Valoración:
Resulta de lo más complicado encontrar trilogías en las que las tres películas sean de altísima calidad. Indiana Jones es, en mi humilde opinión, el mejor exponente (hasta que se convirtió en tetralogía, claro). Después me vienen a la cabeza producciones como El padrino o Star Wars (los episodios cuarto, quinto y sexto, evidentemente) y, aunque son películas que me fascinan, en ambos casos el film que cerraba la trilogía era inferior (que no malo) en relación a las otras dos. Por no hablar de Supermán 3, Spiderman 3 o Alien 3, películas de una calidad tan baja que llegaron a considerarse insultantes por algunos de sus seguidores.
En el mundo de la animación, en sagas como Shrek o Ice Age hemos visto terceras partes que no hacían justicia a sus predecesoras. Y cómo no, tenían que ser los chicos de Pixar los que volvieran a dar el do de pecho en una de sus producciones, completando la que posiblemente sea mejor trilogía de animación de todos los tiempos: Toy Story.
En la primera parte vimos la presentación de unos personajes maravillosos, que corrían una gran aventura por culpa de los celos. En la segunda, acción, humor y profundidad de guión aumentaron, de forma que muchos la consideramos incluso superior a la original. Y en esta tercera, se ha conseguido el más difícil todavía, con un peliculón que difícilmente podremos olvidar.
La sesión comienza con el clásico corto made in Pixar, que en esta ocasión juega maravillosamente con el 3D confrontando el día con la noche (seguro que más de uno ha sonreído al recordar la última película de Tom Cruise). Desafortunadamente (por poner algún "pero" a esta producción) las tres dimensiones apenas si se notan en el resto del metraje, de forma que parecen una mera excusa para que el espectador pague dos euros de más.
Entrando ya de lleno en el cierre de esta maravillosa trilogía, en el primer tramo, al igual que en Toy Story 2, vemos una fascinante aventura inicial a modo de prólogo, que demuestra que la imaginación de un niño es muy superior a cualquier video-juego, por potente y moderno que éste sea. Después llega el relato propiamente dicho, en el que observaremos una clara evolución de todos los personajes hacia la madurez: el niño Andy ya es un universitario y recordará con nostalgia y ternura su infancia; algo parecido sucederá con todos los juguetes, cada vez mejor definidos, capaces de aceptar su destino de una manera encomiable, propia de seres maravillosos y eternos.
La parte central de la trama es un inteligente homenaje a La gran evasión de John Sturges. Los protagonistas deberán escapar de una guardería que parece una prisión de guerra, para lo cual necesitarán elaborar un plan que presenta ciertas reminiscencias con la película en cuestión. Hay más guiños cinematográficos (Indiana Jones y Star Wars parecen ser los favoritos de los responsables de esta saga) con los que el cinéfilo irá disfrutando a lo largo de toda la película.
Quizá os parezca exagerado, pero creo que Toy Story 3 es un cierre tan redondo, tan magistral de esta trilogía, que me parece la mejor película de las tres. Esa evolución antes comentada la podemos ver en todo el conjunto: la parte tipo buddy-movie entre Buzz y Woody, las cada vez más elaboradas secuencias de acción con las que todo el mundo vibrará, emociones de gran calado que tienen su paralelismo con la vida real, tan conseguidas que lograrán hacerte un nudo en la garganta...
Será una película de animación, pero esto, señoras y señores, es cine en estado puro. Una película tan didáctica (sin torpes e impropias moralinas) como divertida y emocionante, una auténtica referencia para niños y adultos que, sin lugar a dudas, completa la mejor trilogía jamás vista en el entrañable mundo de los dibujos animados.
Pixar ha puesto el listón tan alto que en la próxima ceremonia de los Oscar debería competir como una película más y no solamente en los apartados técnico y de animación. La lección que John Lasseter en las primeras dos películas y Lee Unkrich en esta tercera han dado al cada vez más dañado mundo de Hollywood, debería obtener su recompensa.
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