viernes, 10 de septiembre de 2010

Zohan: Licencia para peinar


Valoración: Muy mala

Dos de los tontos más tontos de Hollywood, Adam Sandler y Rob Schneider, junto al histriónico John Turturro, protagonizan esta comedia, la cual no me atrevo a calificar ya que se trata de varias parodias en una: a James Bond, al conflicto palestino-israelí, al mundo fashion, a las peluquerías, al racismo, a los ochenta, al sueño americano, a la homosexualidad... Aunque hay una por encima de todas ellas y es la que tiene que ver con el significado de la palabra interpretar, porque hacer el payaso soltando por la boca lo primero que le apetece a uno, no es, precisamente, una lección de método.

Así las cosas, el film podría resumirse como una constante y loca sucesión de gags absurdos y repetitivos, propios de un humor facilón y poco inteligente, que no llega a ninguna parte.

Es innegable que Adam Sandler tiene toda una legión de fans, de ahí que continúe produciendo largometrajes para el cine. Desafortunadamente (cifro el infortunio en que sus películas, para mí, son auténticos padecimientos) no soy uno de ellos. He visto muchos de sus films pero, sintiéndolo mucho, no le veo la gracia. De hecho creo que la única película de Sandler con la que he disfrutado fue Ejecutivo agresivo y la razón es evidente: Jack Nicholson. Comparad a uno y a otro sólo en la parte que concierne a comedia (porque Nicholson es un todoterreno) y entenderéis a qué me refiero.

Aún así he de reconocer su éxito. Prueba de ello es que consigue siempre cameos de famosos (aunque eso también lo hace Santiago Segura) destacando entre ellos al ex-tenista John McEnroe, a quien he visto ya en tres de sus películas (Mr. Deeds, Ejecutivo agresivo y Zohan). Sin embargo son películas malas, muy malas y o bien eres seguidor de este tipo o bien acabarás desesperado.

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