Revólver fue una de esas películas que se estrenaron el año pasado en España, con mucho retraso con respecto a otros países. Si El gran Stan (estrenada en fechas similares) llegó con un par de años, Revólver lo hizo con casi cuatro y eso que es de nacionalidad británica, vamos, que no ha tenido que cruzar el charco. Pero no es la única similitud entre ambas, ya que el absurdo es una constante en los dos argumentos.
A principios de 2009, era el segundo film en cartel, en España, de su director, Guy Ritchie (Rock'n Rolla) y también el segundo de su protagonista, Jason Staham (Transporter 3), además de significar la tercera colaboración entre ambos (Lock & Stock y Snatch). Ya veremos si vuelven a coincidir, porque Revólver es un film extraño con demasiadas incógnitas sin resolver en su guión, hasta el punto de que puede llegar a convertirse en un auténtico dolor de cabeza para el espectador.
De hecho, ni siquiera los fans de Statham disfrutarán con él, ya que no se explota ninguna de las facetas del intérprete como los chascarrillos o las fantásticas secuencias de lucha que suele protagonizar en otros films.
En fin, una de esas películas que podemos calificar de "mala" sin ningún rubor, que pone en evidencia tanto a su director como a su protagonista, ya que si bien ambos no son proclives a dejar ninguna huella en el séptimo arte, al menos sus películas solían ser amenas y divertidas.
A principios de 2009, era el segundo film en cartel, en España, de su director, Guy Ritchie (Rock'n Rolla) y también el segundo de su protagonista, Jason Staham (Transporter 3), además de significar la tercera colaboración entre ambos (Lock & Stock y Snatch). Ya veremos si vuelven a coincidir, porque Revólver es un film extraño con demasiadas incógnitas sin resolver en su guión, hasta el punto de que puede llegar a convertirse en un auténtico dolor de cabeza para el espectador.
De hecho, ni siquiera los fans de Statham disfrutarán con él, ya que no se explota ninguna de las facetas del intérprete como los chascarrillos o las fantásticas secuencias de lucha que suele protagonizar en otros films.
En fin, una de esas películas que podemos calificar de "mala" sin ningún rubor, que pone en evidencia tanto a su director como a su protagonista, ya que si bien ambos no son proclives a dejar ninguna huella en el séptimo arte, al menos sus películas solían ser amenas y divertidas.
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