domingo, 3 de octubre de 2010

Híncame el diente


Valoración: Muy mala

En 2000, los hermanos Wayans tuvieron bastante éxito con la realización de Scary Movie, tanto que, en los siguientes seis años, llegaron tres continuaciones más. El formato se basaba en lo que años atrás hicieron Abrahams y Zucker con Aterriza como puedas: parodiar una serie de películas de éxito, sólo que los Wayans se centraban en el género del terror.

Y ya sabéis cómo va esto de Hollywood, en cuanto alguien huele negocio seguro, se apunta. Así, Jason Friedberg y Aaron Seltzer trataron de imitar el estilo de los Wayans. Primero llegó, en 2007, Epic Movie, que parodiaba los estrenos más taquilleros de aquella época. Y un año después, con Casi 300, decidieron centrarse únicamente en destrozar la magnífica película de Zack Snyder, 300, demostrando que su capacidad para escribir guiones era tan reducida, que no les llegaba para incluir gags de diferentes films.

Una vez rota la fórmula de los Wayans, Friedberg y Seltzer vuelven a la carga con Híncame el diente, centrándose en esta ocasión en la patética saga de vampiros Crepúsculo (que conste que me refiero a la cinematográfica y no a los libros de Stephanie Meyer, de los cuales no puedo opinar ya que no los he leído).

Existe un gran problema, lo suficientemente relevante como para otorgar la menor calificación posible a esta película: la tercera parte de Crepúsculo provoca muchas más risas que su parodia. Todavía recuerdo cómo el público se cachondeaba y burlaba cuando el protagonista, un vampiro de cien años, le decía no al personaje de Kristen Stewart, una jovencita que se retorcía ante su "galán" como una gata en celo, frustrada y cortada con una frase impropia del mundo adolescente: No hasta después del matrimonio.

En Híncame el diente no vais a tener esa oportunidad. Me refiero a la de reíros o burlaros, porque todo son chistes fáciles y ya vistos en otras películas de similares características, ahondando en las siempre recurrentes situaciones escatológicas.

Se hacen ciertas referencias a los realitys shows, las series teen, los Jonas Brothers, ciertas ficciones televisivas de vampiros como Buffy, True Blood o Crónicas Vampíricas, Sexo en Nueva York o incluso una mención a Come, reza, ama. Pero todo está hecho de forma tan torpe y forzada que es imposible que haga gracia. Y una comedia que aburre en lugar de hacer reír... Creo que con eso está todo dicho.

Epic Movie y Casi 300 ocupan dos puestos entre las cien peores películas valoradas en una web tan visitada como IMDB. ¿Logrará Híncame el diente situarse también en dichos "puestos de honor"? Démosle tiempo.

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