuros, los cuales han protagonizado los mejores momentos de calidad cinematográfica de toda la saga. Cuanto más se centra la historia en la lucha entre las fuerzas del bien y las del mal, en el temible Voldemort y, sobre todo, en la influencia de éste en el protagonista, mejor y más elaborado es el guión, lo que deviene indefectiblemente en un mayor calado de la historia, un aumento del suspense y, en definitiva, un mayor interés por parte del espectador.
Además tenemos el poderío visual del que Cuarón suele hacer gala en sus películas. Los efectos especiales son más impactantes, los escenarios destilan grandeza en la generosa cantidad de planos con la que el director nos deleita y los hechizos de magia cada vez están más conseguidos.
Al igual que en las partes anteriores, se vuelven a producir nuevos fichajes de altura para el elenco. Tras el triste fallecimiento de Richard Harris, el veterano Michael Gambon (Gosford Park, El dilema) fue su sustituto para el papel del carismático Albus Dumbledore y hay que reconocer que supo mantener la altura lograda por Harris. A él se suman actores de la talla de Gary Oldman, Emma Thompson o el siempre solvente como secundario David Thewlis (La profecía) cuyos personajes consiguen conferir una mayor profundidad a la trama, al ser claves para resolver parte del misterioso pasado de Harry Potter.
Es una pena que Alfonso Cuarón no fuese designado director oficial para continuar el resto de la saga, ya que las partes restantes irán disminuyendo su calidad de forma inexorable, en favor de una idea de éxito comercial cimentada en lo que los productores creen que gustará al público adolescente. Entiendo que el dinero es el que manda, pero ¿acaso este filme no fue un rotundo éxito de ventas? Si alguien entiende el cambio de rumbo que la saga adquiriría a partir de la cuarta parte, le invito a que me lo explique, porque a mí se me escapa.
Para mí es la mejor peli de la saga, por que las últimas tres son bastante malas. Te dejo aquí mi lista de películas de Harry Potter que yo considero mejores.
ResponderEliminar1- El Prisionero de Azkaban
2- El Cáliz de Fuego
3- La Orden del Fénix
4- El Misterio del Príncipe
5- La Cámara Secreta
6- La Piedra Filosofal
Saludos
OK. Coincidimos en "El prisionero de Azkabán", pero a mi humilde entender, "La piedra filosofal" y "La cámara secreta" son mejores que las tres últimas.
ResponderEliminarAhora me dispongo a colocar el resto de ellas.
Saludos.