Valoración:
Algo muy extraño está sucediendo con el cine en España: películas que no contienen escenas de sexo ni desnudez alguna son calificadas como X (Saw VI); films que se estrenan en las salas de cine de todo el mundo aquí lo hacen en los vídeo-clubs (recientemente ha sucedido con la última de Bruce Willis, Vaya par de polis); y bodrios como esta La otra hija, que en la meca del cine, Estados Unidos, salen directamente a DVD, en España se estrenan en la gran pantalla. ¿Son cosas mías o estamos ante un comportamiento verdaderamente anormal?
Siguiendo esta línea de pensamiento, me sobreviene la siguiente pregunta: ¿en qué se diferencia La otra hija de un telefilm de domingo por la tarde? Única y exclusivamente en la presencia de una estrella como Kevin Costner, con mucho lo único salvable de este gran desastre, dirigido por el español Luis Berdejo, guionista de REC. Porque entre la torpe puesta en escena, que queda todavía más en entredicho al intentar copiar descaradamente la estética de M. Night Shyamalan en films como Señales o El bosque (estoy reñido con el hindú por sus últimas cuatro películas, pero técnicamente es impecable), el torpe y plomizo guión de John Travis (The Haunting of Molly Hartley) repleto de fallos y situaciones sin resolver, la incapacidad para la interpretación de todo el elenco excepto, como ya he dicho, Kevin Costner (no sé quién lo engañó para participar aquí pero ya puede cambiar de agente) lo previsible que es todo y la ausencia de efectos, entiendo perfectamente que en norteamérica no haya llegado a la gran pantalla.
Por si no os he convencido y todavía os preguntáis de qué va el relato, una familia se traslada a un enorme caserón en el bosque, donde empezarán a suceder fenómenos extraños. O lo que es lo mismo: imaginación al poder. No digo que no se puedan repetir argumentos ya utilizados, pero entonces hay que esforzarse en otro tipo de cosas, como definir a los personajes para que se entienda el drama familiar, ser capaz de crear una atmósfera de terror o, por lo menos, narrar algo que tenga pies y cabeza (me he vuelto tan blando que ya ni exijo que sea entretenido).
Pero La otra hija no cumple nada de eso. Nos encontramos ante un soporífero aburrimiento, filmado con la torpeza propia de un principiante. Hasta tal punto llega la poca habilidad como narrador de historias de Berdejo, que convierte al espectador en omnisciente desde el principio, al mostrar al monstruo en los primeros minutos del metraje. Resulta bastante ridículo observar a Costner y compañía preguntándose qué pasa, cuando el público ya lo sabe. Lo suyo sería dosificar la información, pero donde no hay talento...
En el tramo final trata de amenizar la cosa con tiros y persecuciones, pero lo único que consigue demostrar es que es tan malo en el género del terror como en el de la acción. En pocas palabras, un film tan absurdo como insufrible.
¿Cómo es posible que un producto de semejantes características opte al premio en Sitges? Como he dicho al principio, algo muy raro está pasando con el cine en España.
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