martes, 14 de septiembre de 2010

Resident Evil 4: Ultratumba


Valoración: Floja

Tras delegar las labores de dirección en las partes 2 y 3 de Resident Evil, Paul W.S. Anderson retoma la realización (además de continuar siendo escritor y productor) en Resident Evil 4, la versión en 3D de la saga basada en el célebre vídeo-juego de Capcom.

Si en la primera película de la serie Anderson demostró ser un fanático de James Cameron y su Aliens, ahora se ha decantado por los hermanos Wachowsky y Matrix, porque estamos ante un mal plagio, tan torpe como descarado, de la película en cuestión. Si recordáis el final de Resident Evil 3, Alice jura venganza contra Umbrella, así que este nuevo film comenzará con nuestra heroína y su grupo de clones (situación con muchas posibilidades, pero muy mal explotada) invadiendo el complejo principal de Umbrella, situado en Tokio. Todo el ataque es un calco de la secuencia en que Neo y Trinity atacan un edificio fuertemente custodiado en el que Morfeo está retenido preso. Entre el exceso de efectos bullet time, la mezcla entre jedi y ninja de la protagonista, su vestuario y los movimientos del villano de la función, idénticos a los del Agente Smith, uno tiene la sensación de que le están tomando el pelo.

Y eso sólo en el tramo inicial, porque durante el resto del metraje veremos el mismo lanzamiento de gafas de sol que efectúa Tom Cruise en Misión Imposible 2, recorridos de bala similares a los de Wanted, un salto idéntico al que dio Bruce Willis en La jungla de cristal atado a una manguera, zombis con las mismas bocas que los vampiros mutantes de Blade II, aeronaves de estética muy parecida a las de Terminator, un enorme y malvado zombi armado con un gigantesco martillo que parece sacado de El señor de los anillos e incluso al protagonista de Prison Break, Wentworth Miller, planear una fuga para escapar de una cárcel. ¡Imaginación al poder!, ¿verdad?

¿Qué más podemos decir? Muy poco. Anderson se dedica a cuidar los efectos especiales, aumentar los litros de sangre, reproducir peleas una y mil veces (y no todas están bien coreografiadas), repetir compañera para su esposa (Ali Larter no sólo está "muy buena" sino que atraerá al cine a los fans de Héroes), introducir el mayor número de fantasmadas inverosímiles de la saga hasta el momento, hacer mucho ruido con música estridente... Eso sí, olvidaos de que os cuente historia alguna, porque eso quedó reservado únicamente para el primer film de la serie.

A pesar de las advertencias, seguro que muchos iréis a verla (a mí también me avisaron y fijaos el caso que he hecho), así que, en lugar de acabar insultando a Anderson, terminaré diciéndoos que, por mucho que os lo pida el cuerpo, no salgáis a toda velocidad de la sala de cine con los primeros títulos de crédito, ya que antes de que éstos terminen, hay una pequeña sorpresa en forma de recuperación de un antiguo personaje.

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