Un buen día, un hombre llega a su casa tras una dura jornada de trabajo y descubre que un clon lo ha sustituido en su vida. Como este hombre es Arnold Schwarzenegger, la cosa no puede quedar así.
Éste es el argumento de El sexto día, un entretenido film de ciencia ficción dirigido por el canadiense Roger Spottiswoode, realizador que tanto nos aburrió en Los niños de Huang Shi o en la flojita El mañana nunca muere, perteneciente a la saga Bond.
Afortunadamente este film es, posiblemente, el mejor de toda su filmografía ya que supone una hábil mezcla de acción, ciencia ficción y humor que le viene como anillo al dedo al bueno de Arnold, en una de sus últimas películas, apareciendo por partida doble (lo cual tiene su gracia).
El guión mantiene el interés del espectador, mostrando una perversa trama de clonación ilegal, con implicaciones políticas, que puede llegar a convertirse en un auténtico peligro para la vida humana, dado el afán por dominar el mundo que muestra el villano de la función, Tony Goldwyn (Ghost), muy al estilo 007.
El reparto lo completan el genial Robert Duvall, el solvente Michael Rooker y la atractiva Sarah Wynter (24, segunda y tercera temporadas) lo que confiere a la obra un pequeño toque de calidad que beneficia mucho a todo el relato.
Y es que un film de acción con el polémico asunto de la clonación (en el año 2000 en boca de todos) bien interpretado, con buenos efectos especiales y el fornido Schwarzenegger haciendo lo que más le gusta, es éxito seguro. Por mi parte, la disfruté muchísimo así que, si bien no es Terminator 2 (ni se le acerca), no me defraudó en modo alguno.
Éste es el argumento de El sexto día, un entretenido film de ciencia ficción dirigido por el canadiense Roger Spottiswoode, realizador que tanto nos aburrió en Los niños de Huang Shi o en la flojita El mañana nunca muere, perteneciente a la saga Bond.
Afortunadamente este film es, posiblemente, el mejor de toda su filmografía ya que supone una hábil mezcla de acción, ciencia ficción y humor que le viene como anillo al dedo al bueno de Arnold, en una de sus últimas películas, apareciendo por partida doble (lo cual tiene su gracia).
El guión mantiene el interés del espectador, mostrando una perversa trama de clonación ilegal, con implicaciones políticas, que puede llegar a convertirse en un auténtico peligro para la vida humana, dado el afán por dominar el mundo que muestra el villano de la función, Tony Goldwyn (Ghost), muy al estilo 007.
El reparto lo completan el genial Robert Duvall, el solvente Michael Rooker y la atractiva Sarah Wynter (24, segunda y tercera temporadas) lo que confiere a la obra un pequeño toque de calidad que beneficia mucho a todo el relato.
Y es que un film de acción con el polémico asunto de la clonación (en el año 2000 en boca de todos) bien interpretado, con buenos efectos especiales y el fornido Schwarzenegger haciendo lo que más le gusta, es éxito seguro. Por mi parte, la disfruté muchísimo así que, si bien no es Terminator 2 (ni se le acerca), no me defraudó en modo alguno.
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