miércoles, 21 de julio de 2010

Presencias extrañas


Valoración: Pasable

En 2003, Ji-woon Kim estrenó Dos hermanas, película coreana con récord de taquilla hasta la fecha, la cual me pareció, personalmente, un calco del resto del cine de terror oriental que nos lleva invadiendo los últimos veinte años. Seis años más tarde, los hermanos Guard debutaron en la dirección cinematográfica con Presencias extrañas, versión norteamericana del film coreano mencionado y que, sorpresivamente, consigue entretener e incluso sorprender, aunque no causar miedo (tampoco nos vamos a pasar de exigentes, ¿verdad?) a aquellos que hemos visto antes el remake que la original.

El argumento trata de una niña que regresa a su casa tras haber permanecido ingresada varios meses en un psiquiátrico, tras la accidental muerte de su madre. Una vez de vuelta, encontrará a su padre liado con la que fue enfermera de su difunta madre y a una hermana cada vez más rebelde, con la que investigará el pasado de la nueva novia de papá, con el sano fin de separarlos. La trama se complicará cuando la protagonista comience a ver espíritus que traen un terrible mensaje.

No os engañaré, no se trata de una maravilla del cine de terror ni nada por el estilo, pero tras ver la cantidad de desastres ocasionados a este género últimamente, creo que está ligeramente por encima de la media. Aunque he de reconocer que utiliza muchos tópicos, además de un argumento que no es, precisamente, original, con la típica historieta de fantasmas que claman venganza... ¿O no?

Ahí radica lo mejor de la película: en el giro que los acontecimientos sufren al final, de forma que nada de lo visto era lo que parecía. Y, ¿qué queréis que os diga? Con lo previsibles que se están volviendo los relatos en el cine, se agradece cualquier capacidad de sorpresa.

El reparto está formado por rostros conocidos, aunque ninguno de ellos es una gran estrella: Emily Browning (Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket) como la niña que sale del hospital, Arielle Kebbel (Be Cool, Reeker) en el papel de su hermana, la atractiva Elizabeth Banks (Spider-Man 1 y 2, Seabiscuit) muy propia en su rol de mujer fatal y David Strathairn (L.A. Confidential, Buenas noches y buena suerte) haciendo de un padre que, desgraciadamente, no se entera de nada.

A modo de resumen, decir que Presencias Extrañas es un thriller a caballo entre lo sobrenatural y lo psicológico, interpretado aceptablemente, que utiliza elementos de cuento clásico como la malvada madrastra, abusa demasiado de la música estridente y los efectismos para tratar de generar terror (como he dicho al principio, no lo consigue), abusa de elementos altamente reconocibles en el género (por ejemplo la casa aislada en la costa, localización donde se desarrolla casi toda la película) y basa casi por completo su aprobado en su final a lo Shyamalan, el cual puede tacharse de tramposo, pero que a un servidor ha dejado más satisfecho que contrariado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario